¿Habéis tenido
algún verano que soportar obras en el vecindario? Yo todos, tanto en
el piso como si venía al pueblo a casa de mis padres.
Seguro pensáis o
habréis pensado “al pueblo, te vas al pueblo, ¡qué bien! ¡Que
descanso!” Y una M mayúscula porque de eso nada. Sobre todo si son
tus vacaciones y tu deseo de levantarte tarde o echarte una siesta
después de una comida gustosa.
¡OBRAS! Es verano y
toca soportar todo los procesos desde la demolición, el martillo
percutor que te atraviesa los sentidos, la hormigonera etc.
Pero dentro de lo
malo como me gusta escuchar, no deja de sorprenderme el lenguaje del
gremio; no será en todos sitios igual supongo, pero aquí en mi
sur... No es sólo que no pronuncien bien, es el tono, la rapidez al
hablar, las voces al que está lejos, es en fin, una jerga especial y
curiosa que me hace gracia y no deja de sorprenderme.
Así pensaba
mientras volvía a la ciudad contenta por dejar atrás las obras del
pueblo, pero…
Habían vendido el
piso de arriba del mío y parecía que los nuevos inquilinos, a
juzgar por el ruido, lo estaban construyendo de nuevo.
17 comentarios:
Dices que tienes corazón y sólo
lo dices porque sientes sus latidos.
Eso no es corazón...; Es una máquina
que al compás que se mueve hace ruido.
Poema "rima LXXVII" de Gustavo Adolfo Bécquer
Un silencioso saludo.
Ay, ¡cómo te entiendo!! El ruido fuerte y constante altera muchísimo el sistema nervioso. Espero que acaben pronto los del piso de arriba.
Besos
¡¡Obras!!!
Te entiendo perfectamente.
Besos
El ruido es una mezcla confusa de sonidos sin ritmo ni armonía, a veces molesto y persistente con el que aprendemos a convivir. No siempre es fácil conseguir ese sutil equilibrio entre el silencio y el ruido.
Imagino lo que te ha caido encima. Paciencia.
Besos y abrazos. Ave Peregrina.
Loam, muchas gracias por este bello poema que tan bien me viene.
Abrazos.
Elvira, quién o las ha sufrido, ¿verdad?
Gracias y besos.
Maite, un horror, sí y no sólo por el ruido, también por la suciedad que provocan aunque no sean en tu casa.
Gracias y besos.
emege, este verano ha tocado allí y aquí, te digo que hasta tengo ganas que llegue el invierno con lo que a mí me gusta el verano.
Abrazos.
Nice post
Hola Isabel, comparto experiencia contigo ya que también compraron el piso de encima mia y como la reforma la hacía el padre de ella se ha pasado todo el confinamiento tirando abajo paredes, azulejos de baños y cocina. Si ya es pesado despertar con los martillazos imagínate estar en pleno estado de alarma sin poder escapar un ratito a la calle para despejarse. Menos mal que ya han terminado. Un placer leerte
Mi querida amiga, qué bien te entiendo¡¡ Yo, que llevo incorporado en un oído una dulce chicharra y una pequeña hormigonera, perennemente. Hay quien se tira cabeza abajo por un balcón con los tinnitus. Pero no es el caso. Ahora disfruto un pueblo casi como la cueva de un troglodita. Qué ricura¡¡
¡Que corran, que corran tus vecinos finalizando! Por si hay encerrona de nuevo. Nooo, por Belcebú.
Me quedo con las ganas de esas "audiciones" tuyas de la jerga de los constructores.
Yo, curiosa en eso como tú, también recopilo.
Mil besos y abrazos con la boquita cerrada y sin respirar¡¡¡UVA
Pues parece que hemos ido al mismo sitio de vacaciones: alquilas una casa cerca de la playa, pero en un sitio tranquilo, todo contento y el primer día te despierta a las 7 de la mañana un ruido insoportable, entonces te das cuenta de que están construyendo justo en el solar adyacente al tuyo... Has tenido muchas suerte, pero toda mala.
Abrazos!
A quienes me comentáis por vez primera os doy las gracias por participar y mi bienvenida.
Uva, se que me entiendes, cómo no. Gracias y besos.
ethan, lo peor es que si no has hecho planes de salir por reservarte, te comes con papas las obras enteras. En fin, todo sea esto.
Salud y abrazos.
Yo tengo suerte ninguna obra al rededor, algunos perros a lo lejos y eso sí la lechuza todas las noches. Aunque los niñitos este año con los botellones nos han dado bastante la tabarra. Muchos besos.
Teresa, me alegro por ti.
Abrazos
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