Poco
a poco
las cosas se fueron quedando quietas
de un respirar más lento
como perfume de aire quieto.
Poco a poco de polvo
la superficie de su vida
quedó cubierta, con ángulos,
líneas y recortes
de aire espeso.
No dejaré volar golondrinas
que asusten tus ojos.
las cosas se fueron quedando quietas
de un respirar más lento
como perfume de aire quieto.
Poco a poco de polvo
la superficie de su vida
quedó cubierta, con ángulos,
líneas y recortes
de aire espeso.
No dejaré volar golondrinas
que asusten tus ojos.
Rosa,
01 de julio de 2011.
Muy lindo, un abrazo!
ResponderEliminarSaludos
Exquisito y profundo, Isabel.
ResponderEliminarTriste es el mundo cuando todo se queda quieto.
El movimiento es vida.
Una profunda sensación de quietud transmite el poema, casi de anquilosamiento. Y esos últimos versos, tan arcanos, dejan entrever la fantasía escondida en alguien aparentemente quieto. Por tanto, hay esperanza. Seguro que es una situación transitoria.
ResponderEliminarUn abrazo, querida tocaya.
Dejar volar las golondrinas siempre puede ser un peligro. Su negrura, ¡ay su negrura!
ResponderEliminarSalud
Francesc Cornadó
Quedarse quietos y volar en tu poema, precioso, mi enhorabuena.
ResponderEliminarBesos.
Muy bonito Isabel. Besitos.
ResponderEliminarMe quedo quieta con estos 4 versos:
ResponderEliminarPoco a poco
las cosas se fueron quedando quietas
de un respirar más lento
como perfume de aire quieto.
Hermoso. Besos
A veces, es necesaria esa quietud. Muchas veces.
ResponderEliminarUn abrazo Isabel.
Qué bellas palabras. Cuánta falta nos hace la quietud. Un gusto, como siempre.
ResponderEliminarUn abrazo
me gusta como ves la vida a través de tus letras
ResponderEliminarIncreíble, ¿cómo usted blog puede ser tan atractivo como es, no sólo la información útil que escribir también atraen a muchos visitantes. Gracias
ResponderEliminarMucha paz es lo que me haces sentir, querida Isabel.
ResponderEliminarY esas golondrinas, no, que nos asusten.
Un abrazo grande y tierno
Querida amiga, lo leí en su día. Y no pude comentar, creo.
ResponderEliminarYo, sí, puedo oler esa paz que nuestra querida amiga transmitió en el poema.
¡Qué suerte! Como mínimo, siempre nos queda la letra.
Besos de UVA.
Bellas palabras que describen un atardecer que poco a poco desaparecería. Se puede oler el mar, la paz que acompaña en esos instantes y ese díficil momento del ocaso.
ResponderEliminarMi querida Rosa de los Vientos¡Cuánto te echaremos de menos! Estarás siempre presente en mi corazón y te sigo queriendo.
Un fuerte abrazo. Eli
Gracias, gracias, por vuestras cariñosas palabras.
ResponderEliminarUva y Eli, siempre la recordaremos.
Abrazos
"No dejaré volar golondrinas
ResponderEliminarque asusten tus ojos."
Es un poema muy hermoso,Isabel.
Un abrazo muy muy grande.
Sí, Miriam, Rosa también tenía una sensibilidad especial, como tú y quien ama la poesía.
ResponderEliminarMuchas gracias y otro gran abrazo para ti.
El poema de Rosa es hemoso y trasunta paz y luz. Quizás las mismas paz y luz en la que se encuentra tu amiga ahora. Un abrazo muy fuerte, Isabel
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