Estoy
revisando notas y leo una de El Roto “guardar silencio para poder
oír”. Y todo está ahí, en la escucha. Yo veo y siento la escucha
no sólo en el sonido, sino en estar atento al “otro” porque
también miramos sin ver. ¡Hay tanto en los gestos!
Desde
donde escribo veo los árboles vistiéndose de nuevo con ese verdor
fresco y nuevo. Ahora sí, ya está aquí la primavera. Todo se renueva
menos nosotros. Cada vez veo más conservadurismo y esto me
entristece.
Sé
que pensaréis: qué bonito el campo, qué poético y qué bien lo
que ves desde ahí. Lo que no sabéis, o sí, es que también estoy viendo
como está una casa de familia a media mañana donde todos están muy
cansados y vienen a descansar…