jueves, 23 de diciembre de 2010

176. Deseos

Dicen algunas personas que me conocen que soy una hormiguita, así que haciendo honor, he decidido subirme al alambre. La verdad es voy de lujo y espero coger oficio con la practica.

Algunas veces me he cansado de ser hormiga, pero como no sé cantar nunca he podido imitar a la cigarra, ella siempre presumiendo de lo que no tenía.

Lo que no sabe la cigarra es que estoy haciendo proyección de voz en el taller de teatro y, quién sabe, quizás algún día, cuando me retire, me suba al árbol. Más que nada para probar otra perspectiva.

Me gusto tanto en mi alambre que he decidido quitar el río de la derecha, aquí estamos jartitos de agua, y ponerme yo, a ver si en el 2011 hago el recorrido de una vez.

Foto tomada en el museo de miniaturas de Besalú, un pueblo precioso, si tienen oportunidad, no dejen de visitarlo.

domingo, 19 de diciembre de 2010

175. Sergi Pàmies

No lo puedo remediar. Si leo algo con sentido del humor y crítico; si además son cuentos breves (son los dos veces buenos); si desde que empiezo ya tengo la intención de volver a ellos, creo que el libro ha conseguido su objetivo y el autor también.

En este libro de relatos “Si te comes un limón sin hacer muecas” hay de todo, pero todo mirado con otra perspectiva, esa vuelta de tuerca a la realidad para verla aún más clara, para reír un poco sin tener que amargarte. A mí los títulos me enganchan, por eso no lo dudé y si además una amiga me lo recomienda, aún menos. Leo la primera frase del primer relato La otra vida: “Me tuve que morir para saber si me querían” y ya no puedo dejarlo y hacer otra cosa, porque lo bueno de los cuentos es que puedes alternar varias cosas, si ellos te dejan; los buenos no, siempre esperas ver si el siguiente conseguirá superarlo.

Son relatos en los que se ve que escribir es corregir, no faltan ni sobran palabras. Como se dice en el prólogo que dice Pàmies. “Si fuera un vendedor de coches diría que el cuento es el género con más prestaciones: tiene intensidad, excluye la grandilocuencia, no permite demasiadas digresiones y, en el peor de los casos, se acaba rápido”.

Sergi Pàmies sabe utilizar las palabras para hacerte reír y al mismo tiempo reflexionar sobre lo que cuenta. Sé que voy a probar este limón más de una vez porque además me gustan.

A Esther, agradecida.

domingo, 12 de diciembre de 2010

174. Fauna


Y el felino, convencido de que ya no daba miedo porque la realidad era superior a su fiereza, suplicó al gigante que lo convirtiera en árbol.

viernes, 3 de diciembre de 2010

173. Ni se os ocurra marcar las horas


No pienso darle cuerda a ninguno, además, ni siquiera son míos.

lunes, 29 de noviembre de 2010

172. Etereidad


Y se queda uno con la esperanza,
colgando de su delgado hilo
de tantas cosas colgando,
de tantas esperanzas deshaciéndose,
con tanto temor oculto,
con tantos olvidos como caben
en un instante, tantos olvidos
vividos y padecidos,
como para llenar una estrella.

José Antonio Muñoz Rojas

jueves, 25 de noviembre de 2010

171. Pony Bravo


No suelo hablar de música porque soy una ignorante total, no quiero decir que de lo demás entienda, pero soy más atrevida. Sin embargo, me gusta escuchar de todo y me puedo emocionar, por poner un corto ejemplo, con Mahler, Nina Simone, o los Ponys, como anoche en el Teatro Central de Sevilla.

Los que me conocen pueden pensar; claro, cómo no, si es la madre del vocalista. Es cierto y no voy a negar que influye y mucho, pero eso no necesito explicarlo en este blog, es así y punto.

Lo que quiero resaltar hoy aquí es otra cosa, no escribo para hablar de mi hijo, sino del grupo y no para explicar de qué va su música, otros lo saben hacer mejor que yo. De lo que yo puedo hablar es de las dudas que te crea que tu hijo se quiera dedicar a esto, del temor de tenerlo en la carretera, ahora, mientras escribo, van para Granada, y de que los “jodíos niños” hayan preferido todo esto a otro trabajo por cumplir su vocación. Todos han estudiado, trabajado, lo siguen haciendo, pero al final y, sobre todo, están entregados, que es lo que quiero resaltar, a esta tarea que no es nada fácil con lo mal que está la música y queriéndoselo hacer todo ellos mismos.

Y han ido poquito a poco, desafiando todos los inconvenientes con creatividad, hacen teatro, diseños etc. Han creado su propio sello y en sus trabajos hay lugar para la crítica social, la ecología, y con ese toque de humor.

Anoche estuvimos de pie: aforo sin butacas, por poco me da algo cuando lo leí en la entrada después de estar toda la tarde siguiendo la flecha de Ikea, menudo colocón sin beber.

El aforo lleno, estaban felices de tocar en su ciudad, a sus barrios como la nueva canción sobre el Pumarejo, presentaron su segundo disco y tuvieron que salir una y otra, y otra vez a seguir cantando porque nadie se movía, ni paraba de aplaudir.


Yo no entiendo de música, pero anoche me emocioné al ver la madurez del grupo, al escuchar de nuevo Fingers, el primer video casero con la canción que aprendí a la par de él y me alegré mucho porque estaban felices y nuestra confianza en ellos era también la suya en el futuro.

domingo, 21 de noviembre de 2010

lunes, 15 de noviembre de 2010

169. Brindis


¿Por qué brindas, mujer? Si cubres tu rostro para no ver.

La Fe Velada (Antonio Corradini, siglo XVIII)

jueves, 11 de noviembre de 2010

168. The Poll diaries

Alimentarse de historias es otra forma de alimentarse, sobre todo, cuando una de ellas te deja pegada a la butaca literalmente. Me sucede si lo que me muestra del ser humano tiene que ver con el interior del mismo que le empuja a hacer lo que hace. Con lo que es capaz de hacer en el corto espacio de que dispone y que otros que les sucedieron desarrollaron.


