domingo, 11 de agosto de 2019

509. La roja


Sí, roja como la mesa es este verano la pala matamosca que su padre le ha comprado. Ni que decir tiene que el niño no deja insecto con cabeza.
Este que ve, parece un moscardón y hace que su carita muestre un instinto de agresividad en aumento. Mientras su padre ufano lo anima; su madre, a la que no le hace gracia que a ella también le propine algún paletazo, “de broma”, como se justifica siempre el niño.
En un abrir y cerrar de ojos, lo agarra por los tirantes de niño-hombre, le quita la pala, lo vuelve hacia ella y le dice con “todo el cariño”:



-¡Déjalo, que está aprendiendo!

6 comentarios:

Teresa dijo...

Feliz semana. Un beso.

Homeronica dijo...

Todo es que no sienta placer morboso al matar insectos o demás animales. Muy bien costurero, buen hilo y buena tela en tus costuras literarias. Saludos. H.

Trini Altea dijo...

Buen fin de semana. Un saludo desde Almería

Isabel dijo...

Teresa, esos son también mis deseos. Más besos.

Isabel dijo...

Homeronica, la verdad es que yo acabo de matar moscas porque no me dejan escribir, no pueden ser más pesadas.
Gracias por tus palabras y saludos para ti también.

Isabel dijo...

Trini Altea, buen verano y más saludos.