domingo, 26 de octubre de 2014

356. Aunque parezca mentira

el otoño ya está aquí,

pero siempre vuelvo al verde

y a ti.

martes, 14 de octubre de 2014

355. Desolación

No podía evitar observar con disimulo a la pareja madura que tenía enfrente. Mientras en nuestra mesa la comida y la charla transcurría amena, en la suya reinaba el silencio.
Ella parecía, por el amargor de su rostro, haberle reprochado al marido que no la sacaba a comer ni siquiera en fechas señaladas, y, aunque siguiera con el mismo semblante, no quitaba ojo a otras parejas.
El, inquieto, sólo paraba cuando contemplaba algún culo femenino pasar por su lado. Pagó la cuenta rápido y se marcharon. Yo me olvidé ensimismada con mi postre preferido: tarta de chocolate.
Pero al salir, y ver este otro restaurante, no puede evitar hacer esta foto. Era la viva imagen de la pareja.



viernes, 10 de octubre de 2014

354. ¿Quién te cuida?

Hace unos días pensaba sobre los cuidados y mira por donde que buscando datos me encuentro que el temible ébola está matando a más mujeres que hombres. Pongo el enlace al artículo de referencia, pero si alguién no tiene más ganas de leer sobre el tema, estas son algunas cosas que afirma:
el número de fallecidas de ébola es superior al de hombres, y que este desequilibrio no tiene relación con causas biológicas, sino con sus diferentes roles sociales”
las diferencias en la exposición entre hombres y mujeres han demostrado ser factores importantes en la transmisión de la fiebre hemorrágica del ébola. Por lo tanto, es importante entender los roles de género y las tareas, ya que afectan al grado de exposición”
Los hombres predominaron en las reuniones informativas para el control de los brotes, a pesar de que las mujeres son las principales cuidadoras de los miembros enfermos de la familia, y por tanto se encuentran en situación de riesgo”, explicaba Martha Anker en su informe sobre enfermedades infecciosas de 2011.
Muchas enfermedades infecciosas afectan a un sexo más que otro. A veces son los hombres, como en el caso del dengue. A veces las mujeres, como en E. coli, el VIH/SIDA o el ébola. Y a veces son las mujeres embarazadas y las madres, como con la gripe H1N1 (un brote en Australia está infectando a más mujeres que hombres por un margen del 25%), explicaba la periodista Lauren Wolfe, en Foreign Policy”. 

https://www.diagonalperiodico.net/cuerpo/24148-diez-notas-breves-sobre-ebola-y-su-gestion.html

Cronología del ébola en España:
http://politica.elpais.com/politica/2014/10/09/actualidad/1412887461_981992.html?rel=rosEP

No quiero dejar de mostrar mi indignación por la imcompetencia y desfachatez de los altos cargos. IMPRESENTABLES a pesar del máster que en su caso haya hecho cada uno.  
A la derecha, cómo no:
la desaparecida ministra de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, Ana Mato.

Imagen tomada de: http://www.libertaddigital.com/

jueves, 25 de septiembre de 2014

353. Narrador ¿deficiente?

Estiré mi ojo intentando ver qué era el color. Mi hábitat era el viejo huerto abandonado y lo que allí predominaba era el verde. Nuestro ciclo de vida terminaba cuando éramos comidos por los insectos; mucho mejor que servidos en bares, después de asfixiados por la harina, requetelavados, y chupados. Hasta nuestras hermosas casas vacías terminaban en la basura. De vez en cuando un hombre venía y se llevaba a los que sólo les quedaba eso: su casa. La última vez que apareció, intenté averiguar algo, pero no sabía bien qué podía ser aquello que con tanto mimo hacía. 
 Cuando se fue descubrí que a los que habían muertos los decoraba y colocaba en un viejo pupitre. ¡Ya no éramos nosotros, eran otros! Al día siguiente volvió y se los llevó hacia la casa. ¿Qué haría con ellos?
Vi que se había dejado unas latas destapadas. Reuní a otro grupo aún más numeroso que el primero, el huerto en esa época estaba a rebosar. Para averiguar qué pasaba tendríamos que introducirnos en las latas y así lo hicimos. Salimos de ellas transformados, bañados en una cremosa y suave pasta. Entramos en la casa, y, al ver a nuestros amigos pegados en una ventanita, nos miramos sin saber qué hacer. De pronto, dominados por ese glamour, queriendo llegar aún más alto, subimos y subimos por la pared. Y así terminamos. 

