jueves, 30 de septiembre de 2010

161. Demasiado frágil para vivir y demasiado viva para morir

Esto no es una simple herida, es una sangría lo que están haciendo conmigo.
No, no os asustéis, no sangro, no al menos como vosotros, las mías son otra clase de heridas. Alguien que me viera pensaría que me están restaurando como a esas mujeres que después de pasar un crudo invierno las preparan para lucir sus cuerpos al sol.
Bien es verdad que primero intentaron parchearme, pero claro, fue inútil, la edad no perdona.
Yo los oigo, “aquí hay que subir, abrir y subir, y atrás también, es imprescindible”.
También dicen que voy a quedar estupenda, aunque tengo mis dudas porque estas técnicas nuevas no las conozco.
Si no es porque me caía a pedazos, tampoco lo hubiera demandado. Observo los dibujos que hacen sobre mi envejecida piel. Como está curtida: cincelan, martillean, abren huecos donde no los había, rellenan, estiran...
Por fuera voy a quedar igual, así debe ser para estar de acuerdo con el entorno, pero por dentro más nueva, de acuerdo con mi naturaleza, siempre he dicho que la juventud va por dentro.
Aún queda, pero ya se aprecian los resultados después de tirar tabiques y abrir ventanas. Estoy contenta, ahora veo el cielo y los árboles de la parte de atrás.
Y, cuando todo acabe, acudiré a mi memoria para contar todo lo visto y lo que veré, porque las historias, y quienes las protagonizan, siempre van unidas a los lugares, los objetos y las casas. Nosotras no morimos, yo hago que circule y avance la vida, la muerte y de nuevo la vida entre mis muros y... ya os contaré lo que acontece.

Un árbol

Los fines de semana me dan un respiro. Ellos, los que no conozco, dejan de toquetearme y moldearme. En la quietud, interrumpida sólo por un rumor de agua, me voy acostumbrando a nuevas formas y oquedades.
Otra herida, de un amigo y compañero, siento hoy como mía. Bien es verdad, que todos han estado de acuerdo en que era inevitable cortar el viejo árbol cansado de dar frutos jugosos: el naranjo ocultador de juegos.
Ramas abanicando siestas entre sus flores; vida, sombra y olor en primavera; naranjas en mañanas exprimidas, que unas manos en visita furtiva, están arrancando laboriosas. ¿Qué hará con ellas? Hojas y fruto verde guarda en una bolsa con cuidado, mientras, en sus ojos alguna lágrima adivino. Antes de cerrar la bolsa aspira con cuidado las ramas del árbol ya cortado.
Olores de una casa que se pierden, otros vendrán, más no serán los mismos.
No estés triste, mujer, plantarán otro. Y podrás disfrutar en este espacio abierto de otras voces queridas, y seguirán los pájaros con sus alegres trinos.

viernes, 24 de septiembre de 2010

160. Peligro


Biografía

No cojas la cuchara con la mano izquierda.
No pongas los codos en la mesa.
Dobla bien la servilleta.

Eso, para empezar.

Extraiga la raíz cuadrada de tres mil trescientos trece.
¿Dónde está Tanganika? ¿Qué año nació Cervantes?
Le pondré un cero en conducta si habla con su compañero.

Eso, para seguir.

¿Le parece a usted correcto que un ingeniero haga versos?
La cultura es un adorno y el negocio es el negocio.
Si sigues con esa chica, te cerraremos las puertas.

Eso, para vivir.

No seas loco. Sé educado. Sé correcto.
No bebas. No fumes. No respires.
¡Ay sí, no respirar! Dar el no a todos los nos.

Y descansar: Morir.


Gabriel Celaya


Esperanza

Las imágenes (dibujos), como el poema pertenecen a la página de Gabriel Celaya, si pinchan es su nombre podrán disfrutar de ella.

sábado, 18 de septiembre de 2010

159.Trastocar


¿Paseamos sólo cuando andamos? Poner los pies en el suelo es toda una declaración de intenciones: pisar, aplastar, poner zancadas, dar puntapiés, patadas. A todo y a quien nos estorba.

Eso y echar la culpa a alguien o algo intangible, es algo que hacemos casi sin darnos cuenta.

Lo único que justifica una catástrofe es la fuerza de la tierra, ésta gobierna sola y cuando quiere reventar lo hace mediante volcanes, terremotos etc.

No voy a negar la crisis, los números cantan y la estamos sufriendo, pero si miramos atrás en el tiempo seguro encontraremos situaciones peores. Encontrar culpables es el mejor recurso para no hacer nada, para acostarnos en pos del destino o pensar que alguien proveerá.

El pesimismo genera más pesimismo y la crítica destructiva igual. Generalizar al hablar de los jóvenes cuando deberíamos aprender de muchos de ellos, que al menos intentan ser creativos, siendo su futuro más incierto que el nuestro, es destruir más aún. Y sobre los “ninis”, ese querer conseguirlo todo sin esfuerzo, ¿acaso podemos evadirnos de la responsabilidad de su educación?.

Mientras tanto las élites de todo tipo no hacen sino enredar. De esta forma es fácil llegar a una situación de no color, de dejar nuestras vidas en manos de otros. Como no contrarrestemos desatando nudos, nos veremos cada vez más envueltos en ellos.

viernes, 17 de septiembre de 2010

158. Complacencias

Quería haber subido antes algo que escribí hace unos días, y venía pensando que ya estaba bien de autocomplacencia y de felicitaciones.

Pero me vais a permitir que siga en ello, se está verdaderamente agusto, para enlazar el blog de enric batiste y agradecer la entrada de ayer, 16 de septiembre, que ha dedicado a mi alias "nadie".

viernes, 10 de septiembre de 2010

157. Caracoleando





Como hoy cumple este blog tres añitos quiero dedicarle esta entrada a mi fotógrafo, Manuel Alonso, que para eso es el autor y porque la serie lo merece.

sábado, 4 de septiembre de 2010

156. Aprender

Siempre hay que recordar que no hace falta aprender lo que uno ya es capaz de juzgar. Por tanto, si sólo se quiere juzgar, ya no se puede aprender nada más.

Rudolf Steiner