El padre de Oda le enseña el lugar exacto en el que se encuentra el mal.

Lo que Oda descubre es el propio mal de su padre. Lo descubre, como suele suceder, en contraposición a algo o alguien. Y ese alguien hace que Oda, que también lleva los genes de su padre, evolucione desde la frialdad, impropia de una niña de 14 años, hasta una joven con deseos de saber algo distinto.

Enséñame lo que sabes” le dice a Licor, nombre con que llama al joven anarquista al que ha curado de sus heridas. Y Licor, poeta, le dice: “Escribe solo lo que sientas” y se lo demuestra, y la cinta respira porque hay luz en toda esa oscuridad próxima a la primera guerra mundial.

Y Oda escribirá y revivirá sus memorias y nos transportará a ese escenario bellísimo, si no existiera el mal, un escenario que bien podría ser el que imaginé de la posada Almayer al leer “Océano mar” de Alessandro Baricco.

He buscado en internet a su director, Chris Kraus, y me ha sorprendido encontrar que también es suya la película “Four minutes” que vi hace tiempo en televisión y he comprendido por qué la música en sus películas es otro personaje más, además, como en Poll, de una magnífica fotografía y una excelente interpretación.
Hasta ahora, es la mejor de las que he podido ver.

Para ver otro punto de vista.

martes, 9 de noviembre de 2010

167. De cine

Hay veces que me gustaría ser una mosca, no pegajosa, sino de esas que van a su aire, de las pequeñitas que se posan en todos los lugares y emprenden el vuelo sin molestar demasiado. De esas que les gusta más la ciudad que el campo.
De esas que se cuelan en los platos de cine, en los festivales de cine.

No se puede estar en todos los sitios al mismo tiempo, no puedo abarcar en mi tiempo libre todo lo que me gustaría ver en este Festival de Cine Europeo de mi ciudad, Sevilla, y escoger no es nada fácil.
Miro y remiro las secciones, primero en internet, abro cada una y veo las pelis, documentales etc. Leo la sinopsis de todo por separado, pero no veo videos para que no me desvele nada más de lo que voy escogiendo según días y horarios. Es para mí como la preparación de un viaje a la imaginación; la realidad de las historias, la naturalidad con que están tratadas, la fotografía, la música, los actores, la dirección. Eso lo voy apreciando a medida que las veo en pantalla grande, a medida que las disfruto. Tampoco todo es oro..., ayer me salí de una.

En muchos casos, es cine hecho con pocos medios, con el entusiasmo de la creatividad, con la ilusión de ser reconocido. Es la oportunidad de ver cine de autor que quizás no vea luego en las salas de cine porque no llegue a tener cuota de pantalla como el americano que invade las mismas. Cine en versión original, sin doblajes que oculten sonidos y expresiones. Es disfrutar de algunas secciones en las que el director mismo te cuente qué ha querido hacer, de dónde le vino la idea, etc.
En fin, que estoy en ello y es una gozada.

Fuente foto: internet.

martes, 2 de noviembre de 2010

166. Jimena y el éxito


¿Qué será el éxito? -Eso iba pensando Jimena por la avenida del cementerio mirando a un lado y a otro algunas tumbas demasiado rimbombantes- ¡qué pelea tiene la gente para llegar a él! Mi bisabuela decía que ¿para qué tanta tontería si todo el mundo caga por el mismo agujero? A mí no me gustaría ser exitosa y tener que demostrarlo incluso aquí después de morirme ¡qué estrés! Con lo bonita que estaban las lápidas de colorines que ayer vi en la tele. Anda que lo que dice esta: “Aquí yace, “fulanita”, tan fría como siempre”, seguro fue su marido el de la inscripción y también el motivo de esa frialdad.
Ayer estaba yo de descanso, mis señores se habían ido de puente, y me dediqué a ver qué dice el mundo. Yo no entiendo de política, pero vi como se insultaban unos a otros; tanta carrera, tanta zancadilla para mandar y cuando lo consiguen, como Obama, ahora resulta que ya no es popular, con lo que a mí me gusta, tan alto él, tan guapo, tan elegante y eso que no lo he oído hablar. Mi prima, que vive en América, dice que lo hace que embruja. Yo creo que a los políticos, que llegan a ser presidentes, les pasa como a los niños cuando nacen, casi todos pierden peso, debe ser que cuesta adaptarse. Y luego está lo de la leche, le leche buena es la de las mamas, pero como desde hace tiempo todo es biberón para no estropearse los pechos... ¡cómo va a ser igual! ¿Qué mamarían tantos embusteros como hay por ahí inventando historias para quitar a la buena gente del lugar que sea? Desde que todo es en polvo, pienso que quizás hayan tomado dinero en polvo mezclado con la leche, también en polvo. No como hacían mis antepasados, los incas, que desecaban las hierbas para curar. Tanto quitarle a los demás para tener más, con lo poco que dura la vida. Deberíamos hacer algo en el barrio de los vivos para que lo pagaran ellos y no los de siempre.

Imagen tomada de internet.

viernes, 29 de octubre de 2010

165. Leer en pantallas

Hacía tiempo que no compraba prensa, leía en la pantalla casi todo, pero como los ojos sufren, al final terminaba guardando cosas que quedaban sin leer en carpetas de ordenador. A partir de este verano, además de leer libros y amontonarlos pendientes de reseñas, he vuelto al papel y de nuevo a tener artículos de periódicos por todas partes.
Mi madre decía sobre lo que nos cuentan “no hay más verdad que todo es mentira” y algo o mucho de verdad hay en esta frase.
Gracias a internet podemos buscar y escoger con la esperanza de hallar algo de verdad, pero, como decía, al final duelen los ojos.

Siempre pienso ¿dónde esta lo que realmente ocurre?, lo que interesa se encuentra sumergido y cubierto por ese ruido de fondo que rompe, a veces, en estridencias, aturdiéndonos.

