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miércoles, 30 de octubre de 2024

636. Las manos vacías

Desde pequeña he visto a las mujeres de mi familia tejer mientras veían la televisión. Pensaba que debía ser muy difícil, de hecho lo probé y me hice tal lío con las agujas y la lana que dije: nunca más, demasiado peligroso.

Me gusta mucho leer, escribir, el cine y el teatro, por este orden y también hacer cosas con las manos. 

Mi madre, que fue una modista muy buena; de ahí este blog, un homenaje a su costurero y sus bellas manos, me enseñó a coser con este razonamiento: “no cosas para la calle que es muy sacrificado, pero sí encontrarás placer en hacerlo para ti, es como cocinar y te será de mucha utilidad”.


No me gustaba coser, comer sí y aprendí a cocinar y a coser, porque cuando ella se empeñaba…


Y tengo que reconocer que se ahorra mucho con las dos tareas y los demás también se benefician. Aunque a mí lo me gusta es reciclar la ropa, ¿quién no le ha cogido el gusto a una prenda comprada, usada y ha tenido que desecharla, sobre todo porque el cuerpo cambia (ojalá las mentes lo hicieran también porque quedarse parados en alguna línea del tiempo que vivimos no me parece muy bueno). 


No me gusta la explotación de las personas en la confección de la ropa, zapatos, etc., lo de “usar y tirar” no va conmigo. 


No he vuelto a coger las agujas y la lana, pero sigo reciclando ropa, bolsos etc., con moderación porque el cuerpo pasa factura.


Mirada y puntada 

Desde que veo series que no había visto (me hablaban de ellas como muy buenas, pero nunca tuve paciencia para ver tantas temporadas), hasta he conseguido relajarme al coser. Me preguntan cómo puedo hacerlo, es fácil les digo, escucho la historia con más interés, como se escucha la radio. La magia de la historia es que te lleva de la mano. En los momentos importantes, paro y miro. Ese pensamiento y hasta mandato tan antiguo que nos animaba a no perder el tiempo no va conmigo. El tiempo no se pierde ni se gana, es toda una convención para producir más.   

Me da satisfacción y por eso lo hago. A veces, miro mis manos y están llenas de cosas. Esas cosas nuestras, las que sean para cada una/o, nos acompañan y nos abrigan porque cuando miramos lo que ocurre fuera da mucho frío.

viernes, 25 de junio de 2021

567. Contrastes

 


¡Un agua, por favor!


A ti de mí


Entre tú y yo

mi risa en tu oído y

el correr de tu pensamiento.

jueves, 3 de junio de 2021

565. Vuelos

Esa noche soñó, pero qué digo, ¿sueñan los pájaros? No lo sé, pero me imagino que este en concreto al posarse en el muro y ver el vacío que había dejado el pino añoraba esos paseos y conquistas por sus ramas. 

Y, cómo no, esos vuelos por esa pequeña parcela tan libre que durante casi un año fue completamente suya.

En su último paseo algo llamó su atención al posarse en el alfeizar de la ventana del cobertizo y aprovechó para colarse dentro. Allí reinaba todavía la quietud.

Buscó a alguien, tan familiarizado estaba con los humanos que le hubiera encantado verlos trabajar y seguro habría intentado una conversación a su manera. Tan solo había un sombrero en un cuerpo inanimado, intentó posarse en él, pero algo llamó poderosamente su atención.

Un vuelo corto y allí estaba él pintado en sus mejores tiempos y casi posando en equilibrio como lo hacía desde las ramas del árbol enorme y frondoso. 

Al menos ella, su pintora, no lo había olvidado y desde lo más hondo de su pequeño cuerpo se lo agradecía. 

Feliz cumpleaños, cariño. Os extrañamos.

lunes, 8 de marzo de 2021

557. Caminos

Si hemos llegado a que este día sea una celebración, aunque no podamos salir a la calle a manifestarlo, es porque muchas mujeres hicieron caminos.

En ese largo camino recorrido por las mujeres para defender sus derechos y para relatar su existir en un mundo de hombres, hoy me apetece recordar a Mary Astell que fue una de las primeras feministas de la historia en defender la alfabetización universal de la mujer.

La R.A.E. nos dice que la alfabetización es la acción de alfabetizar:

De alfabeto1 e -izar. 1. tr. Ordenar alfabéticamente.

2. tr. Enseñar a alguien a leer y a escribir.

