jueves, 23 de diciembre de 2010

176. Deseos

Dicen algunas personas que me conocen que soy una hormiguita, así que haciendo honor, he decidido subirme al alambre. La verdad es voy de lujo y espero coger oficio con la practica.

Algunas veces me he cansado de ser hormiga, pero como no sé cantar nunca he podido imitar a la cigarra, ella siempre presumiendo de lo que no tenía.

Lo que no sabe la cigarra es que estoy haciendo proyección de voz en el taller de teatro y, quién sabe, quizás algún día, cuando me retire, me suba al árbol. Más que nada para probar otra perspectiva.

Me gusto tanto en mi alambre que he decidido quitar el río de la derecha, aquí estamos jartitos de agua, y ponerme yo, a ver si en el 2011 hago el recorrido de una vez.

Foto tomada en el museo de miniaturas de Besalú, un pueblo precioso, si tienen oportunidad, no dejen de visitarlo.

domingo, 19 de diciembre de 2010

175. Sergi Pàmies

No lo puedo remediar. Si leo algo con sentido del humor y crítico; si además son cuentos breves (son los dos veces buenos); si desde que empiezo ya tengo la intención de volver a ellos, creo que el libro ha conseguido su objetivo y el autor también.

En este libro de relatos “Si te comes un limón sin hacer muecas” hay de todo, pero todo mirado con otra perspectiva, esa vuelta de tuerca a la realidad para verla aún más clara, para reír un poco sin tener que amargarte. A mí los títulos me enganchan, por eso no lo dudé y si además una amiga me lo recomienda, aún menos. Leo la primera frase del primer relato La otra vida: “Me tuve que morir para saber si me querían” y ya no puedo dejarlo y hacer otra cosa, porque lo bueno de los cuentos es que puedes alternar varias cosas, si ellos te dejan; los buenos no, siempre esperas ver si el siguiente conseguirá superarlo.

Son relatos en los que se ve que escribir es corregir, no faltan ni sobran palabras. Como se dice en el prólogo que dice Pàmies. “Si fuera un vendedor de coches diría que el cuento es el género con más prestaciones: tiene intensidad, excluye la grandilocuencia, no permite demasiadas digresiones y, en el peor de los casos, se acaba rápido”.

Sergi Pàmies sabe utilizar las palabras para hacerte reír y al mismo tiempo reflexionar sobre lo que cuenta. Sé que voy a probar este limón más de una vez porque además me gustan.

A Esther, agradecida.

domingo, 12 de diciembre de 2010

174. Fauna


Y el felino, convencido de que ya no daba miedo porque la realidad era superior a su fiereza, suplicó al gigante que lo convirtiera en árbol.

viernes, 3 de diciembre de 2010

173. Ni se os ocurra marcar las horas


No pienso darle cuerda a ninguno, además, ni siquiera son míos.