domingo, 7 de septiembre de 2014

352. Ir y venir

De libro a libro, porque siempre que voy y vengo me acompañan. Lo que pasa es que unos pesan más que otros y no sé si queriendo o por azar, o quizás temiendo que en un futuro no pueda con ellos, este verano he leído todos los voluminosos que tenía pendientes junto con los regalados. Mencionarlos aquí, es porque quiero celebrar con un post sobre libros que este blog cumple siete añitos el miércoles próximo. Como era mi intención al crearlo, este es un costurero a modo de cajón de sastre, y sin ellos, sin mis lecturas, que son fuente de inspiración para escribir, no tendría razón de existir. Así que como si de una comida se tratara, al fin y al cabo lo que hacemos con lo que leemos es una digestión en el cerebro, ahí va mi menú de este verano.

APERITIVOS
Para relajarse del curso, tontamente, tomando el sol, vuelta y vuelta. Dos mujeres en Inglaterra sin sol, sin vida y leyendo un anuncio: Para aquellos que aprecian las glicinas y el sol. Se alquila pequeño castillo medieval italiano amueblado durante el mes de abril. Permanecen los sirvientes necesarios. Z, Apartado 100, The Times. En 1922, que fue cuando su autora Elizabeth von Arnin lo escribió, ni los transportes ni compartir vivienda estaban como ahora a la orden del día.

Para comprender por qué funcionó bien el boca-oreja, como los consejos de un buen agente, etc. De lo que pude cerciorarme es que María Dueñas, su autora, no ha cosido un vestido en su vida, además, de fiesta y en un plis plas, como parece que lo hace su protagonista mientras pone en marcha negocios lucrativos, y saliendo de la nada a ejercer de espía y de las buenas.


               PRIMEROS PLATOS


Hay que leer a la Almudena actual que se ha remangado para contar lo que desconocemos aún de nuestra propia historia por boca de sus protagonistas. Novelado, sí, pero real porque hay hechos que lo demuestran.
  
Estaba esperando un verano tranquilo para leerlo, 1111 páginas en edición bolsillo, I65 personajes más otros secundarios, nombres y apellidos rusos, alemanes etc.
Se nota que Vasili Grossman trabajó de reportero, el libro está plagado de escenarios distintos. No podía ser de otro modo para reflejar todo lo que abarcó la batalla de Stalingrado. Su autor nos muestra mientras duró todos los frentes de la vida en guerra. Una obra de gran envergadura que nos avisa del peligro del totalitarismo en cualquier tiempo.


Para suavizar (a modo de sorbete de limón, o eso pensaba yo). 
Podría parecer una comedia, pero no. Lo que aquí muestra Oliver Sacks son veinte historias médicas de pacientes perdidos en el laberinto la percepción. Un estudio que, como nos dice en el prefacio del libro, podríamos llamar “neurología de la identidad”, pues aborda los fundamentos nerviosos del yo, el viejo problema de mente y cerebro. Ese misterio de la mente humana que él trata de comprender y que su lectura te deja perpleja, pero mejor abstenerse hipocondríacos.

                                              SEGUNDOS PLATOS


A estas alturas de la comida cómo no sacar a relucir la familia americana y su modo de vida. Para eso, además de Carver, leer a Jonathan Franzen, que la desmenuza hasta el punto de estar cansada de Patty, sobre todo al principio del libro, luego ya no, el libro engancha. Los personajes están tan bien definidos que cuando busqué la imagen del autor vi en él al marido de Patty tal como yo me lo había imaginado.




Guiándome de las falsas expectativas con que las editoriales a veces anuncian sus libros. A Karoo, del que no conocía nada, salvo la excelente portada de Miguel Brieva, lo compré para un regalo. Steve Tesich nos muestra a su protagonista de igual apellido que el título, como un hombre adicto al caos y enganchado al desastre, pero no falto de conocimiento sobre su persona; la novela es él, y nos advierte que la verdad ha perdido su poder, o el poder que tuvo alguna vez, para describir la condición humana. Lo único capaz de revelar lo que somos son las mentiras que contamos.

                                         POSTRES
 He unido estos dos libros de Alison Bechdel porque no puede ir el uno sin el otro, ya que el segundo “¿Eres mi madre?” es como ella misma dice en una de sus viñetas “un metalibro” en él cuenta lo que le llevó a escribir el primero, “Fun Home”, que me gustó más. Frases como: Crecí resentida por la forma en que mi padre trataba a sus muebles como hijos y a sus hijos como muebles. ¿Qué sentido tiene fabricar algo a lo que es tan difícil quitarle el polvo? Mis padres me resultaban más reales en términos ficticios. Los dos, en especial el segundo, son constantes referencias a otros libros, algo que sirve para tirar del hilo. Os paso su página para quien no haya visto sus dibujos.
                                                  COPAS
Sólo deciros que espero no haberme convertido en el “lector pasivo” de Cortázar en Continuidad de los parques porque no lo podría celebrar el año próximo. Gracias por vuestras visitas que me animan a seguir. Os dejo con Cortázar como brindis final.

miércoles, 6 de agosto de 2014

351. Estoy...

y no tengo todo el verano.