Yo lo hice, y esas mujeres me enseñaban a mí más que yo a ellas. Sin tener idea de letras practicaban verdaderos saberes y conocimientos adquiridos de generación en generación. Si le preguntabas por algo lo explicaban porque sabían, es decir, comprendían lo que sabían. Luego con el aprendizaje se sentían felices al poner palabras a las cosas, leer libros y, cómo no, poder defenderse de agresiones, etc.

Mary Astell sentaba las bases de la emancipación de la mujer y de una educación en igualdad. Así:

La incapacidad, si es que existe, no es natural sino adquirida; […] no hay razón alguna por la que las mujeres deban contentarse con ser un cero en el mundo, sin ningún valor a menos que acompañen a otro.” (Una seria propuesta para las damas, con el fin de progresar en su verdadero y gran interés. Por una amante de su sexo, Mary Astell).

Para ella, lo importante no era la acumulación enciclopédica mecánica y memorística de conocimientos, sino la destreza en el razonamiento oral y escrito, en definitiva, en la capacidad argumentativa y reflexiva nacida del espíritu crítico, imprescindible para el disfrute de las experiencias vitales. 

Fuente: https://www.elsaltodiario.com/el-rumor-de-las-multitudes/mujeres-atrevieron-saber...-actuar

jueves, 10 de septiembre de 2020

545. El costurero


Hoy cumple este blog 13 años, una fecha que me gusta porque le gustaba también a mi madre que no era supersticiosa.
Y no está de más que recuerde que este blog lo inicié porque necesitaba soltar cosas, es decir, escribir sobre lo que me apeteciera y como mi madre fue modista y ya no estaba conmigo, lo nombré El costurero y se lo dediqué a ella.
Y, cómo no, también he actualizado la foto de su costurero porque todavía es el que seguimos utilizando para alguna que otra costurilla o tijeretazo.
Las cosas si se cuidan casi ni envejecen. Un reto, incluso, la renombrada obsolescencia de las mismas puede que la inventara alguien, no sólo para aumentar las ventas, sino para que sus cosas no le superaran en edad.

Pero está bien que duren y, aunque cuando hacemos limpieza hay quien se deshace de casi todo por uno u otro motivo... Sé de un caso que debido al dolor de la pérdida de un ser querido se deshizo de todo lo que le hacía recordarlo. Pero como también existe el paso del tiempo que cura las heridas, llegó un día que echó de menos algunas cosas. Lo que guardamos en la mente se modifica al recordarlo y se olvida. Es entonces cuando algún objeto se nos hace presente por medio de esa sinestesia maravillosa, y nos trae, no sólo el recuerdo, sino el momento vivido con esa persona.
Creo que fue en la segunda película de Isabel Coixet, ‘Cosas que nunca te dije’, la protagonista que sufre no de pérdida, sino de desamor, comenta que ha abierto una hucha para guardar los momentos felices vividos con la persona que la ha dejado.
Es tan corta la vida y surgen tantos problemas y escollos que por qué no guardar esos momentos o esas cosas mediante el canal que cada persona escoja si eso nos trae felicidad.
Quiero daros las gracias a todos/as por pasar por aquí y os deseo calma para buscar esa felicidad que, en estos tiempos de pandemia, tanto escasea.  

viernes, 28 de agosto de 2020

543. Idea Vilariño


No quería dejar pasar agosto sin citar a una de mis autoras preferidas en el centenario de su nacimiento. Idea Vilariño, poeta uruguaya, hija de padre anarquista y poeta, de ahí su nombre: Idea. Fue una de las grandes creadoras del siglo XX, docente y traductora de reconocido prestigio académico. Su obra apela al lenguaje coloquial y lo renueva, escribió por amor a la palabra, escueta y certera. Su poesía llega como una flecha, como la vida que vivió con intensidad y pasión. Habla de la soledad, la muerte, el vacío y el amor a Onetti sobre todos. Decían de ella que tenía ese pájaro azul de los poetas: Idea era una persona lindísima que nos marcó a todos.


Todo es muy simple


Todo es muy simple mucho
más simple y sin embargo
aún así hay momentos
en que es demasiado para mí
en que no entiendo
y no sé si reírme a carcajadas
o si llorar de miedo
o estarme aquí sin llanto
sin risas
en silencio
asumiendo mi vida
mi tránsito
mi tiempo.

