Cuando hace mucho calor, hay veces que te privas de pasear por los sitios que te gustan. Un día te decides, y sin miedo al sol, como si de una mañana de invierno se tratara, caminas por las calles recogiendo imágenes como un turista más, eso sí, de tu ciudad.
Y pasas por los caños de Carmona sin rumor de agua, pero sí en un tramo restaurados, para adentrarte por infinitas callejuelas del centro, siempre al azar.
El calor ya aprieta al sol y encuentras sombras en la calle Lirio donde vivió Diego Martínez Barrio, Sevilla 1883- París 1962, presidente de la II República Española.
Y te refrescas entre callejuelas sombreadas, si no por colgaduras verdes, sí por toldos para acoger al paseante y hacer más amenas las compras.
Ella, la giralda, te espera siempre erguida en una perspectiva espléndida para avisarte que ya es la hora de la cervecita, tirada bien fría para aplacar la sed, en alguna bodeguita de sus alrededores.
Entra un grupo de rubios/as maduritos al establecimiento, uno de ellos comenta: aquí venía yo a los dieciocho años a comer jamón y ahora he querido traer a mis amigos –le dice el hombre muy contento a la chica, posiblemente de origen rumano.
Y es que volver siempre se quiere, por eso la ciudad, que a esta hora del mediodía ya respira fuego, te ofrece el abanico desde el suelo hasta el cielo.
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31 comentarios:
Sevilla me encanta y a mi hija aún más (ella estudió un tiempito ahí). Mi compañera hizo un dibujo en el Parque María Luisa que tal vez te guste http://zambrone.blogspot.com/2006/04/parque-de-mara-luisa.html
Callejuelas tan angostas y aun es necesario cubrirlas con toldos... Aquí en Holanda el sol nunca llega a una posición tan vertical. Lo notas por la sombra que anda contigo.
Un abrazo
Nunca palabras tan hermosas despertaron tantas ganas de viajar.
Precioso, besos
Sólo estuve una vez de paso en tu bella ciudad, en uno de los días más calurosos del año. Recuerdo cómo me derramaba el agua mineral del botellín que compré por la cabeza y por todo el cuerpo, jaja! Cualquier cosa para aliviar ese calor.
Tengo que volver con más calma y menos calor para disfrutarla bien.
¿Sabes que soy medio andaluza? Mi madre era de Málaga. Besos
Bonita semblanza de Sevilla en esta época estival. Turistear por nuestra querida ciudad siempre es un verdadero placer, a pesar de la "caló" que padecemos. También suelo dar mis paseítos mañaneros. Un abrazo.
Y de la Giralda mi compañera hizo un dibujo que puedes ver en este post: http://zambrone.blogspot.com/2007/05/piedras.html
No sé cuántas veces he estado en Sevilla... siempre con gusto.
Otro abrazo
Giovanni, he visitado tus post antiguos buscando las acuarelas de tu mujer. Me gustan mucho, tanto la del parque de Mª Luisa como la de la torre del oro, la giralda se ve al fondo, me gusta la forma de reflejar las plantas en el río Guadalquivir y el título: piedras, son piedras con su historia dentro, pero ¿qué piedra no tiene su historia?
En un viaje que hicimos este invierno pasado al valle de Ordesa y Monte Perdido, en el pirineo aragones, me llamó la atención lo enormes que eran los cantos rodados, las piedras que el río va arrastrando en su curso.
En ese mismo momento de mi observación, una procesión al estilo italiano, -que es distinto de las de Sevilla, más ostentosas, ésta se asemejaba a las películas de Adriano Celentano o las procesiones de los pueblos del sur de España- circulaba por la izquierda y tuvimos que detenernos.
Y pensé que el brillo de las piedras bañadas por el agua reflejaba como espejos todas esas historias. Tengo fotos, las buscaré y las pondré, son curiosas.
Me alegro te guste Sevilla.
Gracias, giovanni, y besos.
Gracias, Musaraña, pero si vienes hazlo en meses que no sean de calor, ya ves aquí aprieta bastante.
Besos.
Elvira, te comprendo. Mira que bien, Málaga tiene mejor clima.
Más besos.
emege-e, tú lo practicas mejor que nadie, ya que conoces mejor los sitios que yo. Seguro estás en uno de esos paseitos.
Un abrazo.
Que preciosidad de entrada, Isabel.
Aprovecho para comentarte que mi madre estuvo conmigo allí hace como 6 años, y aún me dice de vez en cuando que sueña con irse a vivir a Sevilla.
No conozco Sevilla. Me tengo que hacer el ánimo de ir.
pero cuando no haga tanto calor.
Un beso
Hermoso recorrido, fresco a pesar del estío. La última frase, deliciosa.
Una sonrisa
Sigues siendo la elegancia hecha blog, y mira que hace tiempo que no venía por aquí, eso sí... antes venía disfrazada de kasi-siempre y ahora lo hago de poeta.
Un beso, Isabel, un placer releerte -revisitarte-.
Tienes que traerla de nuevo, Vero, a ver si entonces os conozco.
