lunes, 26 de agosto de 2024

632. Lecturas refrescantes

Sí, porque con el calor que padecemos en la Vega del Guadalquivir leer libros sesudos resulta más pesado y ya vendrá otro tiempo más fresco.

Traigo dos libros. 

A la autora del primero, Regina Rodriguez Sirvent, la conocí en un programa que me gusta, Página 2; me hizo gracia cómo contaba su experiencia, su sentido del humor y cómo relata los consejos de su abuela, que fue quién la animó y le sugirió el título, a la que muestra también en el libro. Es una novela sobre su propia experiencia de “Au pair” con una familia de Atlanta. Al ser una primera novela me gusta por su frescura y aunque, para mí, le sobran algunas páginas no lo tengo en cuenta.



Aurora Venturini (1921-2015) es una escritora que admiro desde que leí hace tiempo algunas entrevistas suyas. En diciembre de 2007 recibió el premio Nueva novela con 85 años. No era su primer libro, pero como ella dice ante la extrañeza ajena del porqué no había publicado sus anteriores libros en editoriales importantes contesta:

–Porque no me gusta pedir. Y mucho menos, que me digan que no.

Y no será porque no estuvo bien relacionada, con una vida rica en cuanto a experiencias.

Las primas, según su autora la escribió en dos meses:

-Tardé solo dos meses en escribirla y yo tardo bastante en escribir. Parece que tenía la necesidad de algo, pero no sé de qué, necesidad de transpirar “de sol y de alegría”.


Es un libro, en principio desconcertante, que se va volviendo maravilloso por todos los puntos de vista que permite su lectura. Para mi lo tiene todo. En pocas páginas, Aurora, licenciada en Psicología, presenta una familia diferente, en la que Yuna, su principal protagonista, intenta enderezar todos los problemas que surgen, a pesar de su disfunción con su propio lenguaje. 

Ante la pregunta sobre su libro contesta:

-Las primas soy yo, señorita, es mi familia. Nosotros no éramos normales. En casa todas mis hermanas eran retardadas... Y yo también.

Y la pregunta del millón: ¿Qué sería para usted la normalidad?

–No existe, la normalidad puede ser la palabra con mayúscula, nada más que eso. Nosotros no somos lo que dejamos de ser, no podemos estar contra el principio de contradicción, no se puede ser y no ser. Nosotros no somos seres humanos, está mal dicho, somos humanos. El ser es algo que no se puede definir, lo metafísico es indefinible. ¿Qué es la materia? Lo que hace que esto sea madera (toca la mesa) y esto sea plástico (toca la tapa de su máquina de escribir). Pero no lo puedo definir, sé que es una materia y punto. Lo metafísico es tan inasible... ¿Alguna vez vio un fantasma?

Pues eso, se lee de un tirón, te planteas preguntas, te ríes a pesar de todo. ¿Qué más se puede pedir? Y en Agosto con cuarenta y pico grados.

3 comentarios:

ethan dijo...

Dos libros sugerentes, parece que escritos con el alma, apoyados en el pilar de las experiencias vitales de cada autora.
Abrazos!

Isabel dijo...

Pues sí, ethan, más el primero que el segundo que tiene más lecturas, también, por la diferencia de edad entre una y otra. Una mujer sorprendente Aurora, si no la has leído te la recomiendo. Abrazos.

Luis Antonio dijo...

Tomo nota de las sugerencias des lecturas.
Saludos cordiales desde Barcelona