jueves, 19 de junio de 2008

31. Conocer, conocernos

Imagínate que tienes la ocasión de conocer a alguien a quien admiras por lo que escribe y cómo lo escribe. Sabes cosas de ese escritor porque en este caso no es un extraño, hay lazos familiares de recuerdos y amistad.

En la espera de ese encuentro piensas en el escritor y se agolpan los interrogantes.

Cuando conoces a una persona a través de su escritura, conoces una personalidad diluida y a la vez contenida en ella, pero te faltan datos. Al escribir a mano, un experto en grafología puede ver, en la dirección o apertura de las letras, rasgos de tu carácter, pero ahora en esta letra encasillada no podemos hacer virguerías.
Mejor, así no hay distracción posible. Lees y vas a la esencia, esa esencia que va más allá de la forma, la que se desprende del texto y emprende sola su camino. Es la que te enseña y te muestra el espíritu de lo escrito; surgen los interrogantes, que supones sin respuesta, pero tú insistes porque eres una mera aprendiz.

Todas las preguntas que deseas hacerle al escritor se esfuman cuando lo tienes delante y, después de ese encuentro fugaz y agradable, te preguntas cómo ha podido pasar.

Cuando lees conoces, o crees conocer, lo interno de la persona que escribe, pero sólo es una parte de ella que resulta ser una gran parte en los buenos escritores, y eso lo compruebas al tener delante a uno de ellos.
Es entonces cuando la mente encierra lo interior, lo conocido, para proveerlo de su forma, para completarlo. En ese proceso se aparcan involuntariamente las preguntas que no haces, relegadas para aprehender otros influjos nuevos.
Vuelves después a esa lectura que te gustó y, ahora sí, al leer de nuevo encuentras algunas respuestas y una nueva imagen de un todo que ahora conoces.

Gracias Pablo, gracias Sandra por vuestra visita y vuestra presencia. BUEN VIAJE Y MEJORES EXPERIENCIAS.

2 comentarios:

Diana P. dijo...

¿Qué escritor es? cuenta, cuenta :-)

emege-e dijo...

Has sido muy afortunada al contactar con esa persona, me imagino que habrán sido momentos mágicos. Enhorabuena por ese encuentro.