Los poemas de Emily pasaron desapercibidos durante mucho tiempo. La voz de la naturaleza nos la hace llegar a través de sus cortos versos. Este es un mensaje muy actual.Me recuerda la antigua fábula adaptada de La Fontaine y me pregunto ¿Qué pasa con aquellos que son como la hormiga? Besitos Ave Peregrina
Índigo, suena por todos lados, por suerte es bastante ruidosa, tanto, que si quieres leer, a veces, se hace difícil porque de extraños que parecen esos ruidos, acostumbrados como estamos a las ciudades, prefieres escucharlos. Abrazos.
Ave, ya quisiéramos estar tan organizados como ellas en sus diminutas sociedades, no pierden el tiempo, horadan hasta en los sitios más insospechados para conseguir sus propósitos, sin cansarse, tú lo sabes. Besitos
No, Uva, la que habla de la chicharra soy yo que, al escucharla tan seguido, me acordé de las fotos que tenía. Y también, porque cuando este calor de esta tierra nuestra aprieta, ya lo sabes, la pereza es un clásico. A mí ni cantar me saldría, jejeje... Abracitos y sigue disfrutando allá, en ese lugar precioso y refrescante.
10 comentarios:
La voz de Dickinson es tan maravillosa...
A mí siempre me sorprende, Darío.
La naturaleza suena. Sueña. Besos, Isabel.
Los poemas de Emily pasaron desapercibidos durante mucho tiempo. La voz de la naturaleza nos la hace llegar a través de sus cortos versos. Este es un mensaje muy actual.Me recuerda la antigua fábula adaptada de La Fontaine y me pregunto ¿Qué pasa con aquellos que son como la hormiga? Besitos Ave Peregrina
Índigo, suena por todos lados, por suerte es bastante ruidosa, tanto, que si quieres leer, a veces, se hace difícil porque de extraños que parecen esos ruidos, acostumbrados como estamos a las ciudades, prefieres escucharlos. Abrazos.
Ave, ya quisiéramos estar tan organizados como ellas en sus diminutas sociedades, no pierden el tiempo, horadan hasta en los sitios más insospechados para conseguir sus propósitos, sin cansarse, tú lo sabes.
Besitos
No sé si Dickinson habla de la chicharra o, en este largo julio, habla de mí. Pero es estupendo por un tiempo no ser hormiga.
jaja. La Uva.
No, Uva, la que habla de la chicharra soy yo que, al escucharla tan seguido, me acordé de las fotos que tenía. Y también, porque cuando este calor de esta tierra nuestra aprieta, ya lo sabes, la pereza es un clásico. A mí ni cantar me saldría, jejeje...
Abracitos y sigue disfrutando allá, en ese lugar precioso y refrescante.
La banda sonora del verano.
:D
Nieves, llega a molestar a la caída de la tarde cuando se agradece el silencio.
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