lunes, 27 de febrero de 2012

238. Heladas

Ellas también se quedan heladas cuando el exterior es adverso.

Menos mal que, como casi siempre, alguna flor silvestre nos indica que de lo más baldío puede surgir algo bello.

domingo, 19 de febrero de 2012

237. Captar un reflejo


El día es lindo, observo el movimiento ondulante del agua en el muro. Me hipnotiza. Hace que mis pensamientos queden en suspenso; me alejo de la realidad que los aprovechados nos dibujan uno y otro día con tintes de negrura extrema.
Me hipnotiza, me alejo de todo...

Atrapar un instante

Captar un reflejo.

Disfrutar y sentir con un texto.

Es allí donde voy, C. Lispector

martes, 14 de febrero de 2012

236. ¿Quién ha puesto aquí estos huesos?

Habían creado una familia desde los adverbios de lugar.

Fueron a la escuela juntos por caminos diferentes. A la menor insistencia de él de seguir uno, ella contestaba: “ tú por allí, yo por aquí”.

Era incomprensible que ahora los quisieran juntar definitivamente, cuando al fin habían encontrado su sitio.

viernes, 10 de febrero de 2012

235. Tropelía

Entre tanto guijarro de la orilla
no sabe el mar en dónde deshacerse.

JOSÉ EMILIO PACHECO

tropelía.

(De tropel).

1. f. Atropello o acto violento, cometido generalmente por quien abusa de su poder.

2. f. Aceleración confusa, desordenada e incluso violenta.

3. f. desus. Arte mágica que muda las apariencias de las cosas.

4. f. desus. Ilusión, falsa apariencia.

Real Academia Española © Todos los derechos reservados



domingo, 5 de febrero de 2012

234. Aquí no nieva


Todos duermen y, sin embargo, para mí
esta es la mejor hora
para pensar, para leer, para escribir.

viernes, 3 de febrero de 2012

233. La mirada de Wislawa Szymborska


Nació en verano y se fue con el frío, justo al empezar un febrero bisiesto. Con frecuencia la muerte de alguien sirve para saber que existió. Yo había oído hablar de esta escritora, pero no sabía nada de ella. Como:
que cuando le preguntaban por qué escribía poesía respondía con un simple “eso no lo sé”.

Que vivió en un suburbio de Cracovia, la ciudad de la que no se ha movido desde que su familia emigró allí cuando ella tenía ocho años, en 1931. “A las invitaciones para viajar a otros países siempre respondo lo mismo: cuando sea más joven”.
O ante la pregunta sobre qué poesía leía: “Siempre he leído poca poesía. Nunca he sido capaz de leer un libro de poesía desde el principio hasta el final. Y hablo de los buenos. Lo que hago es leer un poema y dejarlo. Luego retomo el libro”.

Que en 1996 cuando recibió el Nobel en uno de los discursos más breves e irónicos que se recuerdan dijo: "Cuando escribo siempre tengo la sensación de que alguien está detrás de mí haciendo muecas. Por eso huyo, todo lo que puedo, de las grandes palabras" Sorprendió al mundo cuando su obra sin lirismos de manual fue distinguida.

Que sus poemas inspiraron a varias generaciones de polacos, y uno de ellos, Amor a primera vista, sirvió al director de cine polaco Krzysztof Kieslowski como arranque para su película Rojo, parte de la trilogía “Tres colores: azul, blanco y rojo”. Una trilogía que he visto muchas veces, y que lamento que de tantas reposiciones como se hacen de películas en televisión no la hagan con esta.

Que soñaba con el momento en que las feministas no fueran necesarias.

Que su sentido del humor se notaba en esa mirada chispeante. Como dice Martín López-Vega:

Una mirada como la suya es capaz de desentrañar el universo en un grano de arena.