Foto tomada en el CAAC de Sevilla.
Autora:

domingo, 27 de julio de 2014

350. El pueblo es lo que tiene...

ese rumor de calma y de chicharra,
como la lijadora en la herrería,
o las tijeras,
en su clac, clac desesperada.
Allí suena a lo lejos la campana
de las avemarías,
en sus cuartos temerarios
de misas y recuerdos
olvidados.
Ya está bien de monsergas y sermones,
ya está bien de mentiras,


es tiempo de descanso.

jueves, 17 de julio de 2014

349. Canta, chicharra, canta


¿Pereza como ésta se vio nunca?
En orilla de piedra,
bajo el calor, dejar pasar los siglos
y ni una vez mirar si el mediodía llega.
Emily Dickinson

viernes, 4 de julio de 2014

348. La huella de las ausencias


¿Cómo hablar de un libro que es la tercera vez que lees sin desvelar nada? ¿Qué es verdad en un libro? Sólo es verdad cuando lo leemos, cuando el objeto deja de serlo, cuando en esas palabras te reconoces. Cuando en ese diálogo íntimo quedas atrapada. Y es entonces, que ya estás perdida.
Andaba yo por aquel tiempo leyendo a John Berger sobre la ausencia y me encontré en el stand de una feria con este libro. Por supuesto que el título me llamó, pero también el formato y las páginas interiores. Y una mujer, la autora, que no conocía y que me asombró al leerla por la sensibilidad que reflejaba.
Miriam Palma habla de Walada, una princesa omeya, pero también de su entorno que coincide con el esplendor y la decadencia de la época en que vivió. Pero esto que digo son palabras vacías, las mías que no saben cómo expresar la poesía que encierran las escritas; la extrañeza de cómo, en tan poco espacio es capaz de abarcar vidas y sentimientos. Miriam, poeta como Walada, sabe plasmarla y cautivarte. Aquí no hay mitos, ni clichés, ni siquiera leyendas. Hay una vida de mujer que busca, que quiere ser dueña de sus palabras, encontrar su sitio, aprender de otras, enseñar a otras. Su casa se convirtió en una escuela para mujeres, salón literario “que vibraba por las noches con refinados ritmos, con las más osadas hipérboles, con la versificación más virtuosa”.
He visitado Córdoba varias veces y en la última me acerqué a Medina Azahara, allí vi esta arqueta dedicada a Walada  entre los restos recuperados de ese esplendor que debió ser esa ciudad cuando las europeas andaban a ciegas. 
En la arqueta de su madre, igual o parecida a la de la foto guardaba Walada sus palabras, sus lamentos, sus poemas. Esos poemas que Miriam ha sabido descifrar para contarnos la vida de una mujer adelantada a su época; una rebeldía, y, al final de su vida, la aceptación de ese amor que mantuvo con tanta pasión, de su pérdida, de nosotras, se nazca donde se nazca. 
Y en todo ese camino adverso, a veces, por ser quien es, una omeya, discurre mostrando a otras mujeres de su entorno, “¿cómo escribirlas? ¿Qué metáforas usar para cincelar sus cuerpos en poemas? ¿Qué ritmos, qué rimas, qué metros escoger para dar cauces a los torrentes de sus voces?” Es en los sabores, olores, en los baños, “un mundo el del hamman donde se limpiaban hasta las almas”. A Walada se la conoce por su relación con el poeta Ibn Zaydún y el libro nos muestra su relación, pero a diferencia de otros libros, a quien de verdad conocemos aquí es a la mujer, a esos hombres de su entorno y a todo lo que vivió a través de ella.

miércoles, 25 de junio de 2014

347. De mí para ti


Tu mano en mi mano
tu todo en mi poco...

somos nadie y somos
tan sólo nosotros...


Benedetti

jueves, 19 de junio de 2014

346. Cine, cine, cine...

Para distraernos de la realidad empachosa, para curarnos de las heridas, para aprender de la actuación de otros y de los guionistas en las buenas historias.

