viernes, 9 de diciembre de 2022

596. Llueve, ¡qué alegría!

Sí, por fin es la lluvia esperada que empapa y acumula. He escogido un texto y un poema de dos narradoras que me gustan para ilustrar esta entrada.


Leyendo a Isak Dinesen (seudónimo de Karen Blisen) en Memorias de África.


Cuando el sonido cada vez más acelerado pasaba sobre tu cabeza, era el viento en los altos árboles del bosque, y no la lluvia. 

Cuando corría a lo largo de la tierra, era el viento en los arbustos y en las largas hierbas, y no la lluvia.

Cuando susurraba y sonaba sobre la misma tierra, era el viento en los maizales -donde sonaba de una forma tan parecida a la lluvia que te engañaba una y otra vez y hasta cierto punto te compensaba, como si estuvieras viendo una representación de lo que deseabas-, y no la lluvia.

Pero cuando la tierra respondía como una caja de resonancia, con un ruído fértil y profundo, y el mundo cantaba en torno tuyo, en todas las dimensiones, por encima y por debajo, esa era la lluvia. Era como volver al mar cuando has estado mucho tiempo lejos de él, como el abrazo de un amante.


A Isak Dinesen


Tu voz, honda y serena, transparente

como el agua de ríos primordiales,

brota en la espesa noche y cae al alma

y cae al corazón.

Tu leve gesto

desde el fondo del libro alza su vuelo,

y es como si un paréntesis se abriera

en la africana tarde silenciosa.

Con los zapatos llenos de agujeros

te veo atravesando la llanura

o las rosadas calles de Nairobi

alta de luz y frágil como un ciervo.

Hermosa y digna vas tocando puertas, 

dulce reina arruinada y pesarosa.

En la página se oye tu suspiro

y tu infinito amor triza la noche,

llega hasta mí,

restaña mis heridas. 


Piedad Bonnett En consideración a la alegría  

Del libro de poemas Nadie en casa  

De la colección Un libro por centavos

6 comentarios:

virgi dijo...

Aquí también llovió algo ayer. Me alegra leerte,Isabel, te dejo un fortísimo brazo.

Teresa dijo...

Sí, por aquí también ha llovido bastante, hacia mucha falta. Un abrazo y feliz domingo.

ethan dijo...

La lluvia en Sevilla es una maravilla; no me extraña nada ese trabalenguas.
Abrazos.

ÍndigoHorizonte dijo...

Una mujer que canta a otra mujer que canta a otra mujer que canta la lluvia: Isabel, Piedad, Isak. El agua las nombra. A las tres. Abrazo grande, Isabel.

Felices días. Feliz lluvia.

Myriam dijo...

Preciosos. Besos

Isabel dijo...

Contesto tarde, mis disculpas.
Estas fiestas nos distraen y ocupan, a veces, más de la cuenta.
Muchas gracias por vuestro comentarios y mis deseos de salud y felicidad.
Mis abrazos de vuelta.