martes, 25 de septiembre de 2007

3. Un sábado de septiembre


Lo primero que hago al levantarme es mirar por la ventana de su cocina. Aún no he escrito nada sobre ella, la dueña del costurero, en este tercer Septiembre que ya se marcha hacia el otoño.
Tres, dos, uno, más, aún más, mucho más; ya se borra el día, el día que empiezan a no recordar: 50.000 personas ya, sólo en Andalucía.
Los números no saben contar, los números sólo sirven para quedar “monos” en las estadísticas, esas que dicen cuánto cuesta en euros, no curar, sino soportar una enfermedad. Eso sólo lo saben los que la padecen o quizás lo mejor de todo es que lo saben sólo a ráfagas; cada vez menos, hasta desaparecer, las ráfagas y ellas.

Ya no lloro a moco tendido, sólo unas lágrimas luchan a veces por salir cuando, mirando por su ventana, oigo unos pasitos suaves a mi espalda en el silencio de los sábados, me giro y no hay nadie.
Vuelvo a contemplar la parra enredándose en el naranjo, como abrazándose; aunque sólo tengan en común frutos exquisitos. De nuevo mi memoria reproduce los sonidos de una voz que me llama: ¡niña!
Y es ahora cuando las lágrimas brotan porque, después de llamarme, me acariciaba su beso de buenos días acompañado siempre de su sonrisa.

tus labios
remanso de paz entre dos altas cumbres
tus labios
caricia suave, rosa en flor
tus labios
paz en movimiento, sonrisa infinita
tu beso,
aleteo de mariposa sobre mi mejilla volando lejos ...

a ella, mi madre.

11 comentarios:

JJ dijo...

Me gusta leer y no entenderlo todo, sentirme confundido. Aún más, me gusta leer y entender sólo lo imprescindible. Y sobre todo me gusta leer a los rebeldes que no se conforman con el olvido.
Un abrazo.

Isabel dijo...

Sí Pablo, hay veces que sólo se pretende pasar de puntillas sobre lo que se piensa, sobre todo cuando se trata de sentimientos y tú lo sabes bien, no se olvida a quien se quiere. Besos.

poetabululu dijo...

Uyy... cómo me ha gustado eso que he leído; la que casi llora, soy yo.
Expresas lo que sientes con emoción y ternura, pero con comedimiento, sin caer en excesos ni en ñoñerías. Y eso siempre es de agradecer, además de buen gusto.
Un beso, Isa.

Mª José dijo...

Me ha encantado, se escucha el lento latir de un corazón roto por la ausencia del ser querido, pero alentado por la presencia infinita de su amor.
Un beso. MªJosé

AMATISTA dijo...

Hola, solo pase para saludarte y decirte que tienes un blog muy chulo, yo soy nueva en esto , pues solo llevo unos 4 días , bueno ya me despido y hasta pronto.

Isabel dijo...

A ti MªJosé ya te di la bienvenida y las gracias por tus palabras.

Amatista, me alegro que te guste y gracias por pasarte por aquí.

elchicoquequeriaserbreteastonellis dijo...

Precioso, Isabel. Sigue así, estoy aquí aunque no lo parezca.

Besos,

Guille

emege-e dijo...

Son las palabras más dulces, sencillas y tiernas que he leído dedicadas a ese ser tan querido que, para muchos también echamos de menos.
Has desnudado tu alma para el recuerdo y tú corazón ha hablado.
Lo mejor que has escrito.
Enhorabuena. Un fuerte abrazo.

Diana P. dijo...

qué buen ritmo llevas, qué envidia. A mí también me pasa que me bloqueo, y lo mismo: que si esto para yomujer, lo otro para librodearena, lo otro para mi blog (¡por fin he empezado a ponerlo al día!) y ahora Literatúrate...

Qué estrés de escritura... menos mal que me encanta :-)

Diana P.

COLOMBE dijo...

Querida Maribel como me ha gusta tu sabado de septiembre ... me acuerdo del rostro de tu mama, tan suave y de su dulcura... gracias por compartir con nosotros tus sentimientos... asi me siento mas cerca de ti
mil besos de tu amiga francesa
COLOMBE

Isabel dijo...

Mil gracias Colombe, me ha hecho mucha ilusión tenerte aquí tan cerca. Besos y bienvenida.