Cada mañana
el mundo
vuelve a crearse.
Bajo los rayos
naranjas del sol
las amontonadas
cenizas de la noche
otra vez se transforman en hojas
hechas de flores de verano.
Si tu naturaleza
es ser feliz
vas a nadar a lo largo de suaves senderos.
Mary Oliver, fragmento del Poema de la mañana, incluido en su libro “El Trabajo del Sueño”
Acabo de llegar de la calle y es una delicia caminar con el olor del azahar en cualquier rincón de la ciudad.
ResponderEliminarAbrazos!
Sí, ethan, me pasa igual, hay algunas calles repletas de naranjos y el perfume lo inunda todo. Un placer pasear. Abrazo.
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ResponderEliminarMe encanta el azahar. Besos.
ResponderEliminarMe alegra, Teresa. Besos.
ResponderEliminarEstoy por el Sur y el olor a azahar me hace sentir muy bien. Una entrada preciosa.
ResponderEliminarBesos
Luna
Gracias, Luna, deseo que haya sido un disfrute bajar a lugares queridos. Abrazos.
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