miércoles, 31 de marzo de 2021

559. Más días raros

Como los del año pasado, como en las recientes navidades. Por ponerle más pegas a la pandemia y a su contención, creo debería haber comenzado en nuestro invierno. Ya son dos primaveras, “bichito”, las que por tu culpa no podemos admirar el campo en su esplendor.

Por suerte tenemos libros, podemos ver cine, me estoy imaginando cuando quiera recordar todo lo que he leído y visto en este tiempo… Por si acaso guardo archivos para llevar la cuenta.

También sirven estos días para revisar, aligerar armarios y tirar cosas. Esto para mí es una penitencia por usar una palabra que venga bien con las fechas.

Por ejemplo, aún guardaba una maleta con libros de mi madre, bien conservados.

Como ya creo haber mencionado, mi madre era modista y lo que más le gustaba hacer para reponer fuerzas era sentarse en su mecedora y leer, sobre todo novelas de Agatha Christie y Corín Tellado entre otras.

Intriga y pasión; pero la verdadera intriga es la nuestra porque cuando ya no están y seguimos viviendo llegamos a la conclusión: ¿hasta qué punto conocimos de verdad a nuestros padres? Pero ese es otro tema.

Me gusta Agatha y más el libro que escribió Ven y dime cómo vives, un periplo por Oriente Medio acompañando a su marido Max Mallowan, arqueólogo. Participa con él en las excavaciones y soporta incomodidades, pero con su sentido de la observación y su humor busca el lado divertido para hacer de este libro una delicia.

A Corín no la he leído. La busco en Internet y lo primero que sale es su página en Wikipedia:

5000 novelas y relatos en su haber entre 1946 y 2009, y que fueron traducidas a 27 idiomas. El haber vendido más de 400.000.000 de ejemplares de sus novelas la llevó a ser reconocida como la autora más vendida en idioma español según en el Libro Guinness de los récords de 1994, y ya en 1962 la UNESCO la había declarado la escritora española más leída después de Miguel de Cervantes. Sus obras continúan siendo, reeditadas en formato digital.

Se pueden hacer lecturas de su éxito, incluso, del rostro que han buscado para la foto, pero ahí va el dato.

domingo, 21 de marzo de 2021

558. Zapatos rotos

A medida que Paola avanzaba por el paseo se miraba las uñas de los pies pintadas en rojo burdeos que sobresalían de sus sandalias azules de tiras. Los dedos en perfecto orden de mayor a menor. Era verano y vestía una falda larga de seda vaporosa, ideal para el calzado plano que prefería durante el día. Así caminaba hacia el cumpleaños de una amiga. Se sentía esplendorosa. Una camiseta roja a juego con las flores de la falda que se bamboleaba a cada paso. El abanico que siempre la acompañaba colgaba de su cuello con una cinta roja también. Todo en ella bailaba con sus andares. Tropezó al subir un escalón y comenzó a andar raro. Se miró los pies y se asustó porque sus sandalias, como por arte de magia, se estaban deshaciendo. Caminaba y dejaba un rastro de goma negra deshecha, sus zapatos la estaban abandonando…

Se consoló pensando en que esa misma noche para la despedida de soltera de su hermana tenía preparados sus zapatos de japonesita, así los llamaba por el tacón de contorno suave y diferente. Negros. Con sólo una tira trenzada y cerrada en una hebilla; todos los dedos al descubierto, pero muy cómodos por la anchura de la tira. Para lucirlos mejor llevaría unos pantalones de seda con el bajo ancho y a media pierna. Arriba un top ajustado para lucir su piel morena. Estaba preparada para bailar cuanto quisiera.

Y así fue, bebió y bailó todo lo que pudo. Alguien en la pista de baile se cayó a su lado. Ayudó a la joven a levantarse y ésta le dijo al oído: se te está partiendo el zapato.

Ni siquiera el zapatero pudo hacer nada con ellos.

Texto inspirado en la frase del cuento Los zapatos rotos: los zapatos no son ya para mí algo esencial” del libro Las pequeñas virtudes de Natalia Ginzburg.

lunes, 8 de marzo de 2021

557. Caminos

Si hemos llegado a que este día sea una celebración, aunque no podamos salir a la calle a manifestarlo, es porque muchas mujeres hicieron caminos.

En ese largo camino recorrido por las mujeres para defender sus derechos y para relatar su existir en un mundo de hombres, hoy me apetece recordar a Mary Astell que fue una de las primeras feministas de la historia en defender la alfabetización universal de la mujer.

La R.A.E. nos dice que la alfabetización es la acción de alfabetizar:

De alfabeto1 e -izar. 1. tr. Ordenar alfabéticamente.

2. tr. Enseñar a alguien a leer y a escribir.

Yo lo hice, y esas mujeres me enseñaban a mí más que yo a ellas. Sin tener idea de letras practicaban verdaderos saberes y conocimientos adquiridos de generación en generación. Si le preguntabas por algo lo explicaban porque sabían, es decir, comprendían lo que sabían. Luego con el aprendizaje se sentían felices al poner palabras a las cosas, leer libros y, cómo no, poder defenderse de agresiones, etc.

Mary Astell sentaba las bases de la emancipación de la mujer y de una educación en igualdad. Así:

La incapacidad, si es que existe, no es natural sino adquirida; […] no hay razón alguna por la que las mujeres deban contentarse con ser un cero en el mundo, sin ningún valor a menos que acompañen a otro.” (Una seria propuesta para las damas, con el fin de progresar en su verdadero y gran interés. Por una amante de su sexo, Mary Astell).

Para ella, lo importante no era la acumulación enciclopédica mecánica y memorística de conocimientos, sino la destreza en el razonamiento oral y escrito, en definitiva, en la capacidad argumentativa y reflexiva nacida del espíritu crítico, imprescindible para el disfrute de las experiencias vitales. 

Fuente: https://www.elsaltodiario.com/el-rumor-de-las-multitudes/mujeres-atrevieron-saber...-actuar