Llamamos intención a la fuerza que
conduce una frase. Su “para qué”. ¿Qué quiero despertar en la
otra persona con mi frase? ¿Qué quiero conseguir con ella? ¿Qué
quiero comunicar? ¿Qué quiero esconder?... Una mínima frase puede
contener mil maneras distintas y válidas de decirse. Elegir el
“cómo” decir una frase es el final de un largo proceso y depende
al cien por cien del “qué dices”, “a quién” se lo dices,
“dónde” lo dices y “para qué” lo dices.
Willian Layton
16 comentarios:
Es así. Tal cual. Y no podría añadirle nada más...
Besos, Isabel.
En la forma está el fondo de todo lo
que decimos según a quién, cómo y cúando nos dirigimos y el propósito en sí que guardamos en él.
Vengo de comentar en tu blog, me gusta mucho lo que has escrito, pero no me sale el comentario, ya me ha pasado otras veces, tendré que averiguar el porqué.
Un gran abrazo, Eva.
El acto del decir nos pone en juego...
Abrazo en las palabras por decir
Casi siempre es más importante la forma en como decimos o nos dicen las cosas.
Algo tan aprente y puede ser muy definitivo.
Besitos, querida Isabel.
(perdón: "aparente", a veces mi teclado se disparata)
Acertado post.Creo que hay que ser prudente tanto al escribir como al hablar. Una sola palabra "mal colocada" puede producir una interpretación errónea. Besitos, Ave Peregrina.
A veces las intenciones son vagas e incluso no conocidas a la persona que escribe. Otras veces las dudas hacen que una frase nunca se escribe o que la frase escrita es borrada. Quizás esas frases no escritas o borradas son más interesantes que las escritas.
Un beso
Cada imaginación tiene su lógica y cada actriz o actor debe encontrar la suya.
Layton era especial. Me hubiese encantado conocerle.
Fue un hombre muy discreto hasta para elegir la forma de morir sin molestar a nadie con su enfermedad
Besos
Aunque ultimamente el cómo se dice ha desplazado al qué se dice. Que me gusta, pero ya demasiado es un exceso (Creo que esto es una tautología).
Un abrazo.
Tan cierto, Isabel, como que me llamo Myriam...
Besos
Me gusta tu cita y también me ha interesado especialmente el comentario de Giovanni. Besos a todos los amigos!
También yo coincido con Giovanni..
me gusta tu cita.
Abrazos.
Joer, ahora no sé qué decir....
Tus precisas palabras me han hecho pensar en la tinta del calamar. Dicha de otra manera, en todo lo que no está escrito; en lo infinito que queda por escribir. Pienso que lo que decimos siempre es una aproximación, un esfuerzo, para alcanzar lo que queremos decir (ando con la sospecha de que nadie jamás ha escrito lo que yo he leído).
Un beso en plena confusión.
Enric, nos pone en juego, nos desnuda, diría yo, por mucho que disfracemos las palabras, al final nos muestran. Otro abrazo.
Y la forma, virgi, madre mía, algunas veces en vez de comunicar nos arrojan o arrojamos como un fardo a la pared de enfrente sólo con el tono. Más besos para ti.
Sí, querida ave, aunque el refrán diga que “quien calla, vence y joe dos veces”, y después no sepamos con qué quedarnos, yo pienso, porque con la edad se piensa más, que hay que ser prudente.
Besitos de vuelta y hasta la vuelta.
giovanni, a mí me parece tan acertado lo que dices que me asombra cada vez más cómo eres capaz de meterte entre los intersticios de otro idioma que no es el tuyo y dar en el blanco. Gracias y besos.
Aquí, qué te voy a decir, si lo conoces mejor que yo. A ti te gustaría conocer a Layton y a mí a ti. Muchos besos.
Dario, tautología o no tienes razón, esa predilección por la forma en la mayoría de los casos va en detrimento del fondo, de ahí el vacío de tantas palabras, si al menos nos hiciéramos preguntas como estas antes de hablar o escribir...
Otro abrazo.
Myriam, y tú debes saber de esto bastante. Abrazos.
Elvira, Maria Dolors, y a mí también, en principio el mérito es de Layton por su preguntas para ha cernos pensar, y de tod@s por lo que aportáis. Gracias y besos a las dos.
Sue, te entiendo, a mí también me pasó lo mismo, por eso copié la frase y la puse aquí para seguir preguntándome. Besitos.
Josep, preciso Layton, yo siento decirte que no acierto nunca, por eso me valgo de estos artistas para, como le digo a Sue, a ver si se me ocurre algo, que prefiero yo callarme y no meter la pata una y otra vez, con lo que digo como con lo que escribo. Ya me lo dijo mi abuela cuando me veía escribir tantas cartas a mi novio; no aquello que “de tanto ir y venir me casaría con el cartero”, sino que tuviera cuidado que “lo hablado vuela y lo escrito queda”. ¿Ves? Ahora quedará aquí fijada esta pamplina que te estoy escribiendo recien levanta, en comparación con esa interesante reflexión que tú haces.
Y digo yo, eso que has leído y que nadie jamas de los jamases ha escrito, ¿por qué no lo escribes?
Me alegraría un montón que lo estuvieras escribiendo, de verdad, sin confusión. Abrazo.
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