Fuente poema:https://www.cultura.gob.ar/centenario-de-idea-vilarino-9386/

domingo, 8 de marzo de 2020

527. Un hombre entrañable


Sí, porque también los hubo, los hay y los habrá. Y yo quiero traer hoy a uno en el día de la mujer, José Luis Cuerda, uno de los más grandes directores que ha dado el cine español.
Y no por llevar la contraria, sino porque si contamos cada vez más con hombres que se sumen a nuestras reivindicaciones haremos más fuerza.
Y porque no hay que perder el sentido del humor. Ahí van algunas frases que le dedica a su nieta en sus, “Memorias fritas” que me parecen geniales:

Venimos a este mundo como venimos. Hechos una pena. Y sin conocimiento. Nadie nos pregunta si nos apetece. Si nos conviene. Si es el momento oportuno. O el lugar. O la compañía. Hay familias en las que no interesa nacer bajo ningún punto de vista. Y vidas que no vale la pena vivir porque, pena tras pena, son un martirio.
¿Hubiera preferido yo una Manuela que naciera con el análisis hecho y la conclusión tomada de que venía a un cenagoso valle de lágrimas? Para nada.
Le advertí que ese comportamiento suyo era inadecuado, que no sabía lo que le esperaba, que este mundo estaba sembrado de trampas. Siguió sonriendo. A los pocos meses gateaba a gran velocidad.
Me llevé una alegría: «Sabe huir», deduje. Menos mal. Gran consuelo. Cuando, semanas después aprendió a negar, con enérgico zarandeo de cabeza, casi todas las propuestas que se le hacían, dije: «Ya está. Ya sabe lo fundamental». Decir que no.

Manuela, va por ti. Que este que será tu pasado te produzca, visto a distancia, tantas risas como cabreos nos mete en el cuerpo a los que hoy lo padecemos.

viernes, 8 de marzo de 2019

497. Esos detalles todavía...


Decía Mafalda en una de sus tiras y mirando una foto de su madre: ¿por qué me has ocultado que fuiste mi hermana? Muchas veces el espejo nos devuelve la imagen de quien nos trajo al mundo. Pero esto no ocurre solo en el parecido. Yo me sorprendo al hablar expresando alguna frase de mi madre sin darme cuenta. A veces, quien me escucha me la recuerda con un: esto lo decía tu madre. Las palabras, las frases, las aseveraciones que escuchamos, dependiendo del entorno de nuestra educación, las llevamos grabadas en la piel como arrugas en el cuerpo. Y estoy atenta, porque no quiero, ni siquiera en el día a día, que salgan expresiones machistas por mi boca.
Es tanto lo que nuestras madres han vivido y algunas sufrido en otras épocas, que se sorprenderían de lo que hemos cambiado. Pero no es bastante, porque algo de ese ambiente nos tocó, esas actitudes y hechos a los que todas nos rebelamos e intentamos cambiar, y que muchos retrógrados quieren que vuelvan para no perder sus privilegios.
Por suerte yo tuve una madre con carácter que no permitió ningún abuso, yo heredé su rebeldía, pero ninguna de nosotras podemos dejar de estar atentas al lenguaje que utilizamos, porque éste también va matando en vida.

Buscando una imagen de Mafalda en la red, me gustó la que encontré en este blog. Gracias a su autora.  

lunes, 10 de septiembre de 2018

482. Celebraciones


Estamos vivos y es bueno celebrar lo que acontece. Yo me alegro hoy de llevar con mi blog once años.

También en este aniversario tengo la satisfacción que me ha acompañado todo el verano y en adelante: la segunda edición de mi libro.

Y como no hay dos sin tres, añadir que me siento feliz y orgullosa de estar tan bien acompañada por estas magníficas escritoras: Maribel Andrés Llamero (a quien no tengo aún la suerte de conocer en persona) y Miriam Palma, que ya conocéis por las reseñas que he puesto aquí.

Una última cosa, para mí muy importante, daros a quienes me acompañáis con vuestros comentarios infinitas gracias.

A veces en la vida los sueños se hacen realidad. No dejéis de soñar.


Este verano me he tomado un descanso de redes, pero es un placer traer aquí el anuncio que puso mi editorial. Muchas gracias y abrazos.

jueves, 8 de marzo de 2018

martes, 2 de enero de 2018

460. Tirar del hilo


¿Por qué somos como somos?
¿De dónde viene ese rasgo que en algún momento surge en nosotros y no reconocemos? O sí.

