Hace muchos, muchos
años, los hombres vivían en cuevas como estas.
Hace un mes, en
agosto, caminando comprobé que la vivienda había cambiado “algo”.
Hace una semana, al
llegar a esta parte del río, vi una ¿barca? El dueño había
empleado para su construcción, además de palets, plástico.
Lo que sea para
navegar por el mismo río entre los gansos.
9 comentarios:
¡Feliz entrada al otoño!
Bonita entrada para despedir el largo y tórrido verano. Mucho han cambiado las casas-cuevas. Ahora da gusto dormir en ellas.
Sí, hay que nadar con los gansos que debe dar mucho gusto.
Un abrazo
Luna
Feliz tarde de sábado. Un beso.
Luna, qué alegría, muchas gracias y para ti también.
Un fuerte abrazo.
Teresa y un buen fin de semana para ti. Muchos besos.
El tiempo pasa y las cosas cambian.
No parece llegar el otoño.
Besosssss
Un verano bucólico, a pesar del plástico :-)
Ahora, nos preparamos para recibir al Otoño.
Besos, querida Isabel
Los ríos y los mares y la vida
van siguiendo sus cursos, tan constantes...
Y un beso a toca teja al costurero...
Bueno, parece un buen sitio, quizás mejor diría estupendo. Te felicito por lo del libro de la entrada anterior, un fortísimo abrazo, apreciada Isabel.
Mil gracias, me encanta encontraros aquí.
Abrazos.
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