Desisto y me inclino, en esas rondas que a veces hago por las páginas atrasadas, por una noticia de sociedad como la que dedican al Premio Nobel de Física 2010, Konstantín Novoselov.
36 añitos tiene, cara redondita como riéndose de sí mismo. Parece el espejo de su alma –esto lo decía mi abuela- despreocupado, al menos hasta antes del premio, ahora tiene que buscar un traje. Lo que le trae sin sueño es que sus gemelas duermen mal; lo cotidiano.
Con Andre Geim, su profesor y también galardonado, descubrieron el grafeno, un material con propiedades extraordinarias de dureza, resistencia, transparencia...

Sucedió –dice- en los experimentos de los viernes, una vez dejaban las actividades de la semana, “jugando con la ciencia”. Así lo cuenta en el artículo, con la misma sencillez que utiliza para explicar el placer que le da investigar:
Imagine que está recorriendo el Gran Cañón de Colorado o un sitio así de bonito en España, o en Canadá... El paisaje que se le va apareciendo ante los ojos es grandioso y uno sigue avanzando convencido de que un poco más allá habrá otro panorama más estupendo aún. Tienes que trabajar duro para avanzar, pero lo haces porque esperas encontrar algo magnífico, interesante”.

Volviendo a lo que me decía mi madre, una vez que le dejé a los niños me dijo muy seria: “que sea para que aproveches el tiempo y no para que te pases leyendo todo el día”.
Tendré que hacerle caso al fin... por la vista.

jueves, 21 de octubre de 2010

164. Cárcel de aire


Red tejida con hilos invisibles,
cárcel de aire en que me muevo apenas,
trampa de luz que no parece trampa
y en la que el pie se me quedó –entre cuerdas de luz también...-
bien enlazado.

Cárcel sin carcelero y sin cadenas
donde como mi pan y bebo mi agua día por día...
¡Mientras allá fuera se me abren en flor, trémulos, míos aún,
todos los caminos de la tierra!...

Dulce María Loynaz
Poemas escogidos

a Mª J.V. con cariño.

jueves, 14 de octubre de 2010

163. Deshacer el equipaje

¿Es volver a la normalidad? ¿Qué has traído contigo que no llevabas? Lo realmente importante son las imágenes guardadas.


Has visto muchas piedras, vestigios de otras épocas, piedras que lo guardan todo: esplendor y decadencia. Y naturaleza. ¿Con qué te quedas?


jueves, 7 de octubre de 2010

jueves, 30 de septiembre de 2010

161. Demasiado frágil para vivir y demasiado viva para morir

Esto no es una simple herida, es una sangría lo que están haciendo conmigo.
No, no os asustéis, no sangro, no al menos como vosotros, las mías son otra clase de heridas. Alguien que me viera pensaría que me están restaurando como a esas mujeres que después de pasar un crudo invierno las preparan para lucir sus cuerpos al sol.
Bien es verdad que primero intentaron parchearme, pero claro, fue inútil, la edad no perdona.
Yo los oigo, “aquí hay que subir, abrir y subir, y atrás también, es imprescindible”.
También dicen que voy a quedar estupenda, aunque tengo mis dudas porque estas técnicas nuevas no las conozco.
Si no es porque me caía a pedazos, tampoco lo hubiera demandado. Observo los dibujos que hacen sobre mi envejecida piel. Como está curtida: cincelan, martillean, abren huecos donde no los había, rellenan, estiran...
Por fuera voy a quedar igual, así debe ser para estar de acuerdo con el entorno, pero por dentro más nueva, de acuerdo con mi naturaleza, siempre he dicho que la juventud va por dentro.
Aún queda, pero ya se aprecian los resultados después de tirar tabiques y abrir ventanas. Estoy contenta, ahora veo el cielo y los árboles de la parte de atrás.
Y, cuando todo acabe, acudiré a mi memoria para contar todo lo visto y lo que veré, porque las historias, y quienes las protagonizan, siempre van unidas a los lugares, los objetos y las casas. Nosotras no morimos, yo hago que circule y avance la vida, la muerte y de nuevo la vida entre mis muros y... ya os contaré lo que acontece.

Un árbol

Los fines de semana me dan un respiro. Ellos, los que no conozco, dejan de toquetearme y moldearme. En la quietud, interrumpida sólo por un rumor de agua, me voy acostumbrando a nuevas formas y oquedades.
Otra herida, de un amigo y compañero, siento hoy como mía. Bien es verdad, que todos han estado de acuerdo en que era inevitable cortar el viejo árbol cansado de dar frutos jugosos: el naranjo ocultador de juegos.
Ramas abanicando siestas entre sus flores; vida, sombra y olor en primavera; naranjas en mañanas exprimidas, que unas manos en visita furtiva, están arrancando laboriosas. ¿Qué hará con ellas? Hojas y fruto verde guarda en una bolsa con cuidado, mientras, en sus ojos alguna lágrima adivino. Antes de cerrar la bolsa aspira con cuidado las ramas del árbol ya cortado.
Olores de una casa que se pierden, otros vendrán, más no serán los mismos.
No estés triste, mujer, plantarán otro. Y podrás disfrutar en este espacio abierto de otras voces queridas, y seguirán los pájaros con sus alegres trinos.

viernes, 24 de septiembre de 2010

160. Peligro


Biografía

No cojas la cuchara con la mano izquierda.
No pongas los codos en la mesa.
Dobla bien la servilleta.

Eso, para empezar.

Extraiga la raíz cuadrada de tres mil trescientos trece.
¿Dónde está Tanganika? ¿Qué año nació Cervantes?
Le pondré un cero en conducta si habla con su compañero.

Eso, para seguir.

¿Le parece a usted correcto que un ingeniero haga versos?
La cultura es un adorno y el negocio es el negocio.
Si sigues con esa chica, te cerraremos las puertas.

Eso, para vivir.

No seas loco. Sé educado. Sé correcto.
No bebas. No fumes. No respires.
¡Ay sí, no respirar! Dar el no a todos los nos.