Mirando la tira de Mafalda se me ocurrió tirar del hilo y me vinieron a la mente mis dos abuelas, quizás también, aunque me resista, por el efecto que la navidad produce.

Tuve la suerte de disfrutar de las dos porque fui la primera nieta de ambas familias. Eran bien distintas, tanto de fisonomía como de carácter. Entrar en cada casa de mis abuelas era como entrar en la penumbra (algunas casas de pueblo parecían túneles), o en la claridad. No había tristeza en la primera, era más bien como una especie de recogimiento. Como el que yo hacía al recostarme en el regazo de mi abuela; me introducía en un almohadón redondo, extenso y mullidito. Desde ahí le acariciaba la papada que colgaba por su edad, jugaba con ella o le acariciaba su moño pelirrojo. Allí, a su casa, recalábamos mis primos y yo cuando nuestros padres se iban al cine o al teatro y nos fugábamos a la plaza contigua a jugar al escondite. Esas visitas y encuentros eran toda una fiesta.

Entrar en la segunda, la claridad, era mi salvación cuando el cielo se enfadaba y barruntaba tormenta. A mi madre le daban pánico y no me dejaba salir de casa. Le buscaba las vueltas, me escabullía como pez y me escapaba a la de mi abuela, su madre. Allí se abría la puerta y las ventanas para contemplar el espectáculo que el campo y el cielo ofrecía. Al fondo, risas de niños y niñas en la Miga (así se llamaba entonces a la Guardería infantil de ahora) que tenía mi abuela y que, a veces, llamaban “escuela de cagones”. De físico enjuto, puro nervio, su rasgo más característico era su fino humor y, para mí, el tono de su voz. Me encantaba observarla mientras guisaba en la pequeña cocina; a la vez iba y venía a poner orden entre los peques que la seguían por el olor que desprendían sus buenos guisos, y más de un hambre quitó a algunos niños además de cuidarlos.

A mis dos abuelas, a mi madre y a mi amiga Rosa, que me regaló la tira de Mafalda, les dedico hoy este post, en una fecha, para mí, importante porque hoy cumplo un año más y sigo escribiendo.

No dejemos de hacernos preguntas y de reír siempre que podamos. Es mi deseo para este año recién estrenado.


domingo, 10 de septiembre de 2017

448. Estamos de aniversario gordo

Sí, porque ya veis los que cumple este blog.


Me encanta, además, que el número de la entrada termine en ocho, aunque la entrada número 500 hubiera sido más redonda, pero este verano he publicado poco, por otras cosas que contaré en su momento.

Lo que sí quiero es dar las gracias a todos y a todas por acompañarme con vuestros comentarios. Y, también, a quienes solo han leído o no, y se han marchado.

A mí escribir en el blog me sigue dando satisfacciones, aunque el uso de las redes está más de moda y es más inmediato. Yo aquí me siento como en casa, escribo lo que quiero y como quiero, a veces, con multitud de errores, que agradezco, de paso, a quien se molesta en corregir, otra forma de aprender.
Cuando entro en la red me da la sensación de que he salido a dar un paseo por una ciudad y me voy encontrando con personas que conozco o no, y en mi timidez solo acierto en decir hola y adiós. Una torpeza por mi parte porque está demostrado que las redes sirven para más cosas.

Yo he aprendido mucho de quienes me visitáis y pretendo seguir aprendiendo. Y no me alargo más, solo deciros que seguiré aquí hasta que el cuerpo aguante.
La foto es mía, me gusta celebrar las décadas, así que este aniversario se merecía encender mis propias velas.

GRACIAS Y ABRAZOS.  

miércoles, 28 de septiembre de 2016

418. Aquí sigo, cosiendo palabras

Pasa todo tan rápido que las fechas del almanaque vuelan delante de nuestros ojos sin darnos cuenta. Por suerte sigue estando la fotografía, ese instante que guarda.
Estaba de viaje y como un recordatorio apareció este rincón:

Y para que no me olvidara, días después estas enormes tijeras:


Son nueve años escribiendo o cortando telita, tela en este cajón de sastre, y todo porque, a pesar del vaivén de los blogs, seguís pasando por aquí y vuestros comentarios me animan a seguir. Muchas gracias.

viernes, 22 de julio de 2016

413. Nada se pierde

Si leo poesía ella aparece y no es la musa, o tal vez sí. Es Rosa con su vitalidad con su saber apreciar el tono, la forma, los susurros. 
Sólo ella sabía leer entre líneas lo oculto. Tanto del poema como de la vida. 
Es una presencia, su cara llena de arrugas: sabiduría, su pícara sonrisa: travesura, sus ojos escudriñándolo todo: inteligencia, su voz saliendo de lo más hondo: calidez.
Ahora ya tienes, Rosa, quien traerá en sus genes ese gran legado: una nieta preciosa que ha nacido justo al año de tu ausencia.

