
Cuando se acaba la algarabía de una noticia quedan las frases que la han hecho famosa.
Esta debería ser la frase de ésta semana para intentar comprender a la mujer que no pide ayuda estando amenazada de muerte.
-¿Por qué no hablas? Di algo mujer. Algo parecido le preguntaba la locutora de TV de uno de los programas de “entretenimiento”. La chica, a quien increpaba para aumentar la expectación, ante el hecho de un chico declarándosele de rodillas. Ella callaba, ante la insistente declaración de... ¿amor?.
La chica miraba a la locutora y levemente giraba la cabeza en un movimiento negativo casi imperceptible, entre sorprendida e impotente.
Si lo que pretendía el programa en cuestión era representar la escena clásica de D. Juan en versión moderna, le salió el tiro por la culata.
Este D. Juan de pacotilla al más puro estilo, con sus ricitos peinados al agua y queriendo mostrarse impecable; ante la negativa, controló su machismo y lo volcó más tarde matando su “deseo” para que su “ego” quedara intacto.
Esta chica rusa, quizá debería haber leído cómo se educaba a la mujer española no hace tanto, para que, a su vez, transmitiera esos valores a su prole.
Para muestra un botón de los que están circulando por internet.
“La vida de toda mujer, a pesar de cuanto ella quiera simular –o disimular- no es más que un eterno deseo de encontrar a quien someterse. La dependencia voluntaria, la ofrenda de todos los minutos, de todos los deseos y las ilusiones, es el estado más hermoso, porque es la absorción de todos los malos gérmenes –vanidad, egoísmo, frivolidades- por el amor”.
Medina, revista de la Sección Femenina, 13 de Agosto de 1944.
O esta otra perla:
Esta debería ser la frase de ésta semana para intentar comprender a la mujer que no pide ayuda estando amenazada de muerte.
-¿Por qué no hablas? Di algo mujer. Algo parecido le preguntaba la locutora de TV de uno de los programas de “entretenimiento”. La chica, a quien increpaba para aumentar la expectación, ante el hecho de un chico declarándosele de rodillas. Ella callaba, ante la insistente declaración de... ¿amor?.
La chica miraba a la locutora y levemente giraba la cabeza en un movimiento negativo casi imperceptible, entre sorprendida e impotente.
Si lo que pretendía el programa en cuestión era representar la escena clásica de D. Juan en versión moderna, le salió el tiro por la culata.
Este D. Juan de pacotilla al más puro estilo, con sus ricitos peinados al agua y queriendo mostrarse impecable; ante la negativa, controló su machismo y lo volcó más tarde matando su “deseo” para que su “ego” quedara intacto.
Esta chica rusa, quizá debería haber leído cómo se educaba a la mujer española no hace tanto, para que, a su vez, transmitiera esos valores a su prole.
Para muestra un botón de los que están circulando por internet.
“La vida de toda mujer, a pesar de cuanto ella quiera simular –o disimular- no es más que un eterno deseo de encontrar a quien someterse. La dependencia voluntaria, la ofrenda de todos los minutos, de todos los deseos y las ilusiones, es el estado más hermoso, porque es la absorción de todos los malos gérmenes –vanidad, egoísmo, frivolidades- por el amor”.
Medina, revista de la Sección Femenina, 13 de Agosto de 1944.
O esta otra perla:
“Las mujeres nunca descubren nada; les falta, desde luego, el talento creador reservado por Dios para inteligencias varoniles”.
56 “Discurso de la Delegada Nacional de la Sección femenina en el Primer Consejo Nacional del SEM”, en Consigna, nº 26, 3-1943, p. 23.