domingo, 4 de julio de 2010

147. El cuarto de atrás

Recordar etapas de mi vida es lo que me suele pasar cuando muevo los libros de sitio.
No soy aficionada a recordar, sólo si necesito acudir a ese cuarto de atrás de la memoria para recuperar algún dato. Así tituló Carmen Martín Gaite su pequeño libro "El cuarto de atrás" que se va haciendo grande a medida que te adentras en él y que ahora tengo en mis manos; lo ojeo, amarillean sus páginas pero no importa, el mensaje sigue ahí:
Los recuerdos que pueden darnos alguna sorpresa viven agazapados en el cuarto de atrás, siempre salen de allí, y sólo cuando quieren, no sirve hostigarlos”.

O este otro que conviene recordar:
Nadie quería hablar del cataclismo que acababa de desgranar al país, pero las heridas vendadas seguían latiendo, aunque no se oyeran gemidos y disparos: era un silencio artificial, un hueco a llenar urgentemente de lo que fuera”.

Mi cuarto en el que escribo también es el de atrás, el más lejos de la puerta de entrada, aquí me escondo, como dice M. Esta mañana me ha montado dos armarios nuevos para libros y disfruto poniéndolos a buen recaudo.

Como decía, cuando cambio los libros de sitio algo ocurre en mí. Primero los miro en sus pastas, los abro, veo las notitas que doblo porque sobresalen de ellos; no me gusta subrayar, quiero dejarme sorprender por cosas nuevas que quizás no capté en una lectura anterior, por eso apunto la página y el comienzo de la frase en notas que dejo dentro de ellos.

Si quiero limpiarle el polvo a los libros y colocarlos en un nuevo lugar con prisas, como ahora, éstas desaparecen; me sitúo fuera de la realidad como en un baile lento; con movimientos pausados los abro para que respiren –están tan juntos siempre y apretaditos- y las sensaciones que emanan me envuelven como en una sinestesia. Surgen hilos que me llevan de acá para allá en el tiempo, no sólo a los momentos en que ellos irrumpieron en mi vida, sino a los momentos que el propio autor/a los pensó y escribió.

Se puede escenificar una vida, la de una persona a través de sus libros o mediante entrevistas que desgranan vivencias, instantáneas de circunstancias y situaciones.
Se puede entrar así en la vida de alguien; evocarla al leerla, y traer sus palabras al presente porque quizás te identificas con ellas.
Y es que el libro te da calor, te acoge, lo sientes cuando descubres la complicidad de sentimientos y pensamientos con lo que en él se dice. Carmen escribía desde la sencillez para volar lejos, hacia lo complicado que sólo se descubre si te fijas. Era fácil sentir esa especie de comunicación al leerla.

En ese abrir y cerrar de libros ya leídos siempre vuelvo a esa frase que los abre y que resume esa idea que lleva implícita, como en este:
La experiencia no puede ser comunicada sin lazos de silencio, de ocultamiento, de distanciaGeorges Bataille


Y para completar esa ida y vuelta leo las dedicatorias y otros hilos se enlazan. Me gusta dedicar y que me dediquen libros y guardo algunas muy queridas, pero quiero poner aquí sólo una, la más simple y la más importante para mí:
Para mí de yo
Si pasas por aquí, ¿te importaría añadir tu preferida? Me gustaría conocerla.

26 comentarios:

Elvira dijo...

"Para Elvi, que es un amor, de su viejo-nuevo tío con amor también. ¡Te mereces tanto que te quieran!
Un beso y cariños para Lucía de

José A. Goytisolo 1993
(Novíssima Oda a Barcelona)

Me emociona cada vez que la leo.

Un beso, Isabel

Musaraña dijo...

"Para unos ojos que leen, de unas manos que escriben" Fue la dedicatoria de una vieja historia de amor en un libro de poesias.

Me sorprende encontrar pensamientos propios en historias ajenas. Felicito tu unión con los libros....LA PALABRA ES VIDA

Un beso :)

Isabel Barceló Chico dijo...

Creo que esa dedicatoria tuya es insuperable, porque manifiesta cuánto te quieres - y a todas nos hace falta querernos mucho -. Saludos cordiales.

giovanni dijo...