MAR

Me ha encantado volver a verte.

Tus formas
tu olor
tu color
tu sonido.

De enfado
de calma.

De no entender.

Rosa Guzmán,
Chipiona, 25 de enero de 2014.

viernes, 29 de enero de 2016

397. Arena


Arena de mi cuerpo
granos de arena de mi cuerpo
que has ido cambiando con los días
y sin embargo no has perdido la forma.
Tanto tiempo guardando mi cuerpo
soporte de una caricia y mil llagas
te has rendido de cansancio, de tedio.
Has estado oyendo sin remedio
el pasar de mi sangre
pegada como cemento a mi osamenta
con músculos que ya no sostienen nada
y mi más preciada nervadura
se sacude diariamente de ese fino polvo de arena.
Que ya apenas late
   y sin embargo existe.  

Rosa Guzmán

Dedicado a las cumpleañeras de enero. 
La foto pertenece a Elisa Mellado.

jueves, 10 de septiembre de 2015

385. Escribir año tras año

Y es que mantener un blog lleva su tiempo. Me gusta escribir en él y me encanta entrar en otros blogs en mi tiempo libre. Aprendo en ellos más que en otras páginas, pero a veces no puedo haceros una visita a todxs y lo siento de veras, por eso os quería agradecer una vez más vuestras opiniones.
Hace ocho años que comencé este cajón de sastre y sólo me ha dado alegrías, ¿quién si no me iba a leer sin publicar? Escribo por placer, pero es más el placer de encontraros en esta “mesa de camilla”, como dice una amiga mía, a quien le gusta leer vuestras opiniones casi más que las entradas, es broma, Vir, me encantan tus comentarios.

Y hablando también sobre las cosas, las que nos mueven y las otras. “El cuidado de las cosas”, pensé sería el título de esta entrada-aniversario, porque las cosas nos sobreviven si no las tiramos, claro, pero ¿cómo tirar algo que perteneció a un ser querido, si ellos permanecen en ellas? Yo no puedo, por eso quería deciros que el costurero que sirvió de inspiración lo sigo usando porque era de mi madre, como el aro que soporta las pinzas de la ropa que hizo mi padre, que sigue extrañando y dando juego a los peques nos visitan.

Es muy curioso este mundo-blog y cómo nos ocultamos sobre todo al principio. 
¿Alguna vez buscáis quién hay detrás de las palabras?  He estado leyendo mis primeras entradas y me han sorprendido. A propósito, tengo que cambiar mi foto de perfil, porque este año he dejado de teñirme el pelo, qué tontería el tinte ¿verdad? ¡Lo que cuesta desterrarlo! Más o menos como dejar de fumar, así que me dije: si tú no fumas a qué esperas, y decidí ir soltando lastre, aligerar la mochila de cosas vacías que me ocupan tiempo, en definitiva, sentirme más libre.

Abrazos agradecidos por estar aquí.

sábado, 6 de junio de 2015

378. Verosímil


De ti
me gusta el colmo
Lo demás -la verdad- me atrae sin cuidado. 
 Anaý Salas

domingo, 7 de septiembre de 2014

352. Ir y venir

De libro a libro, porque siempre que voy y vengo me acompañan. Lo que pasa es que unos pesan más que otros y no sé si queriendo o por azar, o quizás temiendo que en un futuro no pueda con ellos, este verano he leído todos los voluminosos que tenía pendientes junto con los regalados. Mencionarlos aquí, es porque quiero celebrar con un post sobre libros que este blog cumple siete añitos el miércoles próximo. Como era mi intención al crearlo, este es un costurero a modo de cajón de sastre, y sin ellos, sin mis lecturas, que son fuente de inspiración para escribir, no tendría razón de existir. Así que como si de una comida se tratara, al fin y al cabo lo que hacemos con lo que leemos es una digestión en el cerebro, ahí va mi menú de este verano.

