Nombrar al poeta del pueblo es como
hacerlo de algo nuestro, es hablar de la poesía que me explicó,
además de lo contado por padres y abuelos, cómo fue esa odiosa
guerra que condujo a la destrucción y al atraso cultural.
Con motivo
de la publicación del periodico que acompaña al disco de Niño de
Elche, he podido al leerlo, retrotraerme a esos sentimientos de
rebeldía como en una sinestesia.
Me alegra este disco y la publicación
porque Miguel Hernández a pesar de su grandeza ha sido ninguneado.
Como dice Antonio Orihuela “Basta asomarse al desastre que ha
supuesto el intento malogrado y deslucido del centenario de sus
nacimiento, enfangado por los partidos políticos y las varias
administraciones públicas...”
Es una apuesta valiente este trabajo, y
si ya es un placer escuchar a Niño de Elche, no lo es menos leer
esta edición especial que viene con el disco, donde la seriedad que se
requiere al recordar al poeta se mezcla con el humor de la denuncia
inteligente.
Pero mejor lo comprueban directamente en el enlace porque estos artistas comparten sus saberes y sus proyectos: