Se
miró las uñas. Estaban pintadas y brillantes, se veían largas al
trasluz. En verano podía dejarlas crecer a gusto. Al volver la mano,
otros brillos destellaban como piedrecitas debajo de las uñas al
iluminarlas la primera luz de la mañana. Eran granos de azúcar que
se habían prendido al espolvorear las tostadas en el desayuno. Nunca
imaginó que lo tomaría a la misma hora de todo el año. ¿Y para
eso se había alquilado una casa en el campo? Sin ruido, había
exigido a la agencia, necesitaba una cura de sueño.
Se
miró las manos. Eran las mismas que poco antes habían asustado a la
paloma que con su bububu bú repetitivo y cansino la despertaba desde
el primer día de sus vacaciones. La tarde antes al pasear por la
orilla del río cogió varias piedras. Las mismas que reposaban en la
mesita de noche. No era una asesina de palomas, pero si la suya
insistía como insistían sus nervios por falta de descanso, estaba
dispuesta a cargársela de una pedrada.
15 comentarios:
Me ha encantado. No se me ocurre ningún comentario inteligente, solo que me ha encantado, y ya está. Un beso
Elvira, es el comentario que más le gusta a quien escribe para poder seguir haciéndolo. A mí me encanta que te guste, porque lo colgué pensando "que cosa más tonta he escrito".
Mil gracias y un montón de besos.
Pues a mí también me gusta. Un beso.
Mira que son cansinas las tórtolas, y las chicharras peor todavía, es un ruido que es mejor no atender porque si no te vuelves loco.
Muy buen relato. Que tengas un estupendo verano.
Un abrazo.
A mi me gusta la imagen de las partículas de azúcar ... Muy poética. Un texto muy gustoso de leer y un final con el que más de una nos sentimos identificadas.
Teresa, qué bien!
Montón de besos.
ethan, han colonizado todo, y no he oído un canto más horrible y monótono. Fue una la que me sugirió el relatito, cómo no.
Mis deseos de buen verano y tranquilo son también para ti.
Un abrazo.
Ladelmedio, me alegra porque fue esa imagen y el canto de la pesada tórtola de las que partí.
Gracias y abrazos.
¡Una mujer al borde de un ataque de nervios!
parafraseando el título de la excelente película.
Sólo que esta creo que necesita asistencia
psicológica y hasta quizás psiquiátrica ¡urgente!
Felices vacaciones para ti y los tuyos,
Besos, Isabel
¿Leo ahí arriba que pensaste que era tonto lo
que habías escrito?
¡A mi me parece un muy buen comienzo para una novela!,
es que me quedé con ganas de que siguiera.
Myriam, me das qué pensar...
Te agradezco tu sugerencia y los ánimos para seguir escribiendo con este calor que sufrimos en este sur que tanto me gusta.
Gran abrazo y muy feliz verano para ti también.
Las vacaciones no siempre son como nos las habíamos imaginado. Pero verás que al final hasta vas a extrañar a la paloma, verás que sí.
Muy lindo. Y dulce.
Besitos besitos
Pues igual sí, virgi, comparada con el ruido de los coches.
Gracias y un montón de besos.
la protagonista me ha dado una idea:cogeré un puñado de piedras e imaginaré que son tórtolas al pie de mi terraza en mi punto de vacaciones, cuando oiga, reiterativamente, llamar a gritos:
"Antonia, por favor...José, por favor...Juan, por favor".
Yo no soy belicosa, es un desate de nervios. Uva
Ja, ja, ja, o cuando el altavoz del tapicero anunciándose te despierta sobresaltada.
Pero quién ha dicho que en un pueblo se duerme más.
Muchos besos, Uva.
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