Tener fiebre te da otra perspectiva, es
como si tu cuerpo, harto ya de dejarse guiar por tu mente, te dijera
“para de una puñetera vez”. Y tú le haces caso, ahora es él
quien manda y tú obedeces, sabes que si te rebelas será mucho peor.
El tiempo se detiene y se densa dentro de ti.
-¿Qué puedo hacer?
-¿Qué puedo hacer?
Hacer, hacer, hacer, como si estar
siempre haciendo algo significara vivir a tope. A cada nueva pregunta
la fiebre ataca para que tengas, por fin, que rendirte a lo evidente:
descansa, te impone.
Así que nada de pantallas, -no si
yo..., solo tengo un móvil antiguo, para llamar y punto, y, a veces,
silenciado-, excepto una: la tele, ahora es cuando puedes darle un
buen uso. Docus que te mecen y amodorran, pelis para todos los
gustos, nada de actualidad, no te alterés o te subirá...
Qué importantes los dedos, y el mando
de la tele, esa inmediatez de cambiar a tu gusto: ahora quiero esto y
lo otro y lo de más allá.
Me gusta, ya no me gusta.
Disculpen, estoy como tonta, ¿será
por la fiebre?
"Hacer, hacer, hacer..." Una religión, la de la actividad, cuyo dios es el sucedáneo.
ResponderEliminarBuen fin de semana.
Pues su fiebre es sabia y prudente y le aconseja bien.
ResponderEliminarPorque hace muchas cosas no siempre significa hacer algo. De vez en cuando, el cuerpo se hace de valer e impone el descanso a través de la fiebre o el malestar.
Déjese adormecer por ella y escuche música. Bien bajita ayuda a desengrasar de tanto trajín y tanto trabajo y tanto ir y venir. Bach suele ser apropiado para crear serenidad...
Un beso bien grande, costurera. Y póngase buena pronto. ¿Me hará caso?
La fiebre es nuestra lucha,déjala hacer.
ResponderEliminarCuando pase te sentirás renovada.
Abrazos.
De vez en cuando un alto en el camino
ResponderEliminares aconsejable, recoje tus cajita de hilos y agujas y descansa, escucha
una buena música... relájate y cuidate, ¿lo harás?.
Un fuerte abrazo.
Pues con fiebre o sin ella, escribes estupendamente. Cuídate mucho. Besos
ResponderEliminarNo sé qué será pero es verdad, esa desmedida avidez por hacer y nunca parar un poco la máquina y contemplar...
ResponderEliminarUn abrazo.
Será la fiebre de la primavera y las posibilidades de nuevos aires?
ResponderEliminarBesos, cuídate mucho
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ResponderEliminarUn cordial saludo.
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Cuídate y descansa, la recuperación ya está en marcha.
ResponderEliminarUn abrazo Isabel
Es preciso escuchar al cuerpo y cuando dice ¡basta! es mejor parar, aunque ese dedo tonto de cambiar canales o marcar números siga en funcionamiento. Besazos y mejórtate.
ResponderEliminarRecupérate!!
ResponderEliminarYo he llevado un mal año en cuestión de salud y te aseguro que hay que es iChat al cuerpo.
Un beso y ponte buena
Nací con fiebre y sigo con ella. Es curioso, pero cuando enfermo el termómetro marca la temperatura ideal. Mi médico de cabecera anda levemente confundido y hasta diría que un poco molesto.
ResponderEliminar¡Qué bien te quedan esas décimas...cuídalas!
Un beso de montaña (dicen que ayuda a mejorar).
Querida Isa, olvidarse de lo cotidiano, a veces o casi siempre te conduce a lugares donde el abandono, no hacer nada, es precisamente " hacer ". Es la posibilidad de escucharte, y asi coger de nuevo el ritmo diario, eso si, quien manda es la maquinaria que en parte somos. Besos. Rosa
ResponderEliminarLa fiebre te sienta tan bien...
ResponderEliminar:)
Loam, no viene mal un descansito, aunque sea de esta manera.
ResponderEliminarCondesa, ha contribuido a mi recuperación. Gracias de nuevo y besos.
Reyes, y yo que esperaba en esa renovación, mirarme al espejo y verme rejuvenecida. Bueno, no importa de deseos como el tuyo y el mío vivimos.
Besazo.
Maria Dolors, gracias por tus buenos consejos, ya estoy mejor y con ganas de tirar del hilo nuevamente.
Abrazo.
Elvira, mil gracias por tus ánimos, no soy yo mucho de fiebre, pero mira, me alegro, es un gustazo que me digas eso.
Besos
Dario, eso, pararse y contemplar.
ResponderEliminarGracias por el consejo.
virgi, ni la primavera, ni los aires, un mocoso precioso de cuatro meses nos pegó el virus a unos cuantos en una celebración. La fuerza que tienen los virus de los bebés es alucinante.
Pero yo confío en esos aires nuevos que nos saquen de este agujero negro, igual vienen de tu isla, ojalá.
Abrazos
nicolas, bienvenido al mío que es chiquito pero a mí me basta.
Pilar, fue cierto, eres un sol pensando en positivo.
Besos
Marta, no hay más remedio, de momento sólo tenemos un cuerpo para todo, jejeje.
Gracias y besos.
Isabel, ups, perdona por el salto. La verdad es que el mío no es agradable de escuchar parezco un viejo resfriado, pero sí he parado y ya se me nota.
ResponderEliminarTe debo una larga visita.
Gracias y besos
Josep, así da gusto tener fiebre, tus montañas hacen milagros.
Un beso agradecido.
¡Ay, Rosa, qué bien lo dices! Parar y conversar frente a un café, de eso tengo ganas.
Abrazo
Bohemia, me gusta verte de nuevo por aquí.
Gracias y besos.
Llego tarde, así que espero que ya estés recuperada.
ResponderEliminarTambién ando yo pachucha, y es que cuando el cuerpo se resiente, todo se resiente.
Un beso.
Isabel, lo mío fue un virus, pero con este tiempo...
ResponderEliminarComo diría mi abuela "asi están los cuerpos", jejeje.
Besos y cuídate, no hay otra.