-
Eh, alto! Que no es por aquí...
-¿Que
no es por aquí?
-La
salida, que nos hemos equivocado... Esto es el escenario...
-Es
verdad, ahí
están ellos, sentados en los sillones azules. Y se dirigen a
nosotros.
-¡Eh,
un momento! ¿Adónde vais con eso?
-¿Con
esto? A casa.
-¿Queréis
decir que os vais a vuestra casa..., y que encima os lleváis eso?
-¿Y
qué tiene de particular? Aquí ya no hay nada que hacer... La
función se espichó.
-A
esto lo llamamos deserción y pillaje.
-Sí,
de eso entendéis bastante. Pero esto no es dinero, ese lo teníais a
buen recaudo, haciéndonos creer que vivíamos por encima de nuestras
posibilidades. Esto es... otra cosa. Ya veis: bultos.
-¡Precisamente,
con bultos y comparsas no se puede sostener una función!
-A
ver, a ver... Menos palabrería y vamos a los hechos... Aquí todo el
mundo está levantando el vuelo... menos los protagonistas, claro...
Porque no pueden... Los
hemos encerrados y no saldrán de los camerinos hasta que lleguen a
un acuerdo.
-¿Y
vosotros sois...? ¿Y los bultos...?
-¿Los
figurantes? No,
somos menos que eso, somos los limpiadores del congreso. Los bultos
son las papeletas que tenéis preparadas para las elecciones.
-Naturalmente:
yo a esto lo llamo deserción y pillaje.
-¡Eso!
¡Por eso! ¿Qué
os creéis? Aquí
estamos nosotros, que también podemos.
Versión
libre de un pequeño diálogo de la obra de teatro "Los figurantes".