Y descansar: Morir.


Gabriel Celaya


Esperanza

Las imágenes (dibujos), como el poema pertenecen a la página de Gabriel Celaya, si pinchan es su nombre podrán disfrutar de ella.

sábado, 18 de septiembre de 2010

159.Trastocar


¿Paseamos sólo cuando andamos? Poner los pies en el suelo es toda una declaración de intenciones: pisar, aplastar, poner zancadas, dar puntapiés, patadas. A todo y a quien nos estorba.

Eso y echar la culpa a alguien o algo intangible, es algo que hacemos casi sin darnos cuenta.

Lo único que justifica una catástrofe es la fuerza de la tierra, ésta gobierna sola y cuando quiere reventar lo hace mediante volcanes, terremotos etc.

No voy a negar la crisis, los números cantan y la estamos sufriendo, pero si miramos atrás en el tiempo seguro encontraremos situaciones peores. Encontrar culpables es el mejor recurso para no hacer nada, para acostarnos en pos del destino o pensar que alguien proveerá.

El pesimismo genera más pesimismo y la crítica destructiva igual. Generalizar al hablar de los jóvenes cuando deberíamos aprender de muchos de ellos, que al menos intentan ser creativos, siendo su futuro más incierto que el nuestro, es destruir más aún. Y sobre los “ninis”, ese querer conseguirlo todo sin esfuerzo, ¿acaso podemos evadirnos de la responsabilidad de su educación?.

Mientras tanto las élites de todo tipo no hacen sino enredar. De esta forma es fácil llegar a una situación de no color, de dejar nuestras vidas en manos de otros. Como no contrarrestemos desatando nudos, nos veremos cada vez más envueltos en ellos.

viernes, 17 de septiembre de 2010

158. Complacencias

Quería haber subido antes algo que escribí hace unos días, y venía pensando que ya estaba bien de autocomplacencia y de felicitaciones.

Pero me vais a permitir que siga en ello, se está verdaderamente agusto, para enlazar el blog de enric batiste y agradecer la entrada de ayer, 16 de septiembre, que ha dedicado a mi alias "nadie".

viernes, 10 de septiembre de 2010

157. Caracoleando





Como hoy cumple este blog tres añitos quiero dedicarle esta entrada a mi fotógrafo, Manuel Alonso, que para eso es el autor y porque la serie lo merece.

sábado, 4 de septiembre de 2010

156. Aprender

Siempre hay que recordar que no hace falta aprender lo que uno ya es capaz de juzgar. Por tanto, si sólo se quiere juzgar, ya no se puede aprender nada más.

Rudolf Steiner

lunes, 30 de agosto de 2010

155. Mudanza

Ya sé que me he vuelto pequeña, lo sé, y encorvada, y tengo frío hasta en verano, pero no hace falta que me envuelvas tanto, no me voy a romper. ¿Qué hacen ahí esas bolsas? No pretenderás también que viaje con vosotros. No, yo no quiero viajar, aquí estoy bien.¿Un desalojo? Pero ¿qué estás diciendo? Yo no me voy de mi casa, eso sí que no, pero ¿qué os habéis creído?

Me pareció ver su rostro transformado, como si adivinara el cambio que habría de sufrir ese entorno tan suyo.

Ahora, algo más lejos y ya instalada tras el cristal del armario, mientras observa lo que escribo, va apareciendo en ella esa mirada suya tan dulce que siempre ha reflejado su fotografía.

viernes, 20 de agosto de 2010

154. Impaciencia


Siempre cometo el mismo error, al escribir no describo, creo que el lector va a vislumbrar las imágenes con sólo algo de diálogo. No tengo paciencia para leer descripciones con excesivo detalle. Sí, ya sé que eso es un arte, pero a mí me aburre porque me impide construir mi propia película de imágenes en mi cabeza.

Me encanta el cine y las historias escritas y trasladadas a él con maestría. Y reconozco lo difícil que debe ser porque hice un curso de guión que tampoco acabé por impaciencia.

Releo el relato “La lengua de las mariposas” del libro ¿Qué me quieres, amor? de Manuel Rivas porque tengo el guión de Rafael Azcona (fue Goya al mejor guión adaptado en 1999).

También veré después la película que dirigió José Luis Cuerda basada en el mismo relato que trata de nuestra historia, esa que todavía nos ocupa, vista por los ojos de un niño.
Este relato es tan real y profundo que los ojos del niño son los del autor al relatar algunas frases como “Iban atados de pies y manos en silente cordada”. No me imagino a un niño diciendo esto último, pero es tan fácil confundir las voces cuando estás metido en la historia. Es un relato conciso, pero a la vez tremendamente descriptivo por la exactitud de las palabras que emplea, pero no exento de la poesía de Rivas como “La mariposa chocó con la bombilla, que se bamboleó ligeramente y desordenó las sombras”. Concreto en un hecho de nuestra historia reciente, pero expansivo porque aún no hemos cerrado las heridas.
El guión de la película lo completan dos relatos más del mismo libro “Carmiña” y “Un saxo en la niebla”.

Dice Manuel Rivas que los relatos “nacieron como ventanucos delante del enorme muro opresivo de nuestra historia” y que Rafael Azcona “hizo una admirable vidriera donde la vida late con pasión y vuela con alas tan frágiles como preciosas”.

Ahora disfruto descubriendo pasos que van de un arte a otro agarrada a esos hilos que en su día no aprendí por mi impaciencia. Y pienso en la paciencia que muchos han tenido para no desatar la ira del nudo de la historia.

jueves, 12 de agosto de 2010

153. Fuerza


Es asombroso ver cómo sentía Leonardo da Vinci la forma arquitectónica.

“Un arco –dice-, no es más que una fuerza causada por dos debilidades, porque el arco... se compone de dos segmentos de un círculo y cada uno de dichos segmentos, muy débil en sí mismo, desea caer y, dado que cada uno resiste la caída del otro, ambas debilidades se convierten en una única fuerza”.

