Si se pudiera mudar la piel como una se cambia de indumentaria... La liviandad siempre es energética y nos renueva. Por ese camino quizá podamos mudar la piel metafóricamente. Abrazos.
ethan, ya no nos protege ni el factor más alto, como no nos protejamos nosotros... Un abrazo veraniego
Montserrat, expreso un deseo poniéndome en el lugar de alguien o de algo en este caso. Como dice Isabel más abajo, esa metáfora la podemos aplicar a lo que queramos; a nuestra piel, a nuestro interior, a la construcción de algo material... Gracias a ti por tu visita, y un caluroso abrazo.
Isabel, lo has expresado mejor que yo. Ese es mi deseo, y en algunas cosas, no sin esfuerzo, se cumple esa liviandad. Abrazos.
Me encanta tu pequeño poema. Y la ligereza... conseguir eso es algo grande. Hay quien confunde superficialidad con ligereza y pesadez plúmbea en los planteamientos con análisis profundo. Nononono!
Ligero es el tiempo del verano ligera la vida que llevamos cambiamos los vestidos cambiamos los colores La piel lo agradece cálida y exótica mostrándose con vestidos de aromas de jazmín. Un repente veraniego par guardar en este costurero. Besicos salados
Cada uno necesita su tiempo, poco o mucho, para liberarse de ese vestido exterior que tanto nos oprime, darse cuenta de ello y querer hacerlo nos llevan por el buen camino
Me gusta el poema por breve, conciso y con determinación
La verdad, el bichito me da repelús...tan blanquito ahí.
Pero la reflexión me gusta. Baroja escribió que el secreto para la vida es el cambio, mudar hasta de piel si es necesario. Quedarse siempre con la misma no ayuda a asimilar las cosas que van pasando.
Pocas palabras que dicen mucho. La fragilidad de la vida: "renovarse o morir en el empeño". La piel es como un envoltorio que, a veces, hay que innovar. Desde mi lugar que ya es menos borroso. Un fuerte abrazo.
Txema, me alegra verte por aqui. Gracias por tus palabras y besos.
Pilar, igualmente gracias, tú sabes bien por tus experiencias. Un abrazo.
Myriam, y nos duelen menos los huesos, jeje... Un abrazo.
marce, las vi y son un relajo para la vista, espero poder ir algún día.
Sue, has expresado muy bien el decir de Baroja, me gusta mucho. Gracias. Ese bichejo, como otros que nos repugnan, las moscas por ejemplo, esas las mato rápido, a veces, nos sorprenden. Te pongo un enlace.
emege, a ti qué te voy a contar, si eres la maestra del cambio y la adaptación. Y cada vez más ligera de equipaje te irás de nuevo, que te veo venir. Nos vemos pronto, espero... Abrazos.
virgi, pero la arruga ¿no era bella? Era el vestido, claro, como no hay que plancharlo, planchémonos algo por dentro, ¿te parece? Besos.
Miguel, menos mal que tu encuentras algo bueno en él.
Qué bueno¡¡ Estaría bien eso de "espeluchar" de vez en cuando. (Cuánto más vieja me hago, más se me vienen a la cabeza las antiguas palabras). Querida Mallencita, no sé qué me gusta más, si tus trabajos tan sintéticos y buenos, o leer a tu gran cantidad de seguidores, con los que disfruto. ¡Esa gran mesa de camilla donde me los imagino a todos alrededor¡ Muchos besos. UVA
(*, gracias, voy a visitarte hoy más tranquila. Besos.
marce, las hilvanas muy bien, porque el cosido luce perfecto desde todos los ángulos posibles. Otro abrazo.
Uva, cariño, a mí me gusta un montón que disfrutes con las opiniones aqui vertidas, señal de que opinas como yo: que son estupend@s. En verano la mesa camilla la tengo descubierta y la ropa lavada y guardada, porque ya tenemos bastante calor. Tú estarás fresquita, de lo que me alegro. Gracias por pasarte desde tu retiro. Un fuerte abrazo.
