Fantástica reflexión, Isabel. Sí, conviene distanciarnos muchas veces de las nimiedades y, en general, de todo. Desde el distanciamiento es como calibramos mejor y las decisiones son más acertadas. ¡Me encantó! Un beso.
El consejo es sabio, sin duda, pero... ¡Qué difícil resulta, cuando estamos implicados en una situación, tomar distancia y contemplarlo todo desde cierta altura! Cambia la perspectiva y se amplia el horizonte, es cierto, pero hay momentos en los que no tenemos, ni la fuerza, ni la capacidad para hacerlo. Un abrazo.
¡Muy sabio eso que dices. A ver si lo hago más a menudo.
ResponderEliminarBesos desde la copa de un pino.
Aunque será un poco dificil subir,
ResponderEliminarservirá para darnos cuenta lo
pequeños e insignificantes que somos
a ras de suelo.
Un abrazo.
espaisdenatura.blogspot.com
Gracias por erecordármelo. Me viene bien el consejo.
ResponderEliminarCada vez me gusta menos lo que hay por abajo.
ResponderEliminarMe quedo arriba del naranjo y ya está.
Besos
Aquí tenemos al Barón rampante. Inteligente manera de ver la vida y los seres que la pueblan.
ResponderEliminarBesitos
Un aforismo lleno de certezas...
ResponderEliminarBesicos.
Fantástica reflexión, Isabel.
ResponderEliminarSí, conviene distanciarnos muchas veces de las nimiedades y, en general, de todo. Desde el distanciamiento es como calibramos mejor y las decisiones son más acertadas.
¡Me encantó!
Un beso.
¡Qué necesario es poder volar a veces!
ResponderEliminarTe ha quedado una frase bastante acertada, ya lo creo
ResponderEliminarAsí también evitamos caídas absurdas e inútiles...
ResponderEliminarBesos, Isabel.
Mirar, mirar a ras de cielo y suelo...
ResponderEliminarY un beso en la mirada más profunda
Lo importante es seguir percibiendo y no dormirse en los laureles.
ResponderEliminarBonita foto.
Interesante reflexión.
Un beso.
El consejo es sabio, sin duda, pero...
ResponderEliminar¡Qué difícil resulta, cuando estamos implicados en una situación, tomar distancia y contemplarlo todo desde cierta altura!
Cambia la perspectiva y se amplia el horizonte, es cierto, pero hay momentos en los que no tenemos, ni la fuerza, ni la capacidad para hacerlo.
Un abrazo.
Ay, Juglar. Siempre, siempre hay un pequeñito agujero.
ResponderEliminarNo decaigas, preciosa.
Muchos besos
Estoy de acuerdo con lo de "El Barón Rampante", aunque tarde o temprano habrá que bajar al suelo.
ResponderEliminarUn saludo
Besos desde lo alto de un guindo, a ver si me caigo ya.
ResponderEliminarLa primera vez que me subí a un árbol alto, me di cuenta de como se movía el suelo.
ResponderEliminarTomar distancia también se puede desde abajo, pero es más fácil desde arriba me dice mi imaginación y mi propia experiencia.
ResponderEliminarMe encantó también el post anterior.
Besos
Sí señor; palabras que hacen pensar. Me ha gustado muchisimo. Gracias Isabel!
ResponderEliminarNo estaría mal pasearse de vez en cuando por los árboles. Preciosa imagen.
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo. La cercanía extrema distorsiona en exceso.
ResponderEliminarBesos, Isabel
Aunque de vez en cuando tengamos que bajar para ver las copas desde otra perspectiva.
ResponderEliminarMe encantó tu reflexión.
Un placer
He recordado al barón rampante, como a Virgi, y la fascinación que me produjo leer ese libro, ver con sus ojos, desde sus ramas.
ResponderEliminarUn abrazo.
A cierta altura, la caída suele ser más dura...
ResponderEliminarBuena reflexión Isabel,
ResponderEliminarque tengas una bonita semana.
un abrazo.
Me gusta, tenemos que tomar distintas distancias de las cosas y cambiar de lugar para observar con otras perspecyiva las cosas.
ResponderEliminarUn beso, Isabel
Os pido disculpas por no contestar por separado, esta semana busco huecos para asistir al festival de cine de Sevilla.
ResponderEliminarGracias por vuestros comentarios y muchos besos.
Gran verdad.
ResponderEliminarQuerida Isa, muy sabio el consejo. me lo aplico. Y me zamarreo, ¡¡a ver qué cae¡¡
ResponderEliminarLa Uva.