¿No sería correcto afirmar que Leonardo da Vinci “interpreta” el arco porque en su imaginación se encuentra “dentro” del arco?

“Sobre la técnica de actuación”
Michael Chejov

miércoles, 4 de agosto de 2010

152. Transpiración


De donde venía, los cuerpos no transpiraban. Por eso se asombró al mirar sus manos. Era como una malla tupida de nudos brillantes.
Se dejó caer desde lo más alto. Más que nada por ver si la malla lo sostenía.

lunes, 26 de julio de 2010

151. Recorrido

Cuando hace mucho calor, hay veces que te privas de pasear por los sitios que te gustan. Un día te decides, y sin miedo al sol, como si de una mañana de invierno se tratara, caminas por las calles recogiendo imágenes como un turista más, eso sí, de tu ciudad.


Y pasas por los caños de Carmona sin rumor de agua, pero sí en un tramo restaurados, para adentrarte por infinitas callejuelas del centro, siempre al azar.
El calor ya aprieta al sol y encuentras sombras en la calle Lirio donde vivió Diego Martínez Barrio, Sevilla 1883- París 1962, presidente de la II República Española.

Y te refrescas entre callejuelas sombreadas, si no por colgaduras verdes, sí por toldos para acoger al paseante y hacer más amenas las compras.
Ella, la giralda, te espera siempre erguida en una perspectiva espléndida para avisarte que ya es la hora de la cervecita, tirada bien fría para aplacar la sed, en alguna bodeguita de sus alrededores.
Entra un grupo de rubios/as maduritos al establecimiento, uno de ellos comenta: aquí venía yo a los dieciocho años a comer jamón y ahora he querido traer a mis amigos –le dice el hombre muy contento a la chica, posiblemente de origen rumano.

Y es que volver siempre se quiere, por eso la ciudad, que a esta hora del mediodía ya respira fuego, te ofrece el abanico desde el suelo hasta el cielo.

viernes, 23 de julio de 2010

150. The Visitor


De cómo los deseos y las frustraciones nos acompañan durante nuestra vida porque no tratamos con las personas adecuadas: o no nos quieren, o no nos entienden o ambas cosas.

Así es como se nos muestra Richard Jenkins, nombre real del actor protagonista que hace un excelente trabajo en esta película, al que vemos cambiar al enfrentarse a los verdaderos problemas que sufren los inmigrantes. Hasta entonces fingía trabajar, hacía cosas para estar ocupado, llevaba una existencia de mirar sin ver.

Y de pronto el tono cambia a la par que el ritmo y se enfrenta al asombro que produce la injusticia, hasta llegar a gritar, a no entender; él que casi no hablaba.

La he visto dos veces y la he grabado. No es una comedia, no, pero sí es la vida, es la realidad y aunque duela hay que ser consciente de que es así y hay que rebelarse.

lunes, 19 de julio de 2010

149. Verano


El verano no es sólo calor y vacaciones...
El verano nos brinda o, mejor dicho, nos impone algunos animalillos nada agradables, como esos dragones, todo mandíbulas, que son los mosquitos; o ella, que tanto juego tiene en la literatura desde que Kafka la eligió para metamorfosearse.
Quién no se ha encontrado con esta visita inesperada en la noche o en la calle. Yo además las leo, bien en fragmentos de libros o en un principio de relato brillante de mi amiga Rosa. Y mira por donde, en los textos no me dan tanto asco.

Carmen M.Gaite
El cuarto de atrás

“Pulso con recelo el interruptor, y a un metro escaso de mis pies aparece una cucaracha desmesurada y totalmente inmóvil, destacando en el centro de una de las baldosas blancas, como segura de ocupar el casillero que le pertenece en un gigantesco tablero de ajedrez; lo peor es que no se mueve, aunque es evidente que cuenta con mi presencia como yo con la suya, de ahí le viene la fuerza, su designio parece cortarme el paso. No sé el tiempo que nos mantenemos paralizadas una frente a otra, como intentando descifrar nuestras respectivas intenciones; yo, al cabo, descarto las del ataque y opto por las de la huida...”

Rosa G. Guerra
Brillo

“No veas tú, brillo, lo guapa que te voy a poner. Esto te pasa por volver como vuelves, todos los veranos y nunca se termina contigo. Ya te lo avisé, que no te comieras todo lo que vieras por el suelo; recuerdo perfectamente que por aquel entonces yo tomaba unas pastillas para el corazón y cuando estaba Nero, que es el perro, si se me caía alguna pastilla al suelo, rápidamente la recogía para que no se la comiera, pero claro, cuando Nero se fue llegaste tú, te llamé brillo porque, y a pesar del asco que da verte, resulta que siempre te he visto muy limpia y brillante...
No sé... pienso que te has ganado a pulso tu osadía, tu valentía, el buen uso que has hecho de tu fama de asquerosa, de ese llegar y saber estar sin que nadie lo note a sabiendas de las reacciones que provocas. Te digo todo esto porque ya después de tantos años, me resultas familiar. En el fondo siempre he envidiado lo que se dice de ti con seguridad y repetición: que sobrevivirías a un ataque nuclear y ese dato siempre lo he tenido en cuenta porque sobrevivir es muy poderoso y esto me ha hecho pensar que por este motivo, tienes que tener un carácter muy risueño: te tienes que reír de muchas cosas, sobre todo de nosotros, los de dos patas y que dicen que pensamos...”


Clarice Lispector
La pasión según G.H.

