Sabía de la luz porque quien ha vivido en Lisboa, como vivió él, sabe de la luz de una forma especial. Como la luz de Cádiz... hay luces -y blancuras- que se vierten en todos los colores como la luz que baña tu fotografía y que el poema destila.
Abrazo grande, Isabel. Y que siga ardiendo la luz.
Teresa qué bien que te guste. Aquí en abril vamos de fiesta en fiesta, ahora la Feria, pero yo me alejo al campo a descansar unos días. Un fuerte abrazo.
Sabía de la luz porque quien ha vivido en Lisboa, como vivió él, sabe de la luz de una forma especial. Como la luz de Cádiz... hay luces -y blancuras- que se vierten en todos los colores como la luz que baña tu fotografía y que el poema destila.
ResponderEliminarAbrazo grande, Isabel. Y que siga ardiendo la luz.
El río como metáfora de la vida, y la luz que arde y lo ilumina.
ResponderEliminarAbrazos!
Así es la vida, somos seres en tránsito
ResponderEliminarcon luces y sobras, como el rio que fluye.
Muy lindo poema.
Besos Y Felices Pascuas.
Muy lindo Isabel. Un abrazo y feliz domingo de Resurrección.
ResponderEliminarÍndigo, qué gusto coincidir contigo en tantas cosas. Gran abrazo.
ResponderEliminarethan, toda la razón.Otro abrazo para ti.
ResponderEliminarMyriam, muchas gracias, me alegra que te guste. Muchos besos.
ResponderEliminarTeresa qué bien que te guste. Aquí en abril vamos de fiesta en fiesta, ahora la Feria, pero yo me alejo al campo a descansar unos días. Un fuerte abrazo.
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