APERITIVOS
Para relajarse del curso, tontamente, tomando el sol, vuelta y vuelta. Dos mujeres en Inglaterra sin sol, sin vida y leyendo un anuncio: Para aquellos que aprecian las glicinas y el sol. Se alquila pequeño castillo medieval italiano amueblado durante el mes de abril. Permanecen los sirvientes necesarios. Z, Apartado 100, The Times. En 1922, que fue cuando su autora Elizabeth von Arnin lo escribió, ni los transportes ni compartir vivienda estaban como ahora a la orden del día.

Para comprender por qué funcionó bien el boca-oreja, como los consejos de un buen agente, etc. De lo que pude cerciorarme es que María Dueñas, su autora, no ha cosido un vestido en su vida, además, de fiesta y en un plis plas, como parece que lo hace su protagonista mientras pone en marcha negocios lucrativos, y saliendo de la nada a ejercer de espía y de las buenas.


               PRIMEROS PLATOS


Hay que leer a la Almudena actual que se ha remangado para contar lo que desconocemos aún de nuestra propia historia por boca de sus protagonistas. Novelado, sí, pero real porque hay hechos que lo demuestran.
  
Estaba esperando un verano tranquilo para leerlo, 1111 páginas en edición bolsillo, I65 personajes más otros secundarios, nombres y apellidos rusos, alemanes etc.
Se nota que Vasili Grossman trabajó de reportero, el libro está plagado de escenarios distintos. No podía ser de otro modo para reflejar todo lo que abarcó la batalla de Stalingrado. Su autor nos muestra mientras duró todos los frentes de la vida en guerra. Una obra de gran envergadura que nos avisa del peligro del totalitarismo en cualquier tiempo.


Para suavizar (a modo de sorbete de limón, o eso pensaba yo). 
Podría parecer una comedia, pero no. Lo que aquí muestra Oliver Sacks son veinte historias médicas de pacientes perdidos en el laberinto la percepción. Un estudio que, como nos dice en el prefacio del libro, podríamos llamar “neurología de la identidad”, pues aborda los fundamentos nerviosos del yo, el viejo problema de mente y cerebro. Ese misterio de la mente humana que él trata de comprender y que su lectura te deja perpleja, pero mejor abstenerse hipocondríacos.

                                              SEGUNDOS PLATOS


A estas alturas de la comida cómo no sacar a relucir la familia americana y su modo de vida. Para eso, además de Carver, leer a Jonathan Franzen, que la desmenuza hasta el punto de estar cansada de Patty, sobre todo al principio del libro, luego ya no, el libro engancha. Los personajes están tan bien definidos que cuando busqué la imagen del autor vi en él al marido de Patty tal como yo me lo había imaginado.




Guiándome de las falsas expectativas con que las editoriales a veces anuncian sus libros. A Karoo, del que no conocía nada, salvo la excelente portada de Miguel Brieva, lo compré para un regalo. Steve Tesich nos muestra a su protagonista de igual apellido que el título, como un hombre adicto al caos y enganchado al desastre, pero no falto de conocimiento sobre su persona; la novela es él, y nos advierte que la verdad ha perdido su poder, o el poder que tuvo alguna vez, para describir la condición humana. Lo único capaz de revelar lo que somos son las mentiras que contamos.

                                         POSTRES
 He unido estos dos libros de Alison Bechdel porque no puede ir el uno sin el otro, ya que el segundo “¿Eres mi madre?” es como ella misma dice en una de sus viñetas “un metalibro” en él cuenta lo que le llevó a escribir el primero, “Fun Home”, que me gustó más. Frases como: Crecí resentida por la forma en que mi padre trataba a sus muebles como hijos y a sus hijos como muebles. ¿Qué sentido tiene fabricar algo a lo que es tan difícil quitarle el polvo? Mis padres me resultaban más reales en términos ficticios. Los dos, en especial el segundo, son constantes referencias a otros libros, algo que sirve para tirar del hilo. Os paso su página para quien no haya visto sus dibujos.
                                                  COPAS
Sólo deciros que espero no haberme convertido en el “lector pasivo” de Cortázar en Continuidad de los parques porque no lo podría celebrar el año próximo. Gracias por vuestras visitas que me animan a seguir. Os dejo con Cortázar como brindis final.

miércoles, 25 de junio de 2014

347. De mí para ti


Tu mano en mi mano
tu todo en mi poco...

somos nadie y somos
tan sólo nosotros...


Benedetti