“La cucaracha con la materia blanca me miraba. No sé si me veía. No sé lo que ve una cucaracha. Pero ella y yo nos mirábamos y tampoco sé lo que una mujer ve. Pero si sus ojos no me veían su existencia me existía - en el mundo primario donde yo había entrado, los seres existen a los otros como forma de verse. Y en ese mundo que yo estaba conociendo, hay varias formas que significan ver: uno mira al otro sin verlo, uno posee al otro, uno come al otro, uno está sólo en un rincón y el otro está allí también: todo eso también significa ver. La cucaracha no me miraba con los ojos sino con el cuerpo”.

lunes, 12 de julio de 2010

148. Remolino


Y si tu voz discordante se perdiera...

domingo, 4 de julio de 2010

147. El cuarto de atrás

Recordar etapas de mi vida es lo que me suele pasar cuando muevo los libros de sitio.
No soy aficionada a recordar, sólo si necesito acudir a ese cuarto de atrás de la memoria para recuperar algún dato. Así tituló Carmen Martín Gaite su pequeño libro "El cuarto de atrás" que se va haciendo grande a medida que te adentras en él y que ahora tengo en mis manos; lo ojeo, amarillean sus páginas pero no importa, el mensaje sigue ahí:
Los recuerdos que pueden darnos alguna sorpresa viven agazapados en el cuarto de atrás, siempre salen de allí, y sólo cuando quieren, no sirve hostigarlos”.

O este otro que conviene recordar:
Nadie quería hablar del cataclismo que acababa de desgranar al país, pero las heridas vendadas seguían latiendo, aunque no se oyeran gemidos y disparos: era un silencio artificial, un hueco a llenar urgentemente de lo que fuera”.

Mi cuarto en el que escribo también es el de atrás, el más lejos de la puerta de entrada, aquí me escondo, como dice M. Esta mañana me ha montado dos armarios nuevos para libros y disfruto poniéndolos a buen recaudo.

Como decía, cuando cambio los libros de sitio algo ocurre en mí. Primero los miro en sus pastas, los abro, veo las notitas que doblo porque sobresalen de ellos; no me gusta subrayar, quiero dejarme sorprender por cosas nuevas que quizás no capté en una lectura anterior, por eso apunto la página y el comienzo de la frase en notas que dejo dentro de ellos.

Si quiero limpiarle el polvo a los libros y colocarlos en un nuevo lugar con prisas, como ahora, éstas desaparecen; me sitúo fuera de la realidad como en un baile lento; con movimientos pausados los abro para que respiren –están tan juntos siempre y apretaditos- y las sensaciones que emanan me envuelven como en una sinestesia. Surgen hilos que me llevan de acá para allá en el tiempo, no sólo a los momentos en que ellos irrumpieron en mi vida, sino a los momentos que el propio autor/a los pensó y escribió.

Se puede escenificar una vida, la de una persona a través de sus libros o mediante entrevistas que desgranan vivencias, instantáneas de circunstancias y situaciones.
Se puede entrar así en la vida de alguien; evocarla al leerla, y traer sus palabras al presente porque quizás te identificas con ellas.
Y es que el libro te da calor, te acoge, lo sientes cuando descubres la complicidad de sentimientos y pensamientos con lo que en él se dice. Carmen escribía desde la sencillez para volar lejos, hacia lo complicado que sólo se descubre si te fijas. Era fácil sentir esa especie de comunicación al leerla.

En ese abrir y cerrar de libros ya leídos siempre vuelvo a esa frase que los abre y que resume esa idea que lleva implícita, como en este:
La experiencia no puede ser comunicada sin lazos de silencio, de ocultamiento, de distanciaGeorges Bataille


Y para completar esa ida y vuelta leo las dedicatorias y otros hilos se enlazan. Me gusta dedicar y que me dediquen libros y guardo algunas muy queridas, pero quiero poner aquí sólo una, la más simple y la más importante para mí:
Para mí de yo
Si pasas por aquí, ¿te importaría añadir tu preferida? Me gustaría conocerla.

domingo, 27 de junio de 2010

146. Pequeños placeres


Cuando éstos se presentan, hay que cogerlos al vuelo. Sobre todo si con ello no se perjudica a nadie. Son pequeños ahorros de felicidad de los que tiramos en los momentos malos.

En los campos del sur el verano aparece antes, el pasto abarca casi todo, excepto algunos olivos, una que otra higuera y, cómo no, los campos de girasoles. Contemplar un girasol y comprender a Vincent van Gogh es todo uno porque ese girasol que anuncia el verano y esa perspectiva que la vega del Guadalquivir nos ofrece de ellos es maravillosa.
Soy pesada al repetir estas “margaritas grandes” como las llamaba mi hijo pequeño, pero más se repiten las estaciones, ¿o no?

Y como colofón del paisaje: pararse en Carmona, un lugar con historia y presente, para tomar unas cervezas con amigos en uno de sus lugares emblemáticos:
El Tabanco, es el bar del hotel Alcazar de la Reina. Sí ya sé, es rimbombante, no tengo por costumbre ir a esos sitios, pero curiosamente es un lugar de tapeo con una cocina excelente y bien de precio.
Tabanco, así lo explica en una pizarra, es “un puesto, tienda o cajón que se pone en mercados o calles para la venta de comestibles. La gente del norte, sorianos, burgaleses y montañeses, a mitad del siglo XVIII, se hicieron con las tabernas sanluqueñas teniendo una importancia capital en la aparición de los vinos de crianza biológicos y crearon el tabanco, sitio característico a caballo entre tienda de comestibles y taberna”.
Pues eso, no tengo dinero pero no me lamento, porque tengo una hucha donde ahorro momentos felices.

domingo, 20 de junio de 2010

145. Una conclusión es un lugar donde llegaste cansada de pensar.

Ya no sé si la frase del título se me ha ocurrido a mí, la he leído, o la he escuchado, pero sí hay veces que llegas cansada de pensar a lugares ya transitados.
Dicen que en tiempos de crisis se agudiza la imaginación, tampoco estoy muy segura de eso, yo por si acaso leo para avivarla.
De todos los misterios del universo, ninguno más profundo que el de la creación...” Así comienza Stefan Zweig una conferencia sobre “El misterio de la creación artística” el 29 de octubre de 1940 en Buenos Aires.
Quién no se ha preguntado cómo crean aquellos artistas que admiramos. Por qué insisten todas las encuestas sobre cada cual, una y otra vez, con las mismas preguntas que les deben resultar tan cansinas.
El mismo Edgar Alan Poe se lamentaba “Yo mismo he pensado muchas veces cuán interesante habría de ser un artículo en que un autor -si fuera capaz de ello- nos describiera con todos los detalles cómo una de sus creaciones alcanzó paso a paso el estado definitivo de la perfección...”
Zweig cree que “sólo podemos tratar de reconstruir ese acto creador por las pistas como si tratáramos de averiguar algo en criminología”.
Si pensamos cómo puede surgir una idea, puede que ésta tenga lugar en el cerebro, y si ese estímulo lleva la urgencia de ponerla en práctica será quizás incompatible con la voluntad de dejar constancia del cómo y el porqué.
Es cuando se retoma aquello que surgió... ¿de dónde? Cuando se quiere plasmar algo, la memoria, que todo lo transforma, plasmará el hecho sin la fidelidad inicial. Y no es raro que el artista al contemplar su obra desde fuera se pregunte ¿esto lo hice yo?

