lunes, 5 de agosto de 2013

311. El hombre de piedra


La niña entró por detrás en la casa que parecía abandonada, miró a un lado y a otro, nada. Se quito los auriculares, y al ver el agua no pudo resistir la tentación. Bajo con cuidado los escalones de la piscina y nadó hacia un lado, pero algo extraño le hizo volver la cabeza, como una mirada. Sin miembros, sólo cabeza.
Unas voces que salían desde dentro de la casa la alertaron.
-¡Serán corruptos y mentirosos!
-¡Qué soberbia, qué prepotencia!
Un grupo de personas estaban pendientes de la televisión. “Por eso no me han oído entrar” pensó.
Volvió a mirar el rostro enjuto y triste y lo acarició. Se acordó de la frase que su madre, bastante exagerada, repetía últimamente.
-Estamos volviendo a la edad de piedra.

11 comentarios:

moonlight dijo...

hay que saber disfrutar de los grandes placeres que nos otorga el verano.

Francesc Cornadó dijo...

Magnífico texto, te felicito, desde mi retiro bloguero.
Salud
Francesc Cornadó

Darío dijo...

Una total alienación, una pérdida de valores, un salvajismo brutal. Un abrazo.

Freia dijo...

Demoledor y precioso texto.

Por algo sabes trenzar tan bien las palabras.

Un beso muy fuerte, costurera.

Patricia Nasello dijo...

Tristemente, la madre de la niña tiene razón...

Certera mini, Isabel!

Un fuerte abrazo

Sue dijo...

Ojalá! en la Edad de Piedra no había corruptos.

En fins...

Isabel dijo...

Sobre todo, moonlight, para recuperar fuerzas que nos harán falta para superar el invierno.

Gracias, Francesc, te deseo descanso y, cómo no, salud.

Dario, totalmente de acuerdo, sobre todo porque el atraso supone destruir todo lo conseguido en un abrir y cerrar de ojos. Otro abrazo.

Isabel dijo...

Freia, no creas, que con el calor estoy bastante espesa, me decidí a colgarlo sin estar convencida del final, por ver si en vuestros comentarios encontraba alguna sugerencia.
Abrazos y felicidades por tus primores.

Patricia, qué bien que me des tu opinión, lo que yo quería indicar es la vuelta atrás tan horrorosa que estamos viviendo. No sé cómo calificar este escrito porque me parece que miro no es.
Gracias y besos.

Sue, por mi madre, que no quisiera yo aparecer por allí y que un hacha de piedra me golpeara la cabeza. Y puede que el vecino se la robara, porque la maldad y todo lo demás viene en los genes. O eso nos dijeron, que nos echaron del "jardín" por malos, ¿no?
Besitos.

virgi dijo...

Pues sí. Yo creía que estábamos llegando a la Edad Media, pero no, mucho más atrás.
Besitos, Isabel, besitos

Myriam dijo...

Tendremos que reciclarnos totalmente, en cuerpo, mente y espíritu y volver a empezar...

Besos, Isabel.

Isabel dijo...

virgi, espero que no. Besos

Myriam, urge un reinicio ya.
Más besos para ti.