
martes, 25 de noviembre de 2008
viernes, 14 de noviembre de 2008
52. En el séptimo cielo

No siempre se tiene la oportunidad de asistir a un Festival de Cine Europeo, por eso cuando en mi ciudad, Sevilla, cada Noviembre se celebra, procuro organizarme para ver un cine distinto del habitual y esto ha hecho que me distancie algunos días de la escritura.
En el séptimo cielo es “una película sobre el amor donde hablan los cuerpos” dice su director Andreas Dresen.
Pero también es mucho más, es una demostración de cómo se puede hacer buen cine con pocos medios y buenos actores.
La primera imagen nos introduce en un plano corto en el mundo habitual de la protagonista: una maquina de coser traza un pespunte sobre una gruesa tela de invierno, pero no es un pespunte lento a pesar de la dificultad que entraña el tejido, es rápido como la rapidez que impele a Inge a seguir sintiendo.

No es una cinta más sobre el problema de la infidelidad de la pareja.
Tampoco se muestran cuerpos jóvenes y bellos, algo a lo que el cine comercial nos tiene acostumbrados.
Ni maquillajes que encubran los rostros ni cambien la expresión.
No hay exceso de verbalización, casi no hay diálogo.
No esperen encontrar grandes exteriores, los que se muestran están íntimamente unidos al alma y la frescura de lo que se cuenta.
Porque lo que se cuenta es que el amor no tiene fecha de caducidad, ni la ternura, ni los sentimientos profundos y sinceros.
Porque, como dice su director “nuestros cuerpos pueden llegar a ser viejos pero no nuestras almas”.
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