Siempre que rondan elecciones me acuerdo de este libro de Italo Calvino.
¿Quién no ha estado alguna vez en una mesa electoral? Calvino nos cuenta en él su experiencia en el Cottolengo como candidato al partido comunista en su visita a los colegios electorales.
La primera idea de este relato –nos cuenta en el prólogo- la tuvo al presenciar una discusión entre democristianos y comunistas en apenas unos minutos. Pero fue en las siguientes elecciones, al pasar allí dos días, cuando completó su visión y las imágenes eran tan poderosas que tuvo que dejarlas en reposo, ese fue el motivo por el que escribir algo tan breve le llevó diez años. “Solo diré que el escrutador llega al final de su jornada distinto de algún modo a como era por la mañana; y también yo, para escribir este relato, de alguna forma tuve que cambiar”.
Aquí no es el Calvino de “El barón rampante”, pero se advierte en el protagonista una cierta ingenuidad de aprendiz de todo en un escenario que a cualquiera le impresionaría. Un aprendiz, al que cuesta encajar el presente en que se encuentra, sin embargo, ahí entra el escritor con su fina ironía, su humanismo y su inteligencia.
Es un relato que no deja indiferente, entreverado de reflexiones que abarcan la política, la filosofía y la religión. Si con “La especulación inmobiliaria” comenzó el comentario de la realidad contemporánea, este escrutador pone de manifiesto la manipulación de las personas que no cesa.
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18 comentarios:
Un buen libro sin duda para reflexionar en jornadas preelectorales.
En que han quedado y están quedando nuestras sociedades democráticas me pregunto. Cada vez ando más desencantada pero no con menos ganas de reconstruir algo nuevo.
Besos, Isabel-
Magnífica referencia, ahora que estamos a unos días de votar. A veces nos duelen las trampas de la democracia (que también las tiene) Un abrazo.
De Italo Calvino he leído la trilogía fantástica de El barón rampante, El vizconde demediado y El caballero inexistente, y también hace poco leí El castillo de los destinos cruzados. Pero esta obra no, así que me la apunto.
Qué ganas tengo de que pasen las elecciones, para que quiten los carteles horrorosos que pueblan las ciudades.
Besos
No he leído este libro, pero tal como lo has contado, me apetece un montón.
El desencanto y la tristeza no caben en los luchadores, Zarzamora. Queremos cambiar el mundo no solo para que sea más justo (mejor dicho, para que sea justo), sino también para que el placer forme parte de nuestra vida cotidiana. Esta vez se va a llevar todo el poder la derecha (como si no fueran los que inauguraron y consolidaron la burbuja que nos ha producido este plus de sufrimiento), pero no me importa: estoy barrido por el entusiasmo que me produce el movimiento espontáneo que se empieza a producir en el país.
Zarzamora, yo lo volví a leer este pasado fin de semana, y aunque se desarrolla en un lugar distinto al nuestro y en un tiempo ya lejano, los parecidos de la manipulación son asombrosos.
Lo bueno de las crisis es que por fuerza tiene que salir algo, yo no pierdo la esperanza. Me alegro de tus ganas de reconstruir.
Un abrazo.
Isabel, ya sabes, "quien hace la ley...
Me alegró escuchar esta mañana que Berlusconi está de capacaída en Milán, Turín y Bolonia.
Besos.
Lucía, a mí El barón rampante me encantó. Espero que te guste este, aunque no tiene nada que ver.
Besos.
NáN, se lee muy bien, solo son 105 páginas con el prólogo y la cronología. Ya me dirás.
Y sobre lo que dices a Zarzamora,
espero que el pueblo, que no es tonto, se de cuenta y no cree más retroceso votando a la derecha; yo creo que la izquierda más extrema saldrá reforzada, aún no han tenido oportunidad de corromperse.
Me he acordado de lo que decía mi madre... "al llegar arriba todos se vuelven igual".
Lo que creo no debe hacer este país, que ha demostrado en otras ocasiones ser de izquierda y estar hartos de tanta dictadura, es volver atrás porque ya hemos retrocedido bastante.
Vengo de tu otro blog y ya debería salir de aquí, te leeré con más tiempo.
A mí Calvino me gusta mucho, pero de este libro no tenía ni idea, lo tendré en cuenta.
Las dudas ante el domingo me comen...
Besitos
Suena muy interesante, Isabel. Gracias por la estupenda reseña. Y besos
En los días que estamos, este libro de Calvino nos viene al pelo. Ha sido una buena referencia, sin duda.
Un abrazo
no es el mejor de la trilogía,pero muy buena lectura
Fuí dos veces miembro de una mesa electoral, es una experiencia agotadora, estresante y tensa. Sí encima te lo tomas con toda la responsabilidad, ya ni te cuento.
Besicos.
virgi, la lectura de Calvino siempre tiene algo interesante. Espero se aclaren tus dudas.
En estos momentos es cuando cada persona se enfrenta con su propia ideología y cuando tenemos la oportunidad de dejar constancia.
A mí me parece importante poder ejercer este derecho.
Un fuerte abrazo.
Elvira, gracias a ti, siempre. Más besos.
Elena, la verdad es que sí, aunque no nos va a decir nunca lo que cada uno pretendemos. No hay soluciones, solo las que nos trabajemos. Otro abrazo para ti.
J.G., por suerte siempre hay algo mejor que no conozco, pero me alegra que te lo parezca.
Cabopá, y curiosa , muy curiosa. Más besos para ti.
Muy buena idea la del libro, si señora.
Espero no tener que recontar los votos y llegar al juez despierta.
Un abrazo
Lo buscaré, Isabel.
Yo te recomiendo el que estoy leyendo, "El alquiler del mundo" de un autor joven , catalán me parece que es pero trabaja en Sevilla.
Me está haciendo pensar tela tela tela...y encima coincidiendo con el 15M y to eso.
Muy bueno.
Un besito.
Aquí, espero que estén más modernizados, pordios, ya!!!
Que pase rápido el día y sin problemas, te deseo.
Un fuerte abrazo.
Reyes, he tomado nota.
Gracias, guapa y besos.
Parece muy interesante, pero voy a tener que dejarlo para después de (las elecciones), porque ahora estoy con otros dos libros empezados que no sé cuándo terminaré.
Gracias por la recomendación.
Un abrazo.
¡Ay, que llego tarde, como siempre, a este costurero que me recompone y zurce debidamente. Es que las cosas en Madrid, como en Sevilla o Barna o Bilbao o Valencia, andan felizmente revolucionadas y revoluSOLnarias.
Y me alegra comprobar que sentimos admiración por don Italo.
Le confieso que me lo mandaron como lectura obligada en 2º de italiano pero, desde entonces, es de esos escritores para mí insustituíbles.
Un abrazo mi querida costurera. Grande, grande e ilusionado.
un abrazo inmenso desde Sol para tu costurero...
Sue, no importa lo puedes leer ahora y ver que las situaciones a pesar del tiempo transcurrido no cambian y las imposiciones se repiten.
Gracias a ti y otro abrazo.
Freia, tú nunca llegas tarde y menos como habrás estado estos días de bien ocupada.
Otro gran abrazo ilusionado, a pesar de todo.
momo, que el sol siga luciendo bastante tiempo, aunque haga calor.
Besos esperanzados.
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