Me gustan las películas que comienza narradas como cuentos, ¿os acordáis de Chocolat? Peli del año 2000 en la que Vianne Rocher (Juliette Binoche) y su hija Anouk (Victoire Thivisol) impulsadas por el viento del norte llegan a un pueblo y logran cambiar la mentalidad de muchos, ayudada la madre por un Johnny Depp, estupendísimo. Recordar a su director, que también lo fue de otra muy buena ¿A quién ama Gilbert Grape? Con un Leonardo DiCaprio muy joven que borda el papel y más tarde con Las normas de la casa de la sidra, y no sigo que me desvío.

Bueno, pues El Gran Hotel Budapest se podría decir que es como un cuento porque así comienza. Esta narrada a modo de cuadros o para ser más exactos: cartoons, caricatura, dibujos animados, historieta ilustrada, etc. que su director, Wes Anderson, logra llevar a cabo con maestría. Una película coral porque le gusta trabajar con los mismos actores y en ésta parece que están todas las estrellas, aunque Ralph Fiennes es el verdadero protagonista. Está inspirada en escritos de Stefan Zweig al que su director ha añadido su toque personal como lo hizo en otras. Recuerdo Los Tenenbaum que fue nominada al Oscar, creo en 2001, por mejor guión y recibió un globo de Oro al mejor actor de comedia por su protagonista Gene Hackman.
                   
A ver, otra que me resultó original Her. Hace relativamente poco,     la definiríamos como futurista, pero debido a lo común de algunas relaciones en la red, me atrevería a pensar si no estará pasando ya. Aquí el protagonista, un hombre solitario en proceso de divorcio se enamora de un "ente". Acaba de instalar un nuevo sistema operativo y la voz es de «Samantha» (Scarlett Johansson), dulce, divertida, perfecta en suma. Theodore, magníficamente interpretado por Joaquin Phoenix, que vi hace poco en otro genial papel: The Master, junto al buen actor fallecido Philip Seymour Hoffman, trabaja aquí en un oficio antiguo. Consiste en escribir conmovedoras cartas de amor a los demás. Como hacía Dora Montenegro en Estación Central, una peli que me gustó más que ésta, ella las escribía a mano en la misma estación, pero partía, también, de de esa frialdad solitaria del ser humano que se va transformando por derroteros diferentes en cada uno de estos dos film. Decir que su director es Spike Jonze y que me transporta a ese extraño túnel de su peli, única también, Cómo ser John Malkovich sobre un guión de Charlie Kaufman.

Y para terminar, que si no me lío demasiado, otra que me gustó, De óxido y hueso, aunque no alcanza los niveles de Un profeta. Su director, Jacques Audiard, afirmaba en su estreno: “todas las películas acarrean, para el cineasta, una frustración”. 
El argumento está basado en un par de relatos breves del canadiense Craig Davison, a los que Audiard como el guionista Thomas Bidegain, intentando un film más romántico que el anterior citado, añadieron una figura femenina: Marion Cotillard. 
Y no cuento más. Busquen en la red, que entre gustos está todo escrito.
¿Qué me atrae, entonces, de esta cinta? 
Pues lo que les decía al principio, me gustan las pelis que me remiten a cuentos, en este caso La bella y la bestia, y, por otro lado, la factura técnica, los sentimientos que expresa, no es una comedia, lo advierto, pero no todo es en la vida jiji, jaja. 

Para eso o para que os de penita del género masculino está Una pistola en cada mano, para eso y para pensar también ¿por qué no? Es una de tantas buenas del cine español y de su director y guionista Cesc Gay que ya me gustó en un drama: En la ciudad.

viernes, 6 de junio de 2014

345. Paren el mundo, que me quiero bajar.

Familias , familias, familias...
¡Qué cansancio de tanta familia!

La real, de realeza, eza, eza.
la socialista, lista, lista.
la de la derecha de siempre, por los siglos de los siglos...

Estoy preparando un frutero y me encanta diversificar: peras con manzanas, naranjas con... ponedle lo que queráis.

¡Qué cansancio, y qué empacho sin comer! Nos tratan como a bebés que no saben ni andar, con los pasos de realidad que llevamos en la espalda, con los kilómetros que hay que hacer para llegar a fin d mes. ¿Qué os habéis creído, gilipollas?

He puesto garbanzos a hervir y había uno negro, qué bien, me he dicho, como en la mejor familia.
¡Qué cansancio, bis,bis,bis......................................................................................

"Paren el mundo, que me quiero bajar", dice Mafalda por boca de su autor Quino. La verdad es que dan ganas de apearse de vez en cuando.