Cuando cambio los libros de sitio me cuesta reencontrarlos, por tener una memoria fotográfica. Escribir en un 'cuarto de atrás', escondida... concentrada. Suelo releer libros o partes de ellos, los que más me gustan, pero nunca escribo, subrayo o meto papelitos en una novela (no ficción es otra cosa). Cada uno tiene sus peculiaridades. Nunca me fije en dedicatorios, sólo hace poco en uno, para mi cumple, de la traductora (pero antes de todo es amiga) de Vargas Llosa, Álvaro Mutis y otros, y lo leí mal. En vez de su dedicación a un lector atento (aandachtig), leí: a un lector atractivo (aantrekkelijk).

Un abrazo

NáN dijo...

Lo siento, pertenece a mi vida secreta y no la puedo transcribir. Solo decir que a veces abro el libro y la leo. (Creo que ya he dicho demasiado).

Espléndidas las dedicatorias que habéis puesto, ¡pero con la de Giovanni me troncho! Imagino tu decepción. ¡Quién fuera un lector atractivo! Que no digo que no lo seas, pero verlo escrito en una dedicatoria sería divino.

Lara dijo...

¡Uf, yo tengo varias también! Las primeras que me vienen a la mente y que no transcribiré son las de las Fábulas de Esopo y las de Iriarte, regalo de mi padre cuando yo era pequeña, esos libros los llevo siempre de una librería a otra.
Y luego más...
Qué mundo el de los libros dedicados. Pero las más enigmáticas son las de los libros de segunda mano.
Disfruta de tu nueva librería, Isabel!
Un abrazo fuerte.

emege-e dijo...

Amiga, tenemos tantas afinidades, que también yo me dedico los libros que me regalo, es una de mis manias. Esas palabras escritas con el corazón de personas queridas estarán siempre atesoradas entre las páginas de mis libros, no sabría elegir una al azar. Siguiendo tu línea te diré una de las mias:"Hoy me he dado cuenta de que me faltaba éste libro, mi favorito, por lo que me place, de yo a yo, regalármelo".
Un fuerte abrazo.

Isabel dijo...

Gracias, gracias por participar, me encanta leer vuestras dedicatorias, NáN, alguna habrá que no sea tan secreta.

Iba a deciros que tengo una amiga que se dedica sus libros, pero ella misma ya lo ha dicho, gracias emege-e.

Yo nunca lo he hecho, puede que por pereza, y no me di cuenta ayer que se podía interpretar así mi dedicatoria.

Dije que era importante porque esa persona sólo me dedicó ese libro, le costaba y simplificó en el posesivo mí todo lo que quería decir significaba ese otro yo que era yo misma.
Me encantan el juego que dan los pronombres y acertó.

Lo dicho, mil gracias y besos.

momo dijo...

Surgen hilos que me llevan de acá para allá en el tiempo, no sólo a los momentos en que ellos irrumpieron en mi vida, sino a los momentos que el propio autor/a los pensó y escribió.
A veces pienso cuando paseo por alguna orilla , (hoy en la tuya) que somos tods tan parecidos en los sentimientos que nos mueven y las emociones que nos hacen sentir ...todo lo que has escrito podia ser mio...o de cualquiera aunque no sepamos decirlo tan bello y cercano.
Yo tengo muchas dedicatorias y me encantan pero hay una..."Irás a Africa y sabrás más aún y llorarás y sentirás la vida..Ebano de Kapuscinski.

trinidad dijo...

Hay una que me sorprendió y me gustó a la vez, que decía:" CON MUCHO CARIÑO Y AGRADECIMIENTO POR LA ALEGRÍA QUE COMPARTES CON TODOS".Me pareció bonita la imagen que tiene de mí el escritor, porque me parece bonito compartir la alegría.Desde entonces llamo a mis amigas cuando estoy feliz, para compartir esos momentos con ellas. Besos y gracias por tus post.

carmen dijo...

Me ha gustado mucho el post. Y la dedicatoria más bonita, para mí,
me la hizo un hijo cuando me regaló un libro de poesía: " Para ti, amatxo, que tienes ese arte para que te regalen...No lo pierdas"

VERONICA LEONETTI dijo...

