viernes, 14 de noviembre de 2008

52. En el séptimo cielo


No siempre se tiene la oportunidad de asistir a un Festival de Cine Europeo, por eso cuando en mi ciudad, Sevilla, cada Noviembre se celebra, procuro organizarme para ver un cine distinto del habitual y esto ha hecho que me distancie algunos días de la escritura.

En el séptimo cielo es “una película sobre el amor donde hablan los cuerpos” dice su director Andreas Dresen.
Pero también es mucho más, es una demostración de cómo se puede hacer buen cine con pocos medios y buenos actores.

La primera imagen nos introduce en un plano corto en el mundo habitual de la protagonista: una maquina de coser traza un pespunte sobre una gruesa tela de invierno, pero no es un pespunte lento a pesar de la dificultad que entraña el tejido, es rápido como la rapidez que impele a Inge a seguir sintiendo.

Podría contar todo lo que me ha llamado la atención en esta película pero no quiero descifrar nada a quien pueda ver el último pase de hoy, último día del Festival, prefiero decir lo que no es:

No es una cinta más sobre el problema de la infidelidad de la pareja.

Tampoco se muestran cuerpos jóvenes y bellos, algo a lo que el cine comercial nos tiene acostumbrados.

Ni maquillajes que encubran los rostros ni cambien la expresión.

No hay exceso de verbalización, casi no hay diálogo.

No esperen encontrar grandes exteriores, los que se muestran están íntimamente unidos al alma y la frescura de lo que se cuenta.

Porque lo que se cuenta es que el amor no tiene fecha de caducidad, ni la ternura, ni los sentimientos profundos y sinceros.

Porque, como dice su director “nuestros cuerpos pueden llegar a ser viejos pero no nuestras almas”.

4 comentarios:

Freia dijo...

Inge... una costurera..., como Isabel con las palabras.

Gracias por la reseña. Supongo que, en breve, se estrenará. Intentaré ir a verla.

emege-e dijo...

Amiga Isabel, gracias. Después de tantos años, y de tu mano, volví a pisar una sala de cine. Nunca olvidaré esta deliciosa pelicula y su mensaje.Su título ya es una invitación. Los momentos de ternura y amor que transmite, a la vez, la sutileza y elegancia que el tema ha sido tratado, y por encima de todo esto el magnifico trabajo de los actores. Aqui se demuestra que más vale una imagen que cien palabras. Es una pelicula que recomiendo, sobre todo, a las personas que tenemos los cabellos casi plateados.

Isabel dijo...

El cine nos muestra sólo el reflejo de la vida, independientemente de que podamos estar de acuerdo con las soluciones dadas a los problemas que tratan, pero es de admirar la interpretación de los actores que, en este caso, recibieron el calor del público personalmente.

Creo estar segura de que te gustará Freia, ya ves, la opinión de emege corrobora la mía.
Gracias a las dos y besos.

Anónimo dijo...

Era la primera vez que asistía yo a cine "menos convencional" y qué buén rato pasé.Gracias otra vez. ¿Qué decir de la peli?. Suscribo lo escrito por ti que lo expresas estupendamente.
Propongo : ¿Y si nos apuntamos al festival de Islantilla?. Quiero aprender. ¡Maestra!.
Uva.