Como tú
Algunos cambiamos de piel también en verano (maldito protector factor 20 que no protege!)
ResponderEliminarSaludos!
si lo consigues, me lo dices. A mí también me gustaria mucho.
ResponderEliminarTe doy las gracias anticipadamente
Si se pudiera mudar la piel como una se cambia de indumentaria...
ResponderEliminarLa liviandad siempre es energética y nos renueva. Por ese camino quizá podamos mudar la piel metafóricamente.
Abrazos.
ethan, ya no nos protege ni el factor más alto, como no nos protejamos nosotros...
ResponderEliminarUn abrazo veraniego
Montserrat, expreso un deseo poniéndome en el lugar de alguien o de algo en este caso.
Como dice Isabel más abajo, esa metáfora la podemos aplicar a lo que queramos; a nuestra piel, a nuestro interior, a la construcción de algo material...
Gracias a ti por tu visita, y un caluroso abrazo.
Isabel, lo has expresado mejor que yo. Ese es mi deseo, y en algunas cosas, no sin esfuerzo, se cumple esa liviandad.
Abrazos.
Me encanta tu pequeño poema. Y la ligereza... conseguir eso es algo grande. Hay quien confunde superficialidad con ligereza y pesadez plúmbea en los planteamientos con análisis profundo. Nononono!
ResponderEliminarPero tú más guapa que el bichejo ese, ¿eh? :-)
Besos
Ligero es el tiempo del verano
ResponderEliminarligera la vida que llevamos
cambiamos los vestidos
cambiamos los colores
La piel lo agradece
cálida y exótica
mostrándose con vestidos
de aromas de jazmín.
Un repente veraniego par guardar en este costurero.
Besicos salados
Pues sí, toda una metáfora.
ResponderEliminarBesitos , guapa, menudo caló que hace hoy .
La ligereza (y la pesadez) residen en el alma. Besos, querida isabel.
ResponderEliminarPaso a saludarte tras leer ese pequeño poema que me gustó por bueno y breve.
ResponderEliminarbesos
Cada uno necesita su tiempo, poco o mucho, para liberarse de ese vestido exterior que tanto nos oprime, darse cuenta de ello y querer hacerlo nos llevan por el buen camino
ResponderEliminarMe gusta el poema por breve, conciso y con determinación
Besos Isabel
¡Qué se te cumpla el deseo, Isabel! Ir por la vida con equipaje liviano tiene sus beneficios.
ResponderEliminarBesos
Mi pies es delicada, tengo que dar 50+.
ResponderEliminarYa están las islas flotando en el Atlántico.
que tengas un buen día.
La verdad, el bichito me da repelús...tan blanquito ahí.
ResponderEliminarPero la reflexión me gusta. Baroja escribió que el secreto para la vida es el cambio, mudar hasta de piel si es necesario. Quedarse siempre con la misma no ayuda a asimilar las cosas que van pasando.
Un beso.
Renovarse o morir!!
ResponderEliminarSi no nos complicásemos tanto la vida, no sería dificil lograrlo. Creo
ResponderEliminarUn abrazo
Luna
Cambiar de piel en cada estación, para aligerar el paso de la existencia. Si lo lográsemos como estos bichitos, qué liviandad!
ResponderEliminarBesos, Isabel.
Que directo y hermoso, Isabel.
ResponderEliminarImportante saber liberarse y liberar.
Pocas palabras que dicen mucho. La fragilidad de la vida: "renovarse o morir en el empeño". La piel es como un envoltorio que, a veces, hay que innovar. Desde mi lugar que ya es menos borroso. Un fuerte abrazo.
ResponderEliminar¡Ya quisiéramos!
ResponderEliminarSobre todo cuando vemos como se va estropeando.
Besitos
Bien mirado, ese bicho es precioso, así de ese color crema...
ResponderEliminarElvira, me encanta que te encante.
