-¿Qué se va a hacer?
Jimena, que acostumbra a hacérselo todo sola y también a los demás,
de hecho en eso consiste su trabajo, contesta sorprendida a la pregunta de la
peluquera.
-Yo, nada, yo... sólo he venido a que me corten el pelo.
A pesar de los tiempos que corren, no sólo para el ahorro,
sino también para seguir trabajando, sus señores están muy contentos y le han
mantenido el sueldo, eso sí, con más trabajo añadido.
-Estoy demasiado cansada para coger la tijera, me temblará
el pulso, -se dijo mirándose al espejo para evitar cortarse las puntas como
hacía siempre- además, ya es hora de sentir que alguien me hace algo a mí.
Una abuela entra en la peluquería para que le corten el pelo
a su nieta, una niña de dos años. La peluquera le pregunta una y otra
vez -¿cómo te llamas? Pero la cría no se inmuta, es más, ni la mira, aunque su abuela dice que habla por los codos.
-Otra pregunta absurda, -dice Jimena entre dientes- como si
el nombre, eso que otros nos han colocado, pudiera explicar algo a esa o
ese que nos ve un momento y al darse la
vuelta ya lo ha olvidado.
Y es que Jimena cada vez se aleja más del mundo de los
adultos, ella hace como algunas niños: protesta silenciosa.
Como el que hoy ha protagonizado un incidente en el
aeropuerto de Sevilla. La noticia la daban así en la radio: “Un avión ha tenido
que retrasar la salida una hora porque unos padres no han conseguido abrocharle
el cinturón a su hijo”.
15 comentarios:
He conocido hoy a Jimena, y me ha parecido lo suficientemente densa y misteriosa como para querer que se asome más a estas páginas y a mis tiempos de lector. La recuperaré en esas dos entradas que dices...
El mundo debería tener más Jimenas.
besos
No conocía a Jimena, hoy he seguido
su hitória. Sincera, auténtica y sencilla mujer...deja que se asome
más a menudo, tiene tanto que enseñarnos...
Un abrazo.
Como te dije, tu Jimena, tiene mucho que decirnos.
Besos, Isabel y muy buen fin de semana.
Me gusta Jimena, Isabel. He ido a las anteriores entradas y me parece un personaje de lo más prometedor. Sí, creo que has creado un personaje tierno, perplejo, entrañable, laborioso, confuso, muy de nuestros días y muy de nuestros vericuetos interiores. Una gozada esta veta, continúala, merece la pena, Isabel.
Un beso.
Creo que ya te lo han dicho todo de Jimena, para qué repetir que tiene un gran potencial (yo no la conocía tampoco, creo que mi vida bloguera es más reciente). Me gusta también el aldabonazo final, esa noticia absurda que es un eco de la perplejidad y la incomunicación que muestras en el relato.
Buen fin de semana
Jimena tiene mucha vida, seguro que nos deleitarás con ella.
Personajes ricos para iluminar lo que les rodea.
Besos, Isabel
Siempre me gustó el nombre de Jimena y ahora que la he conocido me gusta un poquito más.
yo también me corto el pelo sola, je, así me queda.
Un beso.
Casualidad hace poco me quedé pensando en el nombre de "Jimena" al oírlo de un padre convocando a su hija. De parecerme hasta entonces anticuado, se convirtió luego en un nombre precioso, con seña de identidad.
P.D.: No sé cómo es la niña (por si piensas mal).
Algunas cosas de Jimena me han hecho pensar en Violeta, nuestra hija. Le hablaré de ella y de ti. Enhorabuena por el genial alumbramiento.
Eastriver, Jimena es totalmente inventado, si se puede decir eso, porque la invención ya sabemos que la sustenta nuestra memoria. Es un personaje querido ¡hay tantas jimenas! Ahora deberíamos arroparlas en vez de simplemente anularlas con la crisis.
Me alegra te guste.
Txema, y las tiene, la vemos por la calle todos los días cuidando a las personas mayores, incluso hablándoles con un cariño que no reciben ni de sus propios hijos. Pero, claro, son invisibles.
Gracias por pasar y besos.
María Dolores, estoy de acuerdo contigo, deberíamos aprender más de ellas.
Otro abrazo para ti.
Myriam, gracias por dejar tu opinión aquí y allí.
Siento no haberte deseado a tiempo éste que ha pasado, he estado fuera. Un fuerte abrazo y esperemos que el próximo sea bueno.
Isabel, a Jimena yo la sacaría más, pero ella, que es muy suya, sale cuando quiere o tiene algo que decir; a mí eso me gusta, y la dejo hacer.
Gracias por tus amables palabras.
Besos.
Susana, me alegro que me digas lo del aldabonazo final porque dudaba si ponerlo. Fue precisamente al escuchar la notidia en la radio lo que me dió la idea de sacar a Jimena de nuevo; ella ya estaba empujando por salir desde que presencié la escena de la niña en la peluquería que me encantó.
Desde que mis hijos se alejaron de su infancia, disfruto mucho observando los de otras personas.
Mil gracias por tu opinión, para mí muy valiosa. No he tenido tiempo de visitarte, he estado fuera, y tengo ganas.
Un fuerte abrazo.
virgi, esa vida a la que aludes y que adivinamos en estas personas es lo que más admiro y sobre todo cómo sobreviven, son un ejemplo para mí porque, como bien dices, aunque pobres, son muy ricos interiormente. Más besos para ti.
Sue, yo también me corto el pelo (risas), pero a ti seguro te quedará mejor que a mí.
Me alegra te guste Jimena.
Más besos para ti.
bixen, a mi también me pareció al principio que era un nombre con personalidad, sin tener en cuenta la historia, y es que los nombres, sobre todo los que los personajes asumen de mayor, parece que les vienen como anillo al dedo.
Gracias por tu opinión, veo que no tienes blog para para poder visitarte.Y no pienso mal por si eso te preocupa.
Josep, Violeta es un nombre precioso, y si detrás está esa persona que vi un día asomarse es para saltar de alegría. Es como yo me siento si le hablas de Jimena, ella es la que se lo merece.
No sé si habrás tenido tiempo de ir al principio, pero la idea surgió de NáN. Nos reunimos varias personas en su blog escribiendo un relato que nos pidió (te aconsejo leas la Emilia que escribió Aquí, la que ahora opina en el tuyo), tanto ese relato como otros sobrepasa esa improvisación para hacer, de un verano sin vacaciones, un periodo creativo y de motivación.
Yo disfruté con la escritura, esa que me gusta, la generosa, mi blog no está protegido, las palabras son para difundirlas y el lenguaje es lo que nos diferencia, no el dinero. Y, como te quería decir, Jimena se me metió dentro, tanto que cuando veo cosas que no me gustan (ahora demasiadas) las pongo en su boca porque a Jimena se le meten en el estómago como si tuviera un puño dentro dando golpes.
Besos para ti y un fuerte abrazo a Violeta.
Me alegra que resuja de nuevo Jimena, personaje entrañable que me recuerda cosas del pasado y del presente. Una luchadora en esta selva que nos rodea. Un fuerte abrazo.Ave peregrina.
Ave, tu nombre me recuerda a Uva a la que conocemos de sobra.
Gracias por comentar y me alegro te guste también Jimena.
Un gran abrazo.
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