En el mundo material en que vivimos los expertos en creatividad sostienen que para ser innovador en su campo, una persona tiene que saber algo o bastante, pero nunca poco o demasiado.
Rita Levi Montalcini, premio Nobel de Medicina 1986, nos dice que “la creatividad -cualquiera que sea la manera de entenderla- es máxima en el periodo del desarrollo pleno de las actividades cerebrales, disminuye en las décadas siguientes y decae poco a poco en la edad senil, pero puede cobrar nuevos bríos en este último periodo vital”.
Por otra parte, los neurólogos creen que vivir con los pies en la tierra intentando solucionar los problemas que surgen a diario es suficiente entrenamiento para un cerebro sano. Y cómo no, observar la realidad sin prejuicios, cultivar la atención y, a veces, como recomiendan algunos psicólogos “fijarnos un objetivo imposible” y analizar el porqué de esa imposibilidad identificando qué aspectos, personas o circunstancias impiden alcanzar el objetivo.
Edelman nos anima cuando dice que “la experiencia no es pasiva, sino activa y que por serlo selecciona o modela un nuevo esquema de grupos de neuronas con conexiones más complejas”.
La percepción crea mientras nos movemos; nuestros órganos de los sentidos toman muestras del mundo y crean mapas en el cerebro. Cada percepción es un acto creador.

jueves, 17 de junio de 2010

martes, 8 de junio de 2010

143. El empedrao

Al leer en el blog de Freia la palabra: “empedrado” me acordé de esta foto de un viaje.
Hace tiempo al pasar por Roma nos encantó este empedrao, como decimos nosotros.

Cuando contemplas los vestigios de la ciudad, inevitablemente comparas lo que sería en su esplendor esta civilización como tantas otras. Lo que queda estremece y me pregunto: qué quedará de la nuestra. Quizás unos cuantos hierros reciclados además de las piedras de catedrales y castillos, que apenas me dicen nada.

Me gusta asomarme a estos rincones; sentarme en sus plazas y escuchar a la gente hablar en su idioma, saborear sus comidas; posar mis pies sobre tantas y tantas pisadas de este empedrao que absorve la lluvia. Todo eso me devuelve al presente, a este presente incierto y efímero.


La segunda foto es de Robert Rauschenberg
Museo Guggenheim Bilbao

martes, 1 de junio de 2010

142. A veces...


Buscamos

cada noche

con esfuerzo

entre tierras pesadas y asfixiantes

ese liviano pájaro de luz

que arde y se nos escapa

en un gemido.


Idea Vilariño “Buscamos”

jueves, 27 de mayo de 2010

141. Entresijos


Supongamos que en una obra cuidadosamente preparada un actor, ya sea por pereza, por descuido, o por falta de atención, se aleje tanto de la verdadera forma de hacer su personaje que actúe de una manera mecánica y rutinaria.

¿Tiene derecho a hacer esto?

Después de todo no es el único que ha puesto en pie la obra, no se debe a él exclusivamente el trabajo que ha invertido en ella.

En un empeño así uno trabaja para todos y todos para uno
”.

La construcción del personaje
C. Stanislavski

jueves, 20 de mayo de 2010

140.Tan imposible como preguntarle algo a la imagen de un sueño


-¿A quién quieres más?
-No sé... que te lo diga... ella... –contestó Clara en un balbuceo casi incomprensible.
-¿Qué ella? –preguntó de nuevo el niño de los ojos grandes, mientras, con sus manitas cogía el rostro de su madre y lo movía de un lado a otro intentando despertarla.

Era raro, muy raro aquel sueño en el que estaba sumergida.
Clara, desdoblada en dos; no era un espejo, la mujer que tenía enfrente era ella misma, lo sabía porque estaba vestida de forma distinta. Los dos vestidos pertenecían a cada uno de sus embarazos: uno de lunares blancos sobre fondo rojo, otro de cuadritos en tonos pasteles.

-Mamá, mamá, despierta, estás sudando mucho. Dímelo mamá, dímelo, ¿a quién quieres más de los dos?



El título lo tome de un cuento de Filisberto Hernández “Nadie encendía las lámparas” y fue leyendo a Vila-Matas cómo lo descubrí. Pongo el enlace del cuento para que lo disfrutéis:

http://www.ciudadseva.com/textos/cuentos/esp/hndz/nadieen.htm

Hay veces que en un cuento no pasa nada relevante, hay veces que en un cuento la belleza o lo que te impresiona está en algunas de sus frases. Al leerlas... parece como si se levantaran del papel y volaran hacia el subconsciente del lector y allí germinaran.

martes, 18 de mayo de 2010

139. Capacidad de asombro

En mis visitas a algunos blogs he podido comprobar en ellos el sentimiento ante la muerte de algún bloguero desconocido. Pienso que las palabras unen ante el dolor y éstas siempre han sido conmovedoras.
Pero no siempre ocurre así con las imágenes, a pesar de lo impactante que puedan ser algunas.

