miércoles, 31 de marzo de 2010
131. Fregona, eso eres
La limpieza de verdad estaba en el detalle; en el perfil de una línea entre baldosas; en el color de un plinto; en un cuadro derecho; en un ramo de flores silvestres encima de una mesa...
Jimena había nacido limpiando, o eso le decían. Pero ella sabía que todos hablaban demasiado, porque a Jimena le gustaba escuchar mientras limpiaba, y aprendió que el que más habla, no es el que más dice.
*Nota:
En estos días perfumados de Sevilla me he acordado de Jimena. Yo me alejo hasta el domingo de los olores y las bullas. Busco el mar para descansar un poco, pero os dejo este micro sobre ella. Si os gusta, me alegraré si pasáis por aquí y le decís algo.
miércoles, 24 de marzo de 2010
130. A volar
Hoy esperaba sin desesperar a una persona. Después de tan largo invierno, el retraso de una cita se compensa si luce el sol y el aire huele a perfume de azahar.
Distraída, ojeaba la prensa. Sin querer escuché una frase: “...no puedo lavarme la cabeza y no secármela, me la tengo que secar con el secador sólo un poquito...”
Pensé, “un par de amigas”, pero no, levanto la vista del periódico y con sorpresa veo una madre bien vestida que pasa delante de mí con su hijo de unos trece años, cargado con mochila y con andares cansados.
A veces, no sólo escuchas frases mal construidas, insulsas. A veces, como hoy, también ves adolescentes que repiten gestos insistentemente, como acariciarse sin parar el filo del pantalón corto. Me acordé de esos corredores de olimpiadas que repiten sus manías para concentrarse antes de iniciar la carrera. Y, también, de lo pronto que las crías de golondrinas echan a volar.
martes, 16 de marzo de 2010
129. Sin título
Tan absorta estaba, que se sorprendió de haber pasado tanto tiempo leyendo en la pantalla del ordenador; ella, que siempre había afirmado que para leer prefería el libro.
viernes, 12 de marzo de 2010
128. De cine y más...
-Me tocaba a mí y no me voy a quedar para el final, ¡estuviera bueno! No me he llevado ni una estatuilla y quiero que hable de mí como tenía pensado.
-Vale, vale, sólo porque ¡eres tan guapo!
No, no es de guapura, aunque el protagonista de "Up in the air", George Clooney, la tiene. No es del protagonista de quien quería hablar, sino del punto de vista de su director, Jasón Reitman. Afronta en esta cinta un tema duro y actual (un experto en despedir a gente, contratado de forma externa por otras empresas para reducir personal). A pesar de ello, lo hace con una naturalidad, ironía y un cierto sentido del humor, y a lo largo de la película nos hace sonreír.
La elegí para verla porque este joven director lo había sido también de "Juno". Aquí la protagonista es una chica que con 16 años se queda embarazada y decide afrontar ella sola su decisión de seguir o no adelante y darle la solución mejor.
En ninguna de las dos me defraudó. Es por esa naturalidad, esa forma de convertir los problemas en algo sencillo, no sin esfuerzo, y ahí es donde admiramos el trabajo de los actores.
Y hoy desayuno con la noticia de la muerte de Miguel Delibes. Me da rabia que los medios parecen esperar la muerte de una persona para ponderar y exhibir todo lo que fue. ¿No sería mejor decirle todo en vida para que se fuera más feliz? Y despedirlo como la persona que se va hubiera preferido.
Me ha gustado especialmente lo que de Miguel Delibes ha dicho Gustavo Martín Garzo esta mañana en la radio:
"Tenía la virtud de nombrar las cosas con un lenguaje transparente. Hacerlas presentes".
Esto último es muy importante al escribir teatro, porque el actor tiene que retomar una y otra vez esa palabra y presentarla al espectador como una verdad reciente, capaz de convencer y emocionar.
Y es que Miguel Delibes, como ha dicho también el ministro de Educación Ángel Gabilondo: "Seguía y perseguía la palabra". Esa que, ahora, nos queda en sus obras.