Unas fotos preciosas que, además me inspiran una gran ternura. Me sucede lo mismo con los cactus, aparentemente feos y áridos y punzantes y se derraman y nos ofrecen unas flores que son un privilegio contemplarlas. La belleza surge en cualquier paisaje. Un abrazo cariñoso, Isabel.
Era hermosa, el tiempo la estropeó, ahora parece una escultura, también tiene su encanto, pero la vida sigue, y nos lo muestra en esta preciosa florecilla blanca, que con su humildad, quiere captar toda muestra atención...y lo consigue.
Ese resurgir es emocionante y nos demuestra que siempre debemos seguir hacia delante, levantarnos tras la caída, pues nada frena el impulso imparable de la vida. Un abrazo, tocaya.
Desde luego, a mí me encanta regar las plantas cuando se ponen secas o simplemente algo pachuchas. Verlas renacer (a florecer no llegan de momento) es un placer enorme para mí. Qué secuencia más bella y esperanzadora. Abrazos, Isabel
Aquí parece que ya se han acabado las heladas, debería de llover, pero ni eso. Ventajas: se está estupendamente al sol porque no quema como en verano.
Siento no haber sido más explicita, sigo sin saber qué es esta planta que se ha helado, la florecilla es silvestre y persistente, y nace en cualquier sitio, tampoco tengo ni pajolera idea.
Pero sí quiero daros las gracias por apreciar mi verdadera intención: si estamos atentos surge la belleza y la esperanza donde menos lo esperamos.
Vaya cambio! Un "antes y después" escalofriante, menos mal que parece que revive.
ResponderEliminarUn abrazo!
El milagro de la primavera, que dijo Machado...
ResponderEliminarUnas fotos preciosas que, además me inspiran una gran ternura.
ResponderEliminarMe sucede lo mismo con los cactus, aparentemente feos y áridos y punzantes y se derraman y nos ofrecen unas flores que son un privilegio contemplarlas.
La belleza surge en cualquier paisaje.
Un abrazo cariñoso, Isabel.
Parecen secas, pero esconden la vida con una serenidad envidiable.
ResponderEliminarBesos besos
A mí se me han helado varios cactus, algunos de mis preferidos, una pena, aunque todavía tengo esperanza de que revivan.
ResponderEliminarbss
Siempre acabamos resurgiendo.
ResponderEliminarNo me gustan las comparaciones, las dos me parecen hermosas, la Naturaleza es sabia, dejemósla actuar. Un fuerte abrazo.
ResponderEliminarEra hermosa, el tiempo la estropeó,
ResponderEliminarahora parece una escultura, también
tiene su encanto, pero la vida
sigue, y nos lo muestra en esta preciosa florecilla blanca, que
con su humildad, quiere captar
toda muestra atención...y lo
consigue.
Un abrazo Isabel.
No habrá nada baldío que no sea
ResponderEliminarsemilla de promesa por vivir...
Abrazos de los tiempos sin heladas
Preciosa enseñanza de la madre Naturaleza....
ResponderEliminarBesos, Isabel
¡Qué penita! ¿Rebrotará? Porque la de la flor no es la misma, ¿o sí? Besos
ResponderEliminarLa esperanza siempre suele asomar su naricita...
ResponderEliminarBesos, Isabel.
Ese resurgir es emocionante y nos demuestra que siempre debemos seguir hacia delante, levantarnos tras la caída, pues nada frena el impulso imparable de la vida.
ResponderEliminarUn abrazo, tocaya.
Ojalá eso "bello" que puede surgir de lo feo pueda asociarse, en breve, a un ámbito socia. Besos, querida amiga.
ResponderEliminarDesde luego, a mí me encanta regar las plantas cuando se ponen secas o simplemente algo pachuchas. Verlas renacer (a florecer no llegan de momento) es un placer enorme para mí.
ResponderEliminarQué secuencia más bella y esperanzadora.
Abrazos, Isabel
Incluso lo baldío muestra belleza.
ResponderEliminarUn abrazo.
asilvestrado y lindo post.
ResponderEliminarAcabo de ver que en Zürich hará 21 grados mañana. Y en Sevilla?
ResponderEliminarBesos
Me gusta esta serie, Isabel. Es simple pero directa, e ilustra muy bien lo que comentas.
ResponderEliminarUn saludo
La vida se abre paso, sin duda, con frío o calor.
ResponderEliminarUn beso.
Aquí parece que ya se han acabado las heladas, debería de llover, pero ni eso.
ResponderEliminarVentajas: se está estupendamente al sol porque no quema como en verano.
Siento no haber sido más explicita, sigo sin saber qué es esta planta que se ha helado, la florecilla es silvestre y persistente, y nace en cualquier sitio, tampoco tengo ni pajolera idea.
Pero sí quiero daros las gracias por apreciar mi verdadera intención: si estamos atentos surge la belleza y la esperanza donde menos lo esperamos.
Abrazos.