¿Qué tienen estos personajes,
“públicos” por sus trapisondas, para llevarlas a cabo y
embaucar?
Eso me pregunto al observar en el
presente al Correas del caso Gurtel y en la ficción a Paesa.
No cabe duda de que un cierto encanto
les debe asistir para empatizar con ellos en un principio y engañar después.
Después de ver la película El
hombre de las mil caras cuando se estrenó, escuché a Eduard
Fernández (Paesa en la ficción y en la foto premiado por su interpretación) decir en televisión que si se tropezara con
Paesa gustosamente se tomaría una cerveza con él por el interés
que le despertó interpretarlo.
Alberto Rodríguez,
el director de la película, dice también de él que
tiene que tener algo magnético para poder mantenerse 50 años en el
alambre.
De hecho, la víspera de la presentación en el Festival de
Cine de San Sebastián salió en la entrevista Vanity
Fair
vivito y coleando, para decir aquí sigo, no he robado, al
revés, me ha costado el dinero. ¡Qué bien mienten! Ellos y los que
les permiten las fechorías.
Pero
lo que yo quería es invitaros a ver la película porque está muy bien
hecha. Este director, empezando por su guionista, Rafael Cobos que le
acompaña desde sus inicios, sabe rodearse de un equipo que está
haciendo muy buen cine, algo sobradamente demostrado.
Son dos horas
que se hacen cortas por su ritmo, buenos diálogos e imágenes, y,
además, se entiende, no como otras pelis del género que te quedas a
medias.
Se
entiende, ¡cómo no! Y sales preguntándote más cosas como en las
buenas pelis; a pesar de que la historia es reciente (1993 y 1994) y
todo te suena demasiado, porque sigue pasando; a pesar de lo que ocultan sobre la corrupción. Están consiguiendo
que una palabra hermosa como lo es “transparencia” se convierta
en “utópica”.
A
mí me queda deciros que estoy muy orgullosa de que este cine salga
del arte de este grupo de gente: trabajadora, de ideas e imaginativa.
No todo va a ser siempre capillismo y folklore en mi ciudad.
5 comentarios:
La tengo pendiente porque ya he leído que está muy bien. También me encanta el actor y siento curiosidad por ver como cuentan esta historia que sigue repitiéndose día a día, e incluso empeorando.
Besitos, mi niña.
Espero que te guste, virgi.
Un fuerte abrazo.
Amo a Eduard, así que, en cuanto pueda, la veré.
Un beso.
Esooo eso bravo,
Un beso Isabel.
Peliculas como esta engrandecen el cine español
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