Hoy desayuno con la noticia de que se ha ido Tomás Eloy Martínez y, como un escritor no muere del todo porque nos queda su palabra, aparco un momento el trabajo y releo la primera página de “El vuelo de la reina”. Recuerdo que fue esa primera página la que me hizo comprar el libro cuando salió. Compruebo que su historia sigue siendo actual, sigue pareciéndose a la vida. Como la vida, encierra: la soberbia, el poder y su corrupción, el deseo, la identidad...
Conocía a este autor por sus artículos periodísticos.
"Yo aprendí periodismo dándome cuenta de que narrar una sola realidad era empobrecedor, que la realidad no era una, sino muchas, y que la verdad cambiaba de mirada a mirada y de lector a lector. El periodismo es, ante todo, un acto de servicio. Ser periodista significa ponerse en el lugar del otro, comprender lo otro. Y, a veces, también ser otro", remarcó en distintos artículos que sobre él nos ofrece hoy el diario El País.
Voy a la última página del libro que cierra con una reflexión del protagonista sobre la de Gilles Deleuze que me gustaría poner, pero que no hago por si alguien no lo ha leído.
Mejor cierro con la del propio autor sobre esa búsqueda de la verdad que siempre le guió.
"Yo aprendí periodismo dándome cuenta de que narrar una sola realidad era empobrecedor, que la realidad no era una, sino muchas, y que la verdad cambiaba de mirada a mirada y de lector a lector. El periodismo es, ante todo, un acto de servicio. Ser periodista significa ponerse en el lugar del otro, comprender lo otro. Y, a veces, también ser otro", remarcó en distintos artículos que sobre él nos ofrece hoy el diario El País.
Voy a la última página del libro que cierra con una reflexión del protagonista sobre la de Gilles Deleuze que me gustaría poner, pero que no hago por si alguien no lo ha leído.
Mejor cierro con la del propio autor sobre esa búsqueda de la verdad que siempre le guió.
"Busquemos entonces, en la novela, la realidad de lo que la historia olvidó. Y porque la historia ha sido lo que es, la literatura nos ofrece lo que la historia no siempre ha sido".
12 comentarios:
Un texto muy inteligente, la verdad es que me ha gustado.
Tienes razón, lo que hace eterno a un escritor son precisamente sus palabras. Huellas inertes en el tiempo....
Bonito ronconcito, me pasaré más por aqui. Perdona la tardanza. Felicidades de verdad :)
Será lo siguiente que lea. El texto me ha parecido inteligente y muy acertado.
Parece que se mueran de dos en dos.
Besos
Los escritores no mueren nunca del todo. Siguen viviendo en sus escritos. Resucitan cada vez que los leemos.
Jacques Lacan alguna vez distinguió entre la realidad y lo real. Una verdad nunca puede ser completa porque las palabras no alcanzan a llenar los vacíos. Gracias a la necesidad de llenar esos huecos es que tenemos grandes autores como los que se han ido y los nuevos que vendrán.
No sabía la noticia. De nuevo, es una lástima.
Comparto contigo lo mucho que se puede aprender de Salinger, aunque, sinceramente, el cuento del Pez Platano acabó de llegame como el resto.
Muy buenos esos textos, Isabel.
Mentes lúcidas, sin duda. Gracias por compartirlos.
El pez plátano desde luego, como he comentado en otro blog, hiela la sangre.
De Tomás Eloy Martínez no puedo decir nada porque solo conocía y conozco su nombre. Son tantas las lagunas y los mares. Y no le presté atención cuando lo anunció El País digital y no leí nada. Puedo presentarme a cualquier concurso de catetos. Hay días que me da por no fiarme de ningún medio de comunicación.
En cambio, de ti no tengo motivo para no fiarme, porque eres Nadie, como yo y como tantos de los que nos vemos en esta cosa, sin estrategias, y me ha jodido no haber sabido de él.
También me gustaría conocer esa última página, con la reflexión sobre la de Deleuze (no me importa conocer los finales). Pero por pájaro bobo me he quedado sin.
Sólo he leído algunos artúclos periodisticos de Eloy Martinez, sin embargo, a Salinger siempre le recordaré su obra "El guardián entre el centeno". Me ha gustado el cuento que indicas "Un día perfecto para el Pez Plátano". Gracias por tu aportación.
Gracias, Musaraña, por tus palabras, siempre serás bienvenida.
Pues espero tu opinión con curiosidad, Elena.
Otro beso.
Estoy totalmente de acuerdo, Verónica.
Alejandro, me parece muy interesante lo que dices y es verdad, cuando se encuentran buenas palabras, si no huecos, al menos tapamos fisuras.
Miguel, no siempre nos llega un escritor. Yo con algunos no puedo.
Araceli, gracias a ti por tus palabras. Me ha gustado tu visita.
NáN, siempre anoto los libros que no he leído y veo recomendados por personas de la que me fio. Ni te imaginas la lista. Es imposible leerlo todo. Por tanto, todos bobos, jeje.
Emege-e, gracias a ti.
Besos y siento haber tardado en contestar. Tuve que salir de viaje.
Me gustó la novela.
Bueno, tenemos mucho para coincidir.
Abrazos.
¡Vaya! También es esto, ¡qué bueno!
Un abrazo
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