Yo en cambio busco las ventanas, los espejos. Un campo abierto a la vista pero siempre con un marco que lo delimita.
El tiempo camina despacio y pasa rápido cuando se ojean los recuerdos.

Mis dedicatorias preferidas están escritas en tinta invisible. Pero lo importante es que están allí.

Inspiradora publicación, maravillosa Isabel.

Ausencia Silenciosa dijo...

Escribes TAN TAN lindo, me has dejado sorprendida!

Comparto aquello que te une con los libros, totalmente... incluso las páginas con un pequeño dobladillo o el hecho de sean ellos los que guarden tus recuerdos!

Un abrazo desde el silencio!

Araceli Esteves dijo...

A mí, que yo recuerde, nunca me han dedicado un libro. Pero sí tengo un cuarto de atrás que a veces invade toda la casa.

ty dijo...

A mí también me suele pasar eso, me he sentido muy identificada.

Saludos,
Sara.

Isabel dijo...

Ahora sí con más tiempo os contesto porque me encanta hacerlo personalmente:

Elvira yo también tengo un tio viejo-nuevo, va a cumplir 91 y tiene la cabeza mejor puesta que la mía, se cartea por mail con sus amigos. También estoy segura de que te lo mereces. Otro beso.

Musaraña, qué bonita: ojos que leen y manos que escriben, de hacerlo todos los días se nos ha olvidado lo que representa. Nos une lo mismo. Más besos.

Isabel, aunque no era esa mi intención también me sentí identificada con tu punto de vista porque en intención también me hubiera gustado hacerlo con otros libros. Un beso.

giovanni, me pasa igual con la memoria y ahí estoy en esa búsqueda y cambios permanente. Creo que al final serán ellos: los libros, los que van a decidir su sitio.
La atracción, para mí es múltiple y reside en muchos intersticios del ser humano, así que tu lectura fue acertada. Otro abrazo.

Lo ceremonioso que te pones a veces, querido NáN, lo que giovanni te dijo en tu blog lo pensé también al ver tu entrada, pero ya sabes que hay respeto.

Lara, qué bonito llevar los libros de tu padre, ¡esos recuerdos físicos!
Te diré que ni me doy cuenta del calor cuando estoy entre libros y no veas la que cae.
Hace tiempo escribí un post en Literatúrate sobre las dedicatorias de libros de segunda mano, algunas son geniales.
Muchos besos.

emege-e, muchas tuyas han salido de ti para mí, es reconfortante.
Abrazos.

momo, esos hilos que nos unen es lo que más me maravilla de la lectura, me alegro mucho de los nuestros. Kapuscinski es también uno de mis preferidos. Un beso

iris, la alegría es contagiosa y haces bien en compartirla. Gracias y besos.

Carmen, esa dedicatoria implica que has puesto mucho de tu parte, jeje... y es que los hijos nos descubren, pero tiene razón es un arte. Besos

Vero, yo también busco ventanas pero en una ciudad es difícil, encerrarme para mí es más encontrar la concentración que otra cosa. Me encanta tu frase, pero, curioso, al leerla la he registrado así: el tiempo camina rápido y se detiene cuando ojeas un recuerdo. Quizás esté influenciada por el libro que he terminado de Tabucchi "El tiempo envejece deprisa".
Gracias por tus bellas palabras y besos.

Ausencia, me alegro de que compartamos sentimientos y silencios. Bienvenida y besos.

Araceli, si pasas algún día por Sevilla, cuanta con uno, ya estoy pensando la dedicatoria.
Yo, ahora, estoy replegándome, también lo había invadido todo.
Besos.

Sara, me alegro mucho. Un beso.

NáN dijo...

