viernes, 18 de mayo de 2012

250. Hoy me siento pájaro


Quiero alejarme de tanto eco vacío.

 Hoy día estamos sordos de no escucharnos y así cada uno habla para nadie.

Me gusta primero leer y después escuchar, por este orden. Y por leer entiendo también observar un rostro. Puedo leer el de la persona que tengo enfrente, bajar a sus manos y subir a sus ojos. Es entonces cuando me siento preparada para escucharla.
 
Me pregunto ¿por qué no hacemos como los pájaros? Ellos se reparten el espacio aéreo, es decir, no cantan todos a la vez, de esa manera consiguen una mayor expresividad y así distinguimos sus sonidos.

24 comentarios:

  1. Una reflexión muy interesante y original, y cargada de razón, Isabel.

    Un cordial saludo

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  2. Que felices son los pájaros,
    libres, sin compartir espacios
    ni cantos, ni melodías, ágiles,
    protectores con los suyos,
    observando desde las alturas
    el caos que tienen los humanos...

    Abrazos Isabel.

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  3. Ay, cuánto nos queda por aprender.
    Muy buen símil, querida Isabel.

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  4. Mi abuelo decía que los pájaros cantan para escucharse a sí mismos.
    Es otra opción.
    Un besito.

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  5. La calma, entre tanto ruido que asusta y amedrenta.

    La soledad me place.
    ¿Me estaré volviendo pájaro?

    Fantástica entrada

    Besos

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  6. Interesante y muy buena meditación. Los pájaros además vuelan y lo ven todo desde arriba.
    Salud
    Francesc Cornadó

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  7. En la naturaleza todo es orden y concierto. Somos los humanos los que, con nuestra supuesta evolución, lo desorganizamos todo.
    Me gustan tus entradas, Isabel, siempre me llevan a la reflexión.
    Un abrazo cariñoso.

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  8. Me resulta tan agradable oír a los pájaros, en la ciudad o en el campo, para mi son una conexión necesaria con la tranquilidad y la calma.

    Gracias por la reflexión, un abrazo Isabel

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  9. Me sumo a ese canto por el silencio. Lo necesito también. Y sí, parecerme en algo a los animales, cada día más, me parece siempre un empeño muy sensato.

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  10. Excelente reflexión, costurera.
    Me ha gustado mucho lo de leer el rostro, los ojos,las manos.

    Un abrazo de escucha y lectura (por este orden; ya sabe que a mí casi todo me entra por "la oreja").

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  11. Es una entrada preciosa, Isabel. Poética, honda, reflexiva... Llena de razón, denuncias el alboroto que líamos los humanos, dale que te dale a la lengua sin pararnos a mirar, a escuchar, a que los acontecimientos y las frases de los otros ahonden en nuestro espíritu.
    ¿Sabes? Me sumo a tu deseo y a tu denuncia. También me siento pájaro (aunque algunos podrán tildarme de pájara).
    Un beso.

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  12. ME ha gustado esta breve enseñanza. Leer los rostros para después escucharlos y ser como un pájaro. Uhmmm... muy de acuerdo.

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  13. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  14. Que imporartante es escuchar al otro, pero primero hay que vaciarse del ruido propio y lo que dices, no cacarear todos aun tiempo y ver las cosas con la perspectiva aéra que tiene los pájaros. Entiendo que quieras sentirte pájaro.

    Besos, Isabel y ánimo

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  15. Ese eco vacío nos persigue y como el mismo se repite, se repite y nos hace sordos...

    Me gusta tu prosa poética y lo que en ella nos cuentas sin subirte por las nubes...

    Besicos

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  16. Nosotros somos unos consentidos y los pajaros son humildes, han aprendido a ver las cosas desde lejos.
    Besos besos

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  17. Aunque se aleja un poco de lo que cuentas, leerte me ha recordado unos versos de Jorge Riechmann que dicen:

    "El jilguero no piensa que el mundo le debe algo; / ¿por qué / lo piensas tú?"

    Un abrazo.

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  18. ¡Qué interesante, Isabel! Tienes mucha razón y me dejas pensando en tus palabras. Besos

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  19. Hemos perdido esa capacidad de escucha, tan ensimismados y perdidos en nuestro propio ombligo.

    Cuando veo a alguien por primera vez, me gusta leerlo también, e incluso aprenderme algunos gestos.

    Confieso que cuando tengo la impresión de que nadie escucha suelo alejarme, y ya ni intento dialogar con quienes andan de verdades hechas, de certidumbres suyas.

    Besos, Isabel.

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  20. Es que cuando se ve el paisaje desde arriba, es fácil poner lo importante en su justa medida.

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  21. Ay, querida, deberíamos hacer como los pájaros tantas cosas... Por ejemplo, volar.
    Un abrazo muy fuerte.

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  22. Cada día me gusta más detenerme a escuchar el canto de los pájaros pro... no sé, ¿es verdad que no cantan todos a la vez? Ay, que va a ser que no me he detenido tanto como yo pensaba!
    Estoy de acuerdo; no nos escuchamos. Yo misma peco de ella.
    Me ha gustado en tu texto esas líneas que describen el movimiento que baja del rostro a las manos y suble luego a los ojos.
    Abrazo

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  23. Mil gracias por volar conmigo.

    Y abrazos.

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  24. La mayoría se siente incomodo ante la observación y la armonía.

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