Así los veo
desde mis ventanales:
por la izquierda
desnudos sin pudor,
por la derecha
vestidos de triste verdor.
Yo prefiero los primeros,
me gusta ver el hueso.
Me gustan porque
no esconden nada
entre sus firmes ramas.
Tan sólo una cosa:
savia nueva
una y otra vez
en cada primavera.
18 comentarios:
La Naturaleza no construye pedestales
triunfa sin importar
que la muerte gane siempre.
El eterno comienzo. La luz después de la sombra. La profusión tras la nada. El verde tras lo seco…
A mí también me gustan los árboles desnudos, mucho.
Un beso, tocata.
Quería decir «tocaya», ay.
Pues otro beso
"tocata" estaría bien como un dudoso término italiano para signficar "tocada por la gracia de la visión sencilla que está al alcance de todos".
Me gustan las personas de carne y hueso...
Lindo tu poema!
Besos
Ojalá fuéramos naturales como la propia Naturaleza, pero aquí, ya ves, no se alcanza, por más que se intente.
Un fuerte abrazo
La Naturaleza es así de generosa,
florece en cada Primavera.
Y que ésta florezca en tu alma, Isabel.
Muchas gracias por tus cariñosas
felicitaciones en casa por mi nueva nieta.
Besos
Tienes un blog precioso. llevo tiempo siguiéndote y aunque mi trabajo me ropa parte del tiempo, abro este costurero y me dejo llevar. Me he permitido añadirte a mi blog. un abrazo desde la campiña cordobesa.
Pues sí, Anacanta, los pedestales son propios de humanos siempre tan tontos y vanidosos, como si fuéramos a vivir para siempre.
Abrazos.
Isabel, a mí me encanta observarlos. Su trasluz me transporta a muchos sitios.
Muchos besos.
NaN, no puedo pensar la palabra tocata sin que le siga "y fuga". Y pienso en estos comentarios fugaces, tan ricos y que dicen tanto.
Abrazos.
giovanni, a mí también.
Gracias por lo de poema, pero yo no diría tanto. No sé escribirlos, son sólo un pensamiento, pero cuando leo poesía pienso que es el género que más cuenta, y que más feliz me hace en muchos momentos.
Muchos besos.
virgi, estoy de acuerdo, ella es más sabia, los humanos sólo nos encargamos de estropearla y de intentar acabar con ella una y otra vez, cuando los que primero desaparecemos somos nosotros.
Abrazos.
Myriam, gracias a ti, tener nietos debe ser una experiencia maravillosa y me alegro por ti, y por todos los sentimientos y sensaciones que seguro sientes.
Abrazos.
María Rosa, muchas gracias. Me alegra que te hayas decidido a entrar, te espero siempre que quieras.
Abrazos
Graciaaaaaas, Isabel. Besotes
Me gustan en su momento y de cualquier guisa, pero reconozco que con la desnudez del invierno tienen un encanto especial.
Y más al saber que "todo un ejército de elementales de la naturaleza laboran en ellos preparando esas primeras yemas que ni tan siquiera esperan a la primavera para darse a conocer."
Chao.
Ese tejido que tienen al trasluz las ramas desnudas me parece muy poético.
Y como dices, Ernesto, la vida que bulle en su interior aparentemente seco, eso sí que es sabiduría.
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