domingo, 18 de agosto de 2019

510. Porque un cielo...




...en un infierno cabe.



domingo, 11 de agosto de 2019

509. La roja


Sí, roja como la mesa es este verano la pala matamosca que su padre le ha comprado. Ni que decir tiene que el niño no deja insecto con cabeza.
Este que ve, parece un moscardón y hace que su carita muestre un instinto de agresividad en aumento. Mientras su padre ufano lo anima; su madre, a la que no le hace gracia que a ella también le propine algún paletazo, “de broma”, como se justifica siempre el niño.
En un abrir y cerrar de ojos, lo agarra por los tirantes de niño-hombre, le quita la pala, lo vuelve hacia ella y le dice con “todo el cariño”:



-¡Déjalo, que está aprendiendo!

viernes, 2 de agosto de 2019

508. Hablé con ella

¡Cómo me sigas contestando así te vas a ir a vivir debajo de un puente!
Y eso mismo le pasó a la vendedora de sombreros de paja, pero como me contó ­-sólo para simplificar, dijo- no la echó su madre.


Se enamoró perdidamente del hombre equivocado, un aventurero que la conquistó con su labia y para que se durmiera la envolvía en sábanas de leyendas lejanas.

Hasta que el mismo puente, además de cobijarlos, fue conociendo a cada uno. Tanto sentimentalismo para despertar compasión en ella le chocaba
Adelantándose a su vejez, el puente se desprendió de su piel.  Sucedió una noche que a él, bañado en alcohol, no le salían las palabras.

Ahora, cada vez que alguien pasa por debajo puede ver el perfil de ella dándole la espalda y el de él desdibujado.

Y ahora, también, comprendo la felicidad del rostro de la vendedora cada mañana al vender su mercancía a quien pasa.
Por cierto, me compré el sombrero.