Bueno, sí hay una que me emociona especialmente, porque sé lo cierta que es. Está impresa en los 20 ejemplares que se hicieron de la tesis de mi hijo. Te copio el final:

«He dejado para el final para evitar que se diluya entre el texto, mi agradecimiento infinito a Nano y Lola, mis padres. Su apoyo incondicional hacia mi proyecto de vida, pese a lo duro de las condiciones de estos años, ha sido la razón por la cual pese ha todo, he llegado hasta aquí y hoy estoy escribiendo estos agradecimientos. Han creído en mí, me lo han hecho notar y eso me ha dado fuerzas. Realizar una tesis y terminarla tiene muchas recompensas y algunas son totalmente imprevisibles. Aunque me gustaría haber salido de casa al terminar la carrera, mi difícil situación de estos años me lo ha impedido. Es cierto que eso me ha pesado muchas veces durante este tiempo, sin embargo, contemplado ya con perspectiva, esta situación me ha regalado unos años maravillosos junto a Lola y Nano, unos años irrepetibles en los que nos hemos conocido ya como adultos, hemos charlado, cenado, paseado, disfrutado, aprendido y reído. Gracias y gracias.

Y por supuesto mi agradecimiento incondicional al barrio de Malasaña.»

Madrid 13-mar-07

NáN dijo...

la errata del "pese ha todo" ha sido un error mío al escribirlo.

Isabel dijo...

Bueno, bueno, NáN, no sabes lo que me alegro, primero de todo de esa alegría de sentir que tu hijo obtuviera su tesis, que tanto esfuerzo cuesta y la satisfacción como padres de verlo cumplido. Dicen mucho esas palabras de vuestro hijo, se ve el camino recorrido, ese estar ahí como padres al final te da esas maravillosas sensaciones.
Mis felicitaciones a ti y a Lola y mi agradecimiento, Nano, porque esta dedicatoria es dificilmente superable.
Abrazos.

NáN dijo...

Querida Isabel: fueron casi 8 años y la mayor parte de ellos bastante duros. El proyecto en el que estaba agotó el presupuesto en el primer año y siguió trabajando, para sí mismo y para eso que se llama la "ciencia" otros 7 sin cobrar nada. Eso sí, tenía su mesa en un lugar atestado y su laboratorio: en realidad unas condiciones principescas. Amigos suyos doctorandos procedentes de Latinoamérica tenían colchonetas ocultas para dormir allí. Las condiciones de estos chicos, hoy hombres como mi hijo, hacían que se me cayera el alma a los pies: les dejaban hacer el doctorado, pero no les permitían trabajar.

Que pasados esos años, con la perspectiva, se diera cuenta de que habían sido un "regalo de la vida", por la convivencia con nosotros como adultos, me deja muy buen sabor.

Un abrazo (y gracias por hacerme rescatar del olvido esta "dedicatoria").

Elvira dijo...

¡Cómo me alegro de que NáN haya compartido esta dedicatoria! Me ha emocionado. Un beso

Isabel dijo...

A mí también, Elvira.
Otro beso.

- dijo...

Sus palabras de abrazos esmaltados en frescura y de una costura que intacta a quién lee su composición.

En cada dedicatoria, rearmo la trama significativa que es el lenguaje. Cada persona es algo más disimil de lo que soy y por lo tanto me gusta escurrir las palabras hasta dónde más pueda. Siempre me maravillo con algo nuevo o algún recuerdo que el subconciente trae a mi.

Me encantó su entrada. Los libros son nuestros cómplices de las verbalizaciones intrapsiquicas, no se lo cuente a nadie :-) ya lo han guardado entre sus páginas.

Un abrazo grande Isabel!!!

Isabel dijo...

Por favor, arbre, tuteamé. Me alegro de que hayas conectado con mis palabras.
Gracias y otro abrazo para ti.

Luna dijo...

Hola, Isabel.
No me gustan las dedicatorias en los libros, pues suelo regalarlos después de leidos y llevarlos dedicados no estaría bien.

Los únicos que tengo dedicados son de un amigo, escritor de viajes, bastante conocido. Cada vez que saca uno me lo trae dedicado en todas las hojas y espacios en blanco que tiene el libro con trocitos de poemas de Celaya, Borges y todos los poetas que me gustan.

Nos reimos mucho.

Besos

Eso sí, me trae otro para regalarlo.

Otro beso.

* También me alegro del encuentro.

Isabel dijo...

Buenos días, Luna, gracias por dejar esta original forma de dedicar libros de tu amigo.
Me ha parecido genial.
Un fuerte abrazo y disfruta del verano.