Ayer por la tarde al salir de mi casa hacia el taller de teatro, me encontré un bloque de pisos de mi barrio acordonado por la policía; una joven se había tirado de un cuarto piso y yacía en el suelo cubierta con una sábana.
Mientras una señora me explicaba esto yo no podía ni escucharla; no conocía a la familia, pero ella insistía y mi cabeza era un signo de interrogación de los porqués del supuesto suicidio.
Me marché impresionada y a la vuelta del taller otra persona me contó que la joven era alcohólica.

Si comento esto es porque en las explicaciones de lo sucedido no vi ningún gesto de asombro ni de condolencia.
El relato de la muerte violenta era el mismo que dan en la noticia de cualquier cadena de televisión.

jueves, 13 de mayo de 2010

138. Eduard Punset


Busco una imagen de Eduard Punset para ilustrar el post y esta es la que más se repite.
¿Será por su actitud, positiva y, en parte, revolucionaria sobre los temas que trata?

El día que pensaba ir a la Feria del libro de Sevilla, una amiga me avisó que presentaba su último libro, así que después de comprar algunos en la Feria, me acerqué al hotel Alfonso XIII para escuchar a Punset.

Sólo lo había visto en televisión, desde el principio del programa Redes en aquel horario imposible, ahora resulta más cómodo seguirlo. En persona es cercano y mucho más cuando habla. Se quedó con el público, que abarrotaba una hermosa sala, nada más empezar. Yo hubiera preferido que ni siquiera lo hubieran presentado, dado que es de sobra conocido.

Primero situó a los seres humanos con relación a nuestro planeta y su velocidad y nos advirtió que mirásemos más las estrellas porque puede que en miles de años no las veamos.
Y una vez quedado claro que sólo nos parecemos a los crustáceos en la cabeza que protege nuestro cerebro, desechó todo el contenido dogmático del pensamiento heredado para decirnos que lo que nos han inculcado no es lo único que cuenta.

Las emociones ocupan casi todo el sitio en nuestro cerebro. Son el equipaje con el que venimos al mundo y lo hemos aparcado en aras de la razón. Ni siquiera la conciencia nos tiene que dar problemas porque los procesos cognitivos no la precisan para tomar una decisión. En la vida tomamos decisiones importantes guiados por la intuición más que por el conocimiento. Aunque estemos predeterminados genéticamente, es la experiencia individual la que incide en la capacidad cerebral.

Después de explicar algunos experimentos vistos en sus programas, como la resistencia o no de unos niños frente al deseo de comer caramelos, nos explicó que no estamos educados para gestionar las emociones con que venimos al mundo, ni lo estamos haciendo con nuestros hijos. Hay que enseñar a manejar las emociones, sobre todo en las primeras edades para que cuando lleguemos a ser adultos no tengamos tantos problemas para saber qué nos pasa por dentro. Distinguir entre la ansiedad y el miedo; concentrar y focalizar nuestra atención. En resumen incorporar a nuestra educación el aprendizaje emocional.

Puso en evidencia que en un mundo globalizado y con los problemas actuales el sistema educativo que tenemos no sirve y que hay que gestionar la diversidad; gestionar lo común siendo dispares, hace falta mucha interrelación para que se produzca la innovación; trabajar cooperativamente y no competitivamente; conciliar el entretenimiento con el conocimiento.

Y con su lenguaje sencillo en todo momento, con esa cercanía y ocurrencia, nos habló de sus nietas y de cómo les explica que nos resistimos, a veces, a cambiar de opinión cuando la materia cambia de sólido a líquido o de líquido a gaseoso. Y que si eso hace la materia, ¿cómo no va a cambiar de opinión una persona si no quiere que los acontecimientos se la lleven por delante?

No sabemos todas las respuestas, pero sí hay adelantos científicos sobre la plasticidad de nuestro cerebro. De todo esto habló para terminar con un consejo más:

“Sí os quedáis parados empequeñece el cuerpo, no veis nada”.

viernes, 7 de mayo de 2010

137. Manos


“Todas las historias son también historias de manos, manos que agarran, que sopesan, que señalan, que unen, que amasan, que enhebran, que acarician; manos abandonadas en el sueño, manos que cortan, que comen, que limpian, que tocan música, que rascan, que pelan, que se aferran, que aprietan un gatillo, que se cruzan.

Te estoy escribiendo.

Y me miro las manos, que quieren tocarte, y me parecen obsoletas, porque hace tanto que no te acarician”.


John Berger “De A para X”

viernes, 30 de abril de 2010

136. Preguntarse

A veces me hago preguntas, como: para opinar, ¿es mejor no saber demasiado?
Realmente ¿sabemos lo que sabemos? ¿Vemos lo que vemos?

Ver o no ver y, si ves, interpretas.

La interpretación, como dice Susan Sontag en su libro “Contra la interpretación” puede ser una estrategia.
“Apareció por vez primera en la cultura de la antigüedad clásica, cuando el poder y la credibilidad del mito fueron derribados por la concepción realista del mundo introducida por la ilustración científica. Se echó mano de la interpretación para reconciliar los antiguos textos con las “modernas” exigencias.

Por tanto, la interpretación presupone una discrepancia entre el significado evidente del texto y las exigencias de (posteriores) lectores. Pretende resolver esa discrepancia. El intérprete, sin llegar a suprimir o rescribir el texto, lo altera. Pero no puede admitir que es eso lo que hace. Pretende no hacer otra cosa que tornarlo inteligible, descubriéndonos su verdadero significado. Sostiene estar revelando un sentido presente en él.

En nuestra época, sin embargo, la interpretación es aún más compleja.
El moderno estilo de interpretación excava y, en la medida en que excava, destruye; escarba hasta “más allá del texto” para descubrir un subtexto que resulte verdadero.

En determinados contextos culturales la interpretación es un acto liberador. Es un medio de revisar, de transvaluar, de evadir el pasado muerto.
En otros contextos culturales es reaccionaria, impertinente, cobarde, asfixiante”.

lunes, 26 de abril de 2010

135. Más amplitud, ¡eso era!

Que al cruzar la calle nos caemos directamente en el arriate.
Ningún problema.
Para que luego digan que no sabemos darle soluciones a las cosas.