viernes, 30 de mayo de 2025

648. Roturas

La primera vez que escuché la palabra "deconstruir" pensé en ella. Un día le pregunté si sabía que quería decir y contestó rápido: descoser.

La había visto hacerlo, tenía que haber fotografiado la escena: unas tijeras en su mano, en sus oídos unos auriculares y encima de la mesa de camilla montoncitos de botones y bobinas de los distintos colores de las prendas. Descosía con maña hasta el pespunte, -para aprovechar los hilos en hilvanados posteriores-, me dijo. Esas manos pequeñas podían con cualquier obstáculo, nada se le resistía.

La escena también incluía a su perro que siempre la observaba fijamente. Era el que conseguía que aparcara esa afición para sacarlo a pasear.

Sí, deconstruir o deshacer era una de sus aficiones, pero en esta, observándola en su afán, se traslucía un objetivo. A simple vista el reciclado. La prenda a la que sometía esa tortura se libraba de una muerte prematura. Decía que no las regalaba, ni por usada, ni por vieja, ni por pasada de moda, sino porque una vez que las regaló a una persona necesitada, al salir de casa se encontró con su ropa tirada en un regajo.La misma ropa que había cubierto su cuerpo, había recibido antes que su piel la caricia de unas manos queridas o el elogio de lo bien que cosía.

Hoy, después de mucho tiempo, la encontré en la cocina acariciando el borde de unos platos. Cogió uno que tenía una rotura en el borde, -lo uso a menudo, a ver si se rompe-, dijo y rompió a llorar. La abracé con fuerza, sabía que su perro la había dejado después de años de compañía.

Para Lola, con mi abrazo.


Nota:

La RAE (Real Academia Española) utiliza el término "deconstruir" en el sentido de "desmontar analíticamente algo para darle una nueva estructura o interpretación", especialmente en filosofía y teoría literaria.