sábado, 13 de abril de 2013

297. Bancos

Estos son los BANCOS que me gustan.

18 comentarios:

  1. ...Y a mi
    Por aquí las llamamos banquetas, mi padre era un maestro. Les hizo a mis hijos unas cuando eran pequeños, todavía las conservamos.

    Besicos,amiga

    ResponderEliminar
  2. ¡Y a mí!
    Manos 1, máquina 0.
    ¡Qué sencilla, pero espléndida y significativa entrada!

    ResponderEliminar
  3. Así me gustan a mí también, pequeñitos y de madera.
    salud
    Francesc Cornadó

    ResponderEliminar
  4. Y a mi....muy buena entrada Isabel.
    Besos.

    ResponderEliminar
  5. Ja, ja, isabel, pero ahí no te ingresan la nómina. ¿O sí? Besazos.

    ResponderEliminar
  6. Me encantan porque me recuerdan a mi abuelo. Que las sabía hacer y siempre tenía en casa.

    Un beso

    ResponderEliminar
  7. A mí también me gustan esos, pero precisamos de los otros. Creo que no sabríamos vivir ya sin ellos (pagos domiciliados, ingresos...).
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  8. Muy buenos estos dos BANCOS. En el pueblo aún conservamos algunos de estos BANCOS. Los otros... a tirarlos.

    ResponderEliminar
  9. A mí me gustan también esos bancos. Quizás los voy a hacer dentro de poco (digamos dentro de un año). Todavía tengo bastante madera amontonada en el cuarto por debajo del cuarto (soterráneo?) en donde tecleo estas letras.
    Besos

    ResponderEliminar
  10. Los de toda la vida, sencillos, populares, prácticos.
    Pegados a la gente, los ayudan a descansar, no como los otros.
    Besitos

    ResponderEliminar
  11. En dos bancos parecidos cruzamos muchas noches de invierno el fuego y yo; noches en que parece establecerse una tregua de silencio en el ruidoso sinsentido.

    Un beso, Isabel.

    ResponderEliminar
  12. ¡Qué bien! Estoy contenta de que estemos de acuerdo.
    Los que nos estafan con comisiones y demás servicios impuestos por ellos mismos, y confabulados por las grandes empresas de suministros con la complicidad política, ya han demostrado de sobras de lo que son capaces.
    ¿Qué nos queda?
    Reafirmarnos e ir cambiando la forma de hacer.
    Mis bancos me gustan porque están hechos por mis hombres, con sus manos, por eso me gustan tanto, y porque sirven para descansar y no para darte sablazos.

    Gracias y abrazos.

    ResponderEliminar
  13. Tarde, pero añado mi acuerdo:

    Babcos para la gente.
    Comida sana para la gente.
    Casas para la gente.
    Sonrisas para la gente.

    Y risas y abrazos para quienes los merezcan.

    ResponderEliminar
  14. A mí también!!!
    Me apunto!

    Esos bancos aún a la sombra lográbamos ponerlos, estos otros es imposible...

    Besos, Isabel.

    ResponderEliminar
  15. A mí también. Se parecen a los que hacía mi abuelo!

    ResponderEliminar