domingo, 27 de enero de 2019

494. Lucía y Clarice


La razón de leer buenos libros es que inspiran. Si, por el contrario, el libro es malo, en vez de inspirar, atontan. Un buen libro nos hace incorporarnos por dentro, agita el pensamiento, etc.
Eso siempre me ha pasado con Clarice Lispector, pero no había leído nada de Lucía Berlín, excepto artículos y reseñas de su primer volumen de cuentos “Manual para mujeres de la limpieza”.
Estos dos libros de la foto son regalos de las navidades pasadas y la curiosidad de leer por primera vez a esta autora hizo que me decidiera por “Una noche en el paraíso”.
No es lo mismo leer un libro de relatos que una novela, ésta mantiene más la tensión todo el tiempo, engancha. Leer cuentos sin prisa y sin pausa, solo me ha pasado con algunos autores, sobre todos con: Kurt Vonnegur, Clarice Lispector, J. D. Salinger, Lorrie Moore, Quim Monzó y algunos más.
Y ahora Lucía Berlín. Esta mujer escribía con los cinco sentidos en marcha. Cuando terminé de leer sus cuentos me sentía borracha de belleza, de ritmo, de colorido, de verdad y de libertad, porque eso se respira en ellos; su verdad, su forma de ser y de encarar la vida. Como en el cuento “Mi vida es un libro abierto”. Su estilo, su forma de terminar los párrafos, de enfocar los puntos de vista. Los detalles ¡tan importantes en un texto! Y el humor hasta en las situaciones duras que relata.
Ahora leo a Clarice y todos sus cuentos reunidos. Es como leer a alguien de la familia, de mi familia de autoras y autores favoritos. He comenzado el libro por un cuento “Felicidad clandestina” para comprobar si me sigue envolviendo la misma sensación de hace tiempo, al leerlo por primera vez. Y sí, la admiración y asombro permanecen. Y, también, el recuerdo del deseo y disfrute de lecturas en una época que no podía comprarme libros; los sacaba de la biblioteca, incluso, (en navidad compraba uno simulando que era para regalo y luego lo cambiaba con la excusa de que ya lo tenía…). Pero no se lo digáis a nadie.

10 comentarios:

ÍndigoHorizonte dijo...

Clarice es mágica... tanto que te lleva lejos, hacia un terreno propio que solo uno habita. Mágica de verdad, sin posverdad...

Abracísimo, Isabel.

Tracy dijo...

Habrá que leerla. Me has convencido.

NáN dijo...

Dos superestrellas... por la luz que dan. Este nuevo de la Berlin no lo he leído.

ethan dijo...

Ignorante que es uno, pero le voy a poner remedio; ya.
Saludos.

Isabel dijo...

Indigo, ¡cómo no estar de acuerdo contigo y con lo que dices! Siempre me pareció que llegaba más lejos, incluso, que sus palabras.
Abrazos.

Isabel dijo...

Pues no sabes lo que me alegro, Tracy. Las crónicas de Clarice en "Aprendiendo a vivir" son destellos de esta mujer que te dejan el pensamiento ocupado.
Abrazos

Isabel dijo...

Muy cierto, NáN. Recuerdo que leí que te había gustado el primer tomo de Lucía Berlín. A mí me ha sorprendido.
Abrazos

Isabel dijo...

No creo, ethan, más bien creo que con todo lo que escribes no te queda tiempo.
Saludos.

Anónimo dijo...

Amiga querida: Conocí de tu mano a Lispector. Poco, sólo en "Felicidad clandestina". Y, como tantas cosas, pendiente para dedicarle más tiempo. Me encantó, eh.
Besos y deseando "junturas".UVA.

Isabel dijo...

Me alegra mucho saber que te gustó, Uva. Me encanta este nombre tuyo. pronto esas "junturas", venga que se va el tiempo. Más besos vuelan.