Erika salió a dar un paseo después de apagar el televisor. Sus pasos lentos y su mirada cabizbaja. ¿Hacia dónde caminaba el mundo? Se acordó de Simone de Beauvoir, de lo que escribía en vísperas del segundo desastre. No quería ni nombrarlo, aunque algunos locos ya lo estaban anunciando.
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6 comentarios:
Pues sí, un poco de luz no le viene mal a este mundo oscuro y ciego...
Abrazos
Totalmente, Maite, gracias y besos.
Algo de claridad, por favor, para estos lóbregos tiempos.
Abrazos!
Pues sí, ethan, el sol ha traído claridad, deseo que también la haya en la mente de las personas que alimentan la destrucción.
Abrazos.
Cada vez entiendo hacia done vamos. Luz para esos locos es lo que necesitamos.
Un abrazo
Luna
Luna queremos pensar que están locos, pero no estoy tan segura. Y sí, da miedo. Gran abrazo.
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