jueves, 23 de abril de 2015

374. Sevilla también es esto

No todo es capillismo y folclore en Sevilla, hay cosas que se mueven, unas acaban por falta de visión cultural y rancia de las instituciones, y otras comienzan, y de entre todas surge la esperanza de que la cosa cambie que falta hace.

Primero quiero felicitaros en el día del libro con mi última lectura disfrutada: “Lo que me está pasando, diario de un joven emperdedor” Lo último publicado de Miguel Brieva y presentado en Sevilla. Quien esté cerca puede encontrarlo en la librería “La Fuga”.
En formato de novela gráfica y en palabras de su autor lo que hace es “exorcizar la realidad a base de desmantelarla, de parodiarla, de mostrarla en toda su desnudez”. Para Miguel Brieva: “la ambición última de esta historia es apuntar que este fracaso no es en modo alguno personal, no es un problema de nadie en concreto, es consecuencia de un gran fracaso social, de un modo de vida errado de raiz. No hay salidas individuales posibles, eso es una fantasía. La mejoría de las cosas pasa necesariamente por una recuperación de lo común, y por una renuncia a ciertos lujos materiales que tampoco nos hacen felices".

Asistimos al último ZEMOS98  un festival que desde su creación ha procurado ahondar en “lo común”, pero que este año cerraba sus puertas por motivos explicados en esta carta.

Lo ahogaron los que en este país se encargan de la cultura oficial, a quienes sólo les interesa un tipo de cultura que no altere el orden establecido. Pero lo que no podrán ahogar es la imaginación y las ganas de construir en vez de destruir, y eso lo saben hacer de sobra lo que crearon este festival.

De entre todo pudimos ver a BelénGopegui. Resultó tan cercana y entrañable que daban ganas, además de darle las gracias por todo lo que de forma tan visual y sencilla planteó, de abrazarla. Más aquí.

Y el sábado pasado dos actuaciones como despedida. La primera "Hacia un ruído" Cuando entramos en el teatro Alameda unos carteles grandes compuestos de palabras sin significado aparente llamaban la atención. Al comenzar su  actuación, Fran dijo “Esto va sobre la escucha y la espera”. Pero hay sobre todo PALABRA, POEMA, SONIDO, y es una obra que va mutando, haciendo, como dijo María “de una historia vieja, una nueva”. De lo que no cabe duda es que es una acción creativa, rica e innovadora.

La segunda y cierre: la presentación del disco “Voces del extremo”.
Como es mejor escucharlo, leerlo y pensarlo os lo podéis descargar junto con sus letras en esta página.

jueves, 16 de abril de 2015

373. Cosas mías

¿Qué manías puede tener un escritor que no aspire a la gloria al escribir? Porque los que aspiran a ella, cada vez son más y éstas aumentan:
Que si tengo que tener mi taza favorita cerca con té, café..., nadie dice alcohol, con lo que ayudó a muchos...
O un lápiz de cada color para corregir.
O más bien esperar que la luz del amanecer ilumine la página.
Una foto, un póster, una pila de libros favoritos alrededor del portátil, algo que abrigue de la soledad y el frío blanco de la página.
¿Por qué no le preguntan a un dentista que manía tiene al sacar una muela?
Extraer, de eso se trata y seguro hay quien se lo piensa, le cuesta y se inventa algo o todo, como nos inventamos el vivir.
Quizás escribir de pie como hace Hemingway en la peli Hemingway y Gellhorn con la guerra de fondo sea la clave para escribir bien, porque sentados...
Mientras escribo estoy pensando cuál podría ser la mía. Ya está, voy a pedir que alguien me ayude a hacer el pino. Quiero que me baje la sangre a la cabeza porque me quedo sin ella de leer lo que leo.


No quiero dejar pasar a un escritor que sí alcanzó la gloria en muchos lectores. No sé que manías tendría Eduardo Galeano, pero me da igual, porque nos dejó mensajes para que pensáramos en lo que es realmente importante.
Por eso, y por recordarlo aquí, quiero dejaros algo de su libro Espejos, una historia casi universal, ahora que se aproximan las elecciones:

Peligro en el camino

Alrededores de Sevilla, invierno de 1936: se acercan las elecciones españolas.
Anda un señor recorriendo sus tierras, cuando un andrajoso se le cruza en el camino.
Sin bajarse del caballo, el señor lo llama y le pone en la mano una moneda y una lista electoral.
El hombre deja caer las dos, la moneda y la lista, y dándole la espalda dice.
-En mi hambre, mando yo.

Gracias, Eduardo y descansa en paz.

El enlace lo he tomado de este blog, que también tiene dos vídeos sobre Galeano:
http://zambrone.blogspot.com.es/2015/04/murio-demasiado-joven-eduardo-galeano.html


domingo, 5 de abril de 2015

372. Tardío pero cierto


Cuando esto ocurre, respirar es un goce...