Abrazos.
Y a ti lo mismo, Elena,pero eso sí con menos calor la vas a disfrutar más.
Besos.
Gracias, iliame, con vuestra visita se vuelve hermosa cualquier entrada.
Mi sonrisa y un beso.
Ana, qué alegría verte por aquí, ahora mismo voy a ver esta poeta de siempre con nuevo nombre.
Gracias por tus amables palabras y un fuerte abrazo.
Espléndido, Isabel. Tan elegantemente sencillo. No es fácil.
Algún día iré a Sevilla.
Hola Isabel,
ha sido un placer pasear contigo por tu preciosa ciudad.
Hacía muchos años que no volvía.
Gracias, has sido una guía fantástica.
Besos cálidos**
perdona, llegué por accidente, estaba hablando con mi amiga cuando un mosquito se ha detenido en la pantalla de mi móvil, echaré un vistazo a tu blog, [el mosquito ha muerto, lo he chafado]
Gracias, NáN, este es un pequeño recorrido que hacemos andando desde donde vivimos, pero hay varios. Espero que tú también te acerques al sur alguna vez.
Gracias también a ti, Ofelia, así que tú sí la conoces, me alegro.
No era mi intención ser la guia que parezco. Es un post en segunda persona a mi fotográfo, pero me alegro que haya sido un paseo para todos. Nosotros volvimos sudando a chorros, jejeje...
Pobre mosquito, Jesús, me da la oportunidad de conocer tu blog y acabas con él.
Pues sí, Isabel. Siempre se añora Sevilla. Al menos a mí me ocurre. Y hace tanto tiempo que no voy...
Gracias por ese paseo de la mano de tus palabras por los rincones escondidos y perfumados de la ciudad. A pesar de los calores, ha valido la pena.
Un abrazo muy, muy fuerte,
¡Qué tandem tan lujoso fotógrafo-escritora! Me ha encantado, tanto la descripción de esa mañana -me llevas de la mano-, como las fotos. En cuanto abro: los caños de Carmona. Tras 10 años de ausencia, me instalé frente a ellos a vivir. Qué de recuerdos.
Gracias. Una vez más, un disfrute. Besazos de Uva -a la sombra-.
Freia, gracias, besos y buena vacaciones al fresco.
Uva, no sabía habías vivido tan cerca, no lo he adornado como tú sabes hacerlo, pero me alegro mucho de que te haya gustado.
Abrazos ¿cuando?
Ah, la cervecita fría en una tasquita de Sevilla. Tú sí que sabes lo que es vivir
Hola Isabel: te decía en mi blog que yo no he puesto anuncios, pero algunas veces salen al abrir mi blog. ¿Habrá una manera de evitar que suceda eso?
Un beso
Creo que sí, Elvira, cuando añades una entrada hay una pestaña: Monetizar, si pinchas ahí puedes anularlos.
Ultimamente es un agobio, insisten y has de hacerlo una y otra vez.
No creo que salgan al opinar en el mío, si salen por favor avísame.
Espero te sirva.
Un beso
Miguel, de saber vivir, aprendo yo de ti continuamente.
Hola, Isabel. Se nota por las fotos que conocéis Sevilla, y que la tenéis muy mirada, claro. Estuvimos hace tres años, en invierno, y nos gustó mucho. Hemos de volver, siempre lo decimos. Vivir lo más lentamente posible, eso sería lo deseable.
Un saludo
Un bello post y muy generoso en estos tiempos de crisis. No sé ya la de veranos que llevo sin vacaciones, qué desastre...
Saludos,
Sara.
José Luis, cuando hace tanto calor, como intentes correr estás perdido, te derrites, jeje...
Y si lo intentas, volverás.
Sara, gracias por tus palabras. De vacaciones te puedo decir que sólo cuento con los puentes que haya al año y eso es como ponerte el bocado en la boca y que te lo quiten. Es el eterno problema de los autónomos.
Pero no es una queja porque yo me tomo la vida en presente, aprovechando el momento, y no soy nada exigente, disfruto con pequeñas cosas.
Besos a los dos.
He mirado esa pestaña -nunca había entrado- y me ha parecido que era para programar cómo quieres que salgan los anuncios. Dice la última opción:
No añadir nuevos anuncios; habilitar solamente los informes de AdSense.
Pero es que yo no quiero nada de eso, ni AdSense.
Muy linda descripción de tu ciudad, he disfrutado del recorrido de sus calles y de las lindas fotografías.
Un beso,
Elvira, creo te contesté en tu blog, al final esta fastidiosa publicidad se cuela aunque no la desees.
Una lata y una pérdida de tiempo para los anunciantes porque producen el efecto contrario.
Besos
Marissa, me alegra que te guste, gracias por pasar y muchos besos.
Bueno, bueno, aquí está nuestra ciudad de nuevo, y no es que tú la mires demasiado mal, ¿no? Espero pasar por aquí con más frecuencia. Felicidades por este rinconcito tan agradable.
Gracias Sir por venir a conocerme y más estando tan cerquita.
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