Quería mostrar este lugar que me
atrapó a mis amigos, que vieran cómo en una misma región,
partiendo de la vega del Guadalquivir, se puede contemplar desde el
coche: la nieve que queda en sierra Nevada, el desierto de Tabernas,
y, ya en el Cabo de Gata, las plantas autóctonas como la pita, el
esparto que cubre las superficie de las montañas con su color y
maraña...
Imaginar con las crestas de las dunas fósiles
en Los Escullos.
El mar en calma de La Isleta del Moro.
Y de vuelta las vistas desde el faro. En junio sus playas no están tan
pobladas y se puede experimentar la sensación de bañarse en aguas
transparentes sin agobio. Han sido sólo dos días, pero esas 48 horas sin
indignarme por la intolerancia y falta de respeto de quienes se
creen dueños de todo...
Sólo el sonido de los pájaros, el
rugir de olas y nuestras propias voces al conversar: todo un regalo.
Te ha sentado bien esa escapada y tus palabras y las fotos lo demuestran.
ResponderEliminarConozco la zona y es muy agradable y relajante. Pero, claro, allí donde hay mar siempre hay belleza y nosotros nos curamos el espíritu.
Un beso, tocaya.
¡ Que bien, me alegra que lo pasaras bien. Besos.
ResponderEliminarUn gustazo, realmente. Y mucha belleza. Besos
ResponderEliminarY sólo dos dias, perk dizfrurados a tope!!!
ResponderEliminarOjalá que luedas repetir y desconectar para cargarte de energía!!!
Divinas las fotos, Isabel y me alegro qje la pasaras tan , pero tan bien!!!!
ResponderEliminarFeliz solsticio de verano y besotes
Nunca he estado en Cabo de Gata. (Bueno, nunca he estado en casi ningún sitio). Viajo gracias a las impresiones de los demás, así que... ¡gracias!
ResponderEliminarEso ha sido, Isabel, una escapada muy corta, un respiro al menos y recuerdos. Gracias por tus buenos deseos, tocaya, y un fuerte abrazo.
ResponderEliminarTeresa, muchas gracias a ti también y besos.
ResponderEliminarY que lo digas, Elvira, es en esos sitios no tan poblados donde relajas la vista.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
Myriam, poco tiempo, pero sí mejor se aprovecha. Te contesto aquí y agradezco por entrar dos veces, tu comentario repetido lo borro porque a mí me gusta lo hagan conmigo.
ResponderEliminarLas fotos son de Manolo que llevaba la cámara, mi móvil no tiene tanta resolución. Allí hay sitios preciosos, pero no creo repita en breve porque a pesar de estar en la misma región el viaje es largo.
Gran abrazo.
NáN, eso mismo dijiste en el comentario del enlace, y deberías visitarlo, seguro que Lara también te lo aconsejaría. Y eso de que no viajas, recuerdo algunas fotos de viajes en tu antiguo blog, era Venecia?
ResponderEliminarGracias a ti y un abrazo.
De Elisa: "Preciosas fotos que me han hecho recordar. Eso es lo que, a veces,hace falta, desconectar. Me alegro de que hayas disfrutado del viaje. Besos, Eli".
ResponderEliminarGracias, Eli, por enviarme por mail tu comentario para que lo publique, ya veo que google sigue dándote problemas. Muchos besos.
Cuánta belleza y serenidad. Qué bien que nos traigas este viaje.
ResponderEliminarRelajante tu viaje y tus imágenes compartidas, me ha encantado, gracias Isabel.
ResponderEliminarAbrazo con inicio de verano.
Perderse y volver con los ojos llenos de maravilla... UN abrazo.
ResponderEliminarEso me parecía. Un viaje muy largo para tan pocas horas de estancia.
ResponderEliminarAndalucía tiene de tó.
Un abrazo
Escapadas que nos llenan de vida. ¡Y qué maravilla ese lugar de mar en calma y alejado de todo! me encantaría darme un chapuzón ahí.
ResponderEliminarBesitos, tesoro.
Qué belleza¡¡ Claro que hay que enseñar a esa hermana escondida que es Almería. Besos de UVA.
ResponderEliminarMe gusta el desierto de Tabernas y su soledad iluminada, Isabel.
ResponderEliminarEs hermoso sentirse en estos paisajes tan queridos y huir de la barbarie que supone el hambre de poder.
Nadie es tan libre como los pájaros.
Tan inteligentes ellos. Tan huidizos.
Hablas muy heremoso.
Ladelmedio, cuánto me alegra tu visita. La verdad es que viajo poco y cortito, pero me apetecía recordar la entrada anterior del mismo hace cinco años, así lo alargué un poquito.
ResponderEliminarGracias y besos.
Pilar, me alegra verte por aquí. Qué te guste con todo lo que tú recorres y nos ilustras me pone contenta.
ResponderEliminarAbrazos y feliz verano.
Dario, esa es una de las cualidades de los viajes, volver con ojos nuevos. Gracias y otro abrazo.
ResponderEliminarNoite, pero menos es na, yo para salir fuera me agarro a un clavo ardiendo, y más si se trata de agua, debí ser un pez en mi anterior vida. Esta semana en una celebración he pasado una noche en Cádiz frente a la playa de la Victoria, otro placer adentrarse en ella.
ResponderEliminarNiña, que nos quiten lo bailao, y guardemos los momentos para cuando vengan mal dadas alimentarnos de ellos.
Besazo.
Eso, virgi, qué bien sienta escapar cuando podemos. No creo este paraje tenga nada que envidiar a los tuyos, ahora mismo recuerdo esas bañeras naturales que vi y en tus fotos a ti sumergida, además de los rincones que debes conocer, ganas de volver tengo.
ResponderEliminarAbrazos
Uva, tú la conoces y me alegra. Espero que estés en tu playita de Huelva, porque con este calorazo que tenemos...
ResponderEliminarAbracitos.
Tecla, tú si que hablas hermoso, lo describes muy bien. Hacer una pausa de tanta información creo es un ejercicio saludable, aunque sea por poco tiempo.
ResponderEliminarGracias por tu vista.