ResponderEliminarEse bichejo es la chicharra como lo llamamos por aquí, la tengo fotografiada aquí:
http://elcosturerodeisabel.blogspot.com/2008/09/4 2-la-siesta.html
Más clara que las nuestras, es portuguesa de la playa de Falesia en el Algarve y, me gusta, porque estaba disimulada con la madera del chiringuito.
Cambiar, eso que hacen con naturalidad los animales a nosotros nos cuesta, pero lo intentamos.
Besos
Cabopá, que hermoso verso. Muchas gracias por este regalo y un fuerte abrazo.
ResponderEliminarReyes, con lo bien que hemos estado y de nuevo volvemos a sudar.
Besos, besos...
Isabel, tus personajes lo saben bien y nos lo cuentas mejor.
Abrazos de palabras.
Txema, me alegra verte por aqui.
ResponderEliminarGracias por tus palabras y besos.
Pilar, igualmente gracias, tú sabes bien por tus experiencias.
Un abrazo.
Myriam, y nos duelen menos los huesos, jeje...
Un abrazo.
marce, las vi y son un relajo para la vista, espero poder ir algún día.
Sue, has expresado muy bien el decir de Baroja, me gusta mucho.
Gracias.
Ese bichejo, como otros que nos repugnan, las moscas por ejemplo, esas las mato rápido, a veces, nos sorprenden. Te pongo un enlace.
http://es.wikipedia.org/wiki/Cicadidae
Besos
Ladelmedio, tú lo has dicho.
ResponderEliminarBesitos
Ese es el problema, querida Luna, con lo corta que es la vida, qué tontería, ¿verdad?
Un fuerte abrazo.
Zarza, intentarlo al menos, ¿no?
No desistir, luchar...
Besos.
Vero, ¡lo que tenemos que aprender de la naturaleza y esos insectos que la pueblan!
Gracias por tus palabras y un fuerte abrazo.
emege, a ti qué te voy a contar, si eres la maestra del cambio y la adaptación. Y cada vez más ligera de equipaje te irás de nuevo, que te veo venir.
ResponderEliminarNos vemos pronto, espero...
Abrazos.
virgi, pero la arruga ¿no era bella?
Era el vestido, claro, como no hay que plancharlo, planchémonos algo por dentro, ¿te parece?
Besos.
Miguel, menos mal que tu encuentras algo bueno en él.
Es bueno cambiar la piel. Rejuvenece y nos vuelve más ligeros. La contrapartida es que también nos vuelve más vulnerables.
ResponderEliminarUn abrazo veraniego, Isabel.
Tienes razón, querida Freia, cómo no, pero me parece importante la capacidad de cambiar, de lo contrario nos anquilosamos y esto también es peligroso.
ResponderEliminarMás abrazos para ti.
Mudar a veces es tan necesario...
ResponderEliminarQue tu nueva piel sea seda, Isabel. :)
Un abrazo.
Intento hilvanar la madre natura y representar esas caras que forman sobre las rocas.
ResponderEliminarun abrazo. Isabel.
Qué bueno¡¡ Estaría bien eso de "espeluchar" de vez en cuando. (Cuánto más vieja me hago, más se me vienen a la cabeza las antiguas palabras).
ResponderEliminarQuerida Mallencita, no sé qué me gusta más, si tus trabajos tan sintéticos y buenos, o leer a tu gran cantidad de seguidores, con los que disfruto. ¡Esa gran mesa de camilla donde me los imagino a todos alrededor¡ Muchos besos. UVA
(*, gracias, voy a visitarte hoy más tranquila.
ResponderEliminarBesos.
marce, las hilvanas muy bien, porque el cosido luce perfecto desde todos los ángulos posibles. Otro abrazo.
Uva, cariño, a mí me gusta un montón que disfrutes con las opiniones aqui vertidas, señal de que opinas como yo: que son estupend@s.
En verano la mesa camilla la tengo descubierta y la ropa lavada y guardada, porque ya tenemos bastante calor.
Tú estarás fresquita, de lo que me alegro. Gracias por pasarte desde tu retiro.
Un fuerte abrazo.