En estos días de encierro
impuesto estoy haciendo lo que más me gusta:
Ver cine, leer libros que
requieren algo más de atención, leer cosas de teatro, escribir y,
como no, perder el tiempo como decía mi madre: mirando las
musarañas.
Por el tema que trata PETRA
podía haber sido una tragedia griega o una película dramática y
sentimentaloide.
Sin embargo, su director,
Jaime Rosales, como viene haciendo desde el principio de su carrera,
hace un tratamiento del tema y la forma que la convierte en todo un
arte. Con sólo unas pinceladas esboza lo que va ocurriendo dejando
huecos al espectador para que complete la historia, en su versión de
la misma. Una película que se alarga porque te deja pensando como un
buen libro.
LOS AÑOS MÁS BELLOS DE
NUESTRA VIDA
Llego tarde al sofá y me
pongo a verla nada más empezar. Lo primero que veo es un rostro
envejecido, el de Jean Louis Trintignant mucho más que en la peli
“Amor”, ya viudo (recordemos que en “Amor” trata también de
la eutanasia, por amor precisamente) y en una residencia de ancianos.
“Las residencias son como
cárceles, sólo se piensa en huir” dice
a la protagonista, su amor de juventud, Anouk
Aimée. Claude
Lelouch los dirigió en “Un
hombre y una mujer” y las imágenes de los mismos
protagonistas, jóvenes,
amándose y
envueltos
por la melodía que se hizo
famosa, se intercalan en
blanco y negro en “Los años más bellos de nuestra vida”.
Esta cinta mide
el tiempo y lo agranda.
A la
vez que vemos
la belleza física perdida, muestra
la grandeza del recuerdo y la
memoria que lo magnifica todo. De ahí el título de la cinta actual,
en la que, quien hacía de hijo pequeño en la anterior y ahora mayor, busca a ese
amor perdido de
su padre para que lo visite, con objeto de que recupere o no pierda
más memoria, porque es lo único que recuerda. Un
mismo director para estas dos
historias a cual más bella.
EL AMOR MENOS PENSADO
No
es una gran película, como alguien pudo ver la noche del domingo en Versión
española. Cuando esto
sucede, Cayetana se rodea de personas que hacen sustancioso el
coloquio posterior como Juan José Millás y Gemma Nierga en este
caso, que, dicho sea de paso,
presentaron sus libros.
Es una historia más que
responde al esquema: Amor, desamor, libertad,
desencanto y reencuentro. Como siempre que se tocan estos temas, nos
vemos interrogados, y de nuevo buscamos respuestas, incluso, en
nosotros mismos.
“El matrimonio está
siempre al borde del abismo”
comenta Millás en su tono
pesimista, pero no exento de realidad. Más que comedia me
pareció un drama con toques de humor irónico que sus protagonistas,
Ricardo Darín y Mercedes Morán, estupendos como siempre, bordan,
como también la actuación de los secundarios.