El recuerdo de Félix fue breve como su vida entre nosotros. No podía dar crédito, su figura larga, el frío glacial que le envolvía metido en aquella caja improvisada y todos hablando sobre su trágico final, no me producía ningún dolor. Yo le temía, era dañino, no conocía su vida pasada y, a veces, daba a entender por su soltura y rapidez que tenía mucha experiencia a pesar de su juventud.
Estos pensamientos y la alegría de su desaparición me ocupaban, cuando a lo lejos divisé a mi hija que se soltaba de la mano de su padre y se dirigía a mí corriendo.
-Mamá, mamá, ¿sabes cómo murió Félix? Yo estaba en el parque jugando agachada y por detrás algo gordo que pesaba mucho me tiró al suelo, entonces Félix de un salto lo apartó. ¡Mamá! –sollozaba- ¡un perro enorme lo destrozó mientras Silvia tiraba de mí!
El final de nuestro gato no pudo ser más sorprendente para mí. Ahora lo echo de menos.
Dedicado a Sol.
viernes, 10 de julio de 2009
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11 comentarios:
Sorprendente, oscura a propósito, es esta historia. De las que te quedas pensando. Era dañino, pero te salvó. Son tan raros los gatos.
gracias por dedicar ese cuento a Sol, es tremendo el sitio que ocupa un pequeno animal en nuestro espacio...su nombre como una nota de musica, como un astro.Ahora solo una estrella en el firmamento !
Besos fuertes Maribel
Para sorprendente tu relato. Ni por un momento he pensado que el protagonista era un minino :)
Un abrazo grande para ti.
Además de daros las gracias por vuestros comentarios, sólo aclarar que es un ejercicio de taller.
Las palabras en negrita son las impuestas para construir el relato y ese fue el resultado.
Besos
Fíjate, aquel animal de aspecto dañino, al final resulto ser un héroe salvador.
Magnífico ejercicio; tu profe estara content@
Pues muy bueno el ejercicio Isabel. Porque a mí me ha llegado al tuétano :(
Besito.
Miguel, mil gracias, fíjate, viniendo de ti que en esto de contar tienes experiencia.
Tortuga, se nota que tienes gatos y los conoces. Hay que reconocer que además son animales bellos.
Me gusta haberte llegado al tuétano.
Besos a los dos.
Me he emocionado al leer este hermoso post dedicado a un animal, a la vez que me ha recordado a mi querida mascota "Snoopy" que me dio su compañia y fidelidad durante 16 años. Es igual que sea gato, perro o un canario, siempre se echa de menos. Al fin y al cabo, llega a formar parte de la familia.
Eli, ahora que lo pienso, tú es normal que no conocieras este micro; fue en el primer curso del taller, de esto hace ya la friolera de seis añitos.
Ni lo tenía en el ordenador, fue buscando otro relato que apareció y, curiosamente, lo encontré fresco, incluso ya sabes, me gustó más que lo que escribo últimamente.
Ya te he dicho que voy "patrás" como el cangrejo, je, je.
Besitos.
Estoy disfrutando a tope. Tenía atrasada la lectura de tus posts de todo julio. Este me ha sorprendido. Y gustado mucho. Besos. Uva
Uva, gracias y un beso.
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