martes, 30 de diciembre de 2014

364. La niña bonita


Pues que se anime, que lo esperamos con ganas.


Que venga cargado de justicia, de igualdad y de paz.

miércoles, 24 de diciembre de 2014

363. Felicidad


Vamos a celebrarlo con humor que para entristecernos ya está el gobierno...

miércoles, 17 de diciembre de 2014

362. La improvisación


Estamos dominados por la razón, y es preciso entender que ésta no es la única vía para crear. Más bien, frecuentemente, se convierte en una fuente de bloqueos, cuando, agobiados por la presión de ser “originales y buenos”, descartamos una tras otra todas las primeras imágenes, ideas e impulsos para comenzar un ejercicio. Y finalmente, recurrimos a alguna pregunta para disfrazar nuestra incapacidad de arrancar desde el raciocinio.
Un psicólogo norteamericano de finales del siglo XIX, William James, sostenía que “las respuestas automáticas del cuerpo al estímulo son la emoción misma, adelantándose así a la percepción mental de la emoción”. Y ponía por ejemplo la siguiente frase: “Yo veo un oso, corro y me viene el miedo”. Hay que dejar, pues, que nuestro cuerpo dirija también de vez en cuando a nuestro cerebro. Y la improvisación es una buena oportunidad para hacerlo.
Otro de los problemas, derivado del anterior, cuando improvisamos con otros, es el de la falta de escucha al compañero. Se cae en el error de considerar que la responsabilidad de que la improvisación avance es sólo de uno mismo y de esa manera se arruinan iniciativas brillantes de los otros porque nuestra concentración no está en ellos, sino en encontrar nosotros la “gran idea”. Se acude presto a la llamada de nuestro ego y al reclamo de nuestro narcisismo, lo cual nos conduce, a veces, a considerar al compañero más como un rival que como un cómplice. Es preciso entender que el compañero y yo estamos en el mismo barco y si se hunde uno se hunde el otroPor tanto, lo mejor que podemos hacer es estimular la imaginación del otro, concentrando en él toda nuestra atención y energía. Hacer progresar sus iniciativas desde la aceptación para, a partir de ahí, hacer nuestras propias aportaciones y, juntos, conseguir que progrese la improvisación.

Jesús Jara, El Clown, un navegante de las emociones.

sábado, 6 de diciembre de 2014

361. Di toda la verdad pero dila sesgada


Di toda la verdad pero dila sesgada —
El éxito descansa en el rodeo

Demasiado brillante para nuestro débil deleite
La extraordinaria sorpresa de la verdad

Como un relámpago ha de explicarse a los niños
Con amabilidad para que se apaciguen
La verdad debe deslumbrar gradualmente
O todos